Under my Skyn

VEINTIUNO

Me acosté mirando el techo de mi habitación pensando en lo sucedido hace unos días con Lisa, necesitaba pedirle disculpas por mi comportamiento, pero no había encontrado el momento oportuno.

Parecía como si me estuviese dando un espacio o quizás simplemente estaba asustada por mi reacción, sea cual sea el motivo, no me sentía para nada bien conmigo misma, aunque sus regalos no dejaban de llegar junto a muchas notas que escribía para mí, no era suficiente para hacerme sentir mejor.

Ya no sabía que más hacer para aparentar que nada sucedía con ella, cada día que pasaba Lisa tenía algo con que sacarme una sonrisa, era tan atenta que aun no me acostumbraba a su trato.

Aunque aparentaba no soportarla, sentía que esta fachada no iba a durar mucho tiempo, en cualquier momento esto llegaría a un punto de no retorno, y no sabía con exactitud si sería para bien o para mal.

Di un suspiro hondo al escuchar los pequeños golpes en mi puerta, eran las 7 de la noche y era domingo Sería Gloria? ¿O mi padre había vuelto otra vez? Pero si ya le había pagado todo, no tenía nada que hacer aquí ahora mismo.

Abrí la puerta con cuidado y miré a todos lados confusa cuando no encontré a nadie, bajé la mirada a mis pies y encontré una pequeña caja con un lazo rosado. Di una última mirada alrededor y tomé la caja cerrando mi puerta con rápidez, sabía a quien pertenecía esto.

Dentro había una rosa azul y una nota que decía específicamente:

"La espero en el invernadero, si ignora esta nota, insistiré hasta que decida venir...
PD. Abríguese bien, el clima está fresco esta noche"

"LM".

Simples palabras que lograron que sonriera a pesar de no estar de acuerdo.

Me quedé mirando el papel con la caligrafía perfecta de Lisa, miré muchas veces la hoja en mis manos y suspiré sin saber qué hacer, no quería que Lisa piense que había una oportunidad si decidía ir, pero tampoco podía permitir que se arriesgue a que alguién la encuentre, además quizás este era la oportunidad perfecta para aclarar las cosas y pedirle disculpas.

Me puse de pie y tomé mi saco, si no iba, estaba segura que Lisa volvería con otra nota y no quería que ocasione un problema... aunque también sentía algo de curiosidad por saber de que se trataba todo esto.

Salí con cuidado alumbrando de vez en cuando el pasillo con la luz de mi celular, todo estaba oscuro a esta hora, Lisa estaba arriésgandose mucho al hacer todo esto.

Corrí hasta el invernadero detrás de los pabellones y me detuve dando una mirada alrededor por si había alguién... para mi suerte todo estaba tranquilo como siempre.

Entré y cerré la puerta tras de mi, todo estaba oscuro, iba a buscar mi celular para alumbrar el lugar, cuando de pronto todo el invernadero empezó a iluminarse con pequeñas luces parpadeantes... eran luciérnagas.

-¿Sabes que hay luciérnagas en el patio trasero del internado?- preguntó Lisa apareciendo con una sonrisa, y claro que sabía de que lugar hablaba, ¿Cómo iba a olvidarme donde nos dimos nuestro primer beso?- No son muchas, pero logré juntar lo suficiente ¿Te gusta?- se detuvo a mi lado y en lo único que pensaba era en abrazarla con fuerza por este detalle, sentía muchas ganas de llorar ahora mismo y solo era a causa de la felicidad que me provocaba todo esto, nadie nunca me había sorprendido de esta forma, era la primera vez que sentía este pequeño latido de felicidad en mi corazón-

-No puedes salir de tu habitación a esta hora, Lisa- respondí después de unos segundos cuando logré pasar el nudo en mi garganta- ¿Sabes el problema en el que nos meteríamos si alguién nos encuentra?-