Under my Skyn

DOCE

***** DOS MESES DESPUÉS *****

-Espere- escuché detrás mío y reconocí su voz perfectamente, en todo estos días había tratado de hablar lo menos posible con ella-

A pesar que ya no volvimos a discutir, era mejor no buscar razones para que creen nuevas historias.

-¿Sucede algo?- Me di la vuelta y me sorprendí al verla con su uniforme correctamente puesto-

-Quiero hablar con usted más tarde- directa y demandante, la miré confusa por la forma de dirigirse a mí, su actitud aún no dejaba de sorprenderme- ¿Puede hacerlo?-

-Claro que si- la miré fijamente haciendo que ella desvíe la mirada otra vez, no iba a tratarla diferente a pesar de los encuentros malos que tuvimos en el principio, eso se lo había dejado en claro desde hace días- Puedes hacerlo cuando tu desees, quizás luego de hablar con Jisoo, tú puedas entrar- se había vuelto una costumbre verla todos los días llegando con su amiga y esperarla fuera, no hablaba conmigo, pero al menos ya no discutíamos, simplemente me ignoraba y se quedaba en el mismo lugar a pesar que la invitaba a entrar, ya que a Jisoo no le molestaba que esté junto a ella-

-No- respondió de inmediato- Me gustaría hablar con usted sin que nadie se entere-

-Como te sientas mejor- respondí regalándole una sonrisa comprensiva-

-Bien, entonces ya nos vemos- Asintió sin decir nada más y se alejó caminando rápidamente, ¿De qué quería hablar conmigo? ¿Jisoo la había enviado otra vez?-

No lo sabía, pero esta vez agradecía que fuese diferente al primer día.

Miré por todos lados dando un último vistazo y decidí regresar a mi oficina, tenía exactamente 20 minutos para descansar mientras duraba el receso, en este tiempo era la directora quien se encargaba de revisar todo.

Lo primero que hice al sentarme fue quitarme los zapatos, me habían lastimado mucho. Me senté apoyando mi cabeza en el respaldo de la silla y suspiré con cansancio... no iba a quejarme del trabajo porque me estaba yendo demasiado bien, era cansado por las horas extras que la directora me pedía "amablemente" que los realizara, pero aún así no le daba el gusto de negarme a todas sus demandas, los realizaba siempre con una sonrisa y al parecer, eso era lo que más le irritaba.

Sabía que si me lo proponía podía lograr sentirme bien en este lugar, Sunmi estuvo apoyándome durante estos meses, siempre tenía tiempo para escucharme o aconsejarme.

Había mejorado mucho, había dado un gran paso y me sentía mejor conmigo misma, era una persona distinta, totalmente diferente a como era en el principio.

Cerré los ojos y me mantuve en esa posición por varios minutos, necesitaba este pequeño tiempo para descansar, aunque los pensamientos no dejaban que me relaje por completo.

Aun no le había dado nada a mi padre... iba a hacerlo, pero cambié de opinión al darme cuenta que tenía que pensar en juntar lo suficiente y ahorrar para poder buscar otro lugar donde quedarme cuando acabe mi contrato, no podía arriesgarme a entregarle todo, ¿Si después se le ocurría hacer algo para que me despidan? Tenía que esperar a juntar lo suficiente.

Esperaría a cumplir los tres meses y luego le daría todo, solo una semana más, y sería libre de tomar mis propias decisiones, ya no iba a tener que preocuparme por rendir cuentas de mis acciones a nadie.