Under my Skyn

OCHO

-Señorita Roseanne- se apareció Gloria mientras caminábamos por el pasillo en la hora de nuestro  "descanso"- La directora la busca-

-Gracias...- respondí sonriendo, ya había llegado el momento, le tomó cinco días para tomar la decisión ¿Por qué había tardado tanto? Por su culpa no pude deshacer mi maleta hasta ahora-

Sunmi acarició mi hombro y yo avancé sin mirar atrás, lo último que quería era ver las sonrisas de alegría que estaba segura que una persona en específico mantenía ahora mismo.

Suspiré armándome de valor, no iba a dejar que me vieran derrumbada, iba a afrontar cualquier cosa con una sonrisa en el rostro... me había preparado para este momento todos estos días.

Apreté mis manos con fuerza y respiré profundamente antes de llegar frente a la puerta, ya no podía retroceder.

-Buenas tardes- saludé un poco sorprendida al ver la oficina abierta, era la primera vez que lo encontraba así-

-Pasa querida- pidió amablemente la directora Hwan y yo solo la vi con confusión ¿Ella estaba hablando conmigo?- Ella es la señorita Roseanne- me presentó y recién pude darme cuenta que no estaba sola-

Había un señor alto sentado en uno de los sillones de la oficina, mi mente buscaba rápidamente alguna explicación del por qué la direcrora Hwan me presentaba con él.

-¿Cómo está? es un gusto- se puso de pie y estrechó su mano con amabilidad, yo solo lo acepté sin entender nada-

-Igualmente...- susurré sin saber que más decir, estaba perdida ahora mismo-

-El señor Manoban vino personalmente para hablar con usted- habló la directora haciendo que la mire con sorpresa, maldición ahora si estaba en problemas, no podían simplemente echarme sin tanto formalismo- Él pidió que esté presente para explicarle algunos puntos-

-Así es- sonrió en mi dirección, parecía un señor muy amable- La directora Hwan me dijo que usted estaba haciendo algunas prácticas aquí- asentí involuntariamente sin saber que responder- El motivo de mi visita es para ofrecerle un puesto fijo en este internado- directo y sin rodeos, me sorprendí al escucharlo, pero no iba a llorar ahora, no podía arruinarlo siendo tan dramática- podrá gozar de todos los beneficios al estar correctamente contratada ¿Qué le parece?- ¿Aquí era dónde sonaba la alarma de mi celular?- ¿Está de acuerdo?- volvió a preguntar y desperté de mi ensoñación-

-S-si...- susurré sin fuerzas- Quiero decir, muchas gracias por esta oportunidad- aclaré con más seguridad-

-No tiene por qué darlas- el no paraba de sonreír y yo tampoco podía hacerlo ahora mismo-

¿El estaba seguro de esto? ¿No se había enterado de la discución que tuve con su hija? ¿Lisa me odiaría más si se enteraba de esto?

-Este es el contrato que nos trajo el señor Manoban- me entregó con una sonrisa fingida la directora Hwan, tenía ganas de reirme muchas horas frente a ella-

-Gracias- los acepté empezando a leerlo, aunque la verdad no me importaba mucho lo que estableciera en sus líneas- ¿Seis meses?- susurré sorprendida-

-Asi es, cada seis meses tendrá una renovación del contrato- escuché que decían, pero a mi no me importaba, me iban a pagar lo suficiente para terminar de cancelar a mi padre en tres meses, estaba más que feliz-

Firmé rápidamente antes que a alguién se le ocurra cambiar de opinión y puse mi huella sin dejar de sonreir, así de fácil ya estaba oficialmente contratada.

Amaba a este hombre y a quien le haya dado la idea de contratar al nuevo personal.

-Muchas gracias- le entregué los papeles ya firmados con una sonrisa-

-Entonces todo está perfecto, Directora Hwan encárguese de todo lo posterior- pidió entregándole un juego y él puso en su maletín lo que restaba, los dos tenían mi contrato firmado, supongo para que no haya problemas a futuro- Cuando todo esté listo, mándelo a mi correo, por favor-

-Déjelo en mis manos- respondió con extrema amabilidad- Yo me encargaré de todo como siempre-

-Bien! las dejo, ahora tengo que volver al trabajo- rió alegremente, al parecer el se mantenía feliz todo el tiempo- Fue un gusto conocerla, Roseanne- me dio una mirada diferente, era como si el ya me conociera de antes-

-También fue un gusto Sr. Manoban- respondí frotando mis manos aun con la alegría y nerviosismo atravesando mi cuerpo-

Asintió y salió por la puerta dejándonos en un absoluto silencio, esto había sido algo inesperado, pero que agradecía profundamente.

-Puede regresar a trabajar, Roseanne- habló la directora fingiendo estar centrada en los papeles, no me vio en ningún momento, estaba segura que se encontraba molesta-

-Con permiso- Salí hacia el pasillo sin dejar de sonreir, el nudo en mi estómago ya no existía, me sentía muy bien-

Me detuve cerca a mi oficina cuando vi a lo lejos como el señor Manoban daba un beso en la frente de su hija, fue una imagen muy tierna que me hizo sonreir involuntariamente. Todo me parecía hermoso en este momento.

Entré a mi oficina y cerré la puerta dando pequeños saltos de felicidad, no se que había sucedido, pero no iba a desaprovechar esta oportunidad.

Juntaría todo el dinero y se lo entregaría a mi padre, aunque sabía que él se enteraría de todo en unos minutos, por primera vez ya no me importaba lo que hiciera.

Limpié mis lágrimas que esta vez eran de felicidad y tomé aire profundamente abriendo la puerta, aun tenía que seguir con mi trabajo, no quería darle a la directora Hwan una razón para que me grite como los días anteriores, ella buscaba cualquier excusa para llamarme la atención.

Caminé por los pasillos sintiéndome muy bien, no podía dejar de sonreir, llegué hasta el jardín trasero y tomé un pequeño suspiro, por fin mi vida estaba tomando sentido.

-¿Por qué siempre miras al suelo cuando caminas?- Lisa no iba a arruinar este momento-

-¿Qué hace fuera de su aula?-

-Yo pregunté primero-

-No empiece señorita, regrese a su aula-

-Me dieron permiso- sonrió cruzada de brazos- ¿Estuvo llorando?-

-No es algo que sea de su interés- pasé por su lado, pero escuché sus pasos siguiéndome, ella quería discutir conmigo-

-Te estoy preguntando sin faltarte el respeto ¿Por qué tienes esa actitud siempre?-

-No lo está haciendo, ¿No se da cuenta la forma en la que se dirige a mí?-

-¿Entonces quiere que le hable de usted y todo solucionado? ¿Por eso causa tanto problema?... Que tontería-

-Si así lo cree, entonces no tengo nada más que conversar con usted, regrese a su aula de una vez-

-Eres muy amargada- la miré molesta al escucharla- Lo olvidé... mi culpa- se tocó el pecho dramáticamente- Usted es muy amargada ¿Asi es la manera correcta?-

-¿Que quiere provocar con esta conversación? ¿Quiere que me echen de este lugar?-

-¿Quieres que te responda con la verdad?- preguntó sonriendo con burla-

-¿Qué logras al discutir conmigo?, si quiere demostrar que tiene poder, no me interesa en lo absoluto... céntrese en estudiar y no busque cualquier excusa para creerse superior a todos- sentencié y me alejé rápidamente de ella, no iba a caer otra vez en su juego, no cuando todo estaba empezando a irme bien por primera vez-