— el vuelo a Japón número 003 saldrá en dos horas — se oye en los megáfonos de el aeropuerto.
Mika se encuentra en el mismo lugar, los empleados ya se pregunta que vuelo estará esperando para que llevé ahí mas de cinco horas. No se mueve, siquiera para ir al baño ni para comer algo. Yūichirou podría venir en cualquier momento y no lo dejaría ir.
Se hicieron las diez de la noche. ¿cuanto tiempo estuvo ahí sentado? Perdió la noción. Su celular se quedó sin carga, su única distracción era ver a la gente pasar, teniendo la ilusión que Yuu llegase.
— el vuelo a Japón número 003 saldrá en media hora — se repitió.
Mika suspiro cansado, Yuu aun no llegaba. Miro al suelo, a sus zapatos, se quedo unos segundos detallando la forma que tenían, nunca le había prestado atención. Miro nuevamente a la puerta de cristal. Ahí estaba. Yuu. Su Yuu. Daba unas carcajadas, lo conocía muy bien y eran falsas, cuando ríe "de verdad" cierra sus ojos, ahora los mantienen abiertos, su risa no es sincera.
— y luego Guren olvido la maleta en el parque — sigue Shinya con una sonrisa.
Se lo ve radiante, el saber que ira con su familia de nuevo a Japón le saca la sonrisa más grande y sincera que halla esbozado. Qué lastima que no sepa el sufrimiento que su hijo lleva.
— Yuu... — vuelve a hablar Shinya, más calmado y serio.
— ¿si? — se limita a responder.
Su madre lo abraza desprevenidamente, ambos sueltan la maleta e intensifican ese abrazo.
— gracias por venir con nosotros hijo. Pero — lo mira a los ojos — ,quiero que seas sincero conmigo. ¿qué paso con Mika? ¿qué no era tú novio?
No, no era mi novio, pero si, lo amo y me duele dejarlo. Pero tú eres mi "madre" y tu amor pesa más que todas las cosas, prefiero tu amor antes que el de una pareja. Aunque ame a ambos, tú eres más importante.
Lo que daría por decirle eso, pero se trago ese discurso, no quiere preocupar a Shinya, sabe que si le dice algo lo obligara a quedarse y buscar al amor de su vida. Mika. Pero, en estos momentos lo único que quiere es hacer feliz a su madre.
— no, no eramos novios, le dije que me iría y lo acepto — al fin responde.
— ¿pero no viniste aquí solo por él?
Yuu suelta una carcajada forzada, si, si vino aquí por él. Pero las cosas no salieron como esperaba. No importa.
Va a responder pero en eso escucha un «yuu-chan» sabe quien es. El único que lo llama así : Mikaela Hyakuya.
Tiene miedo de voltear, tal vez, sólo tal vez es su imaginación. Su pesadilla se volvió real cuando sintió las manos del rubio en sus hombros, obligandolo a darse la vuelta y chocar miradas con aquellos orbes zafiros que lo tienen hipnotizado por más de seis años.
Los brazos del rubio lo envolvieron, el abrazo más cálido que jamás halla sentido, se queda plasmado por unos segundos, pero corresponde.
— Que alegría verte — es lo único que musita.
— ¿qué haces aquí? — pregunta Yuu, sin soltarse ni un instante.
— hace seis años. — se suelta del abrazo. — tú me has esperado por más de seis horas. ¿qué me cuesta devolver el favor? — nuevamente lo abraza de manera protectora. — Yuu-chan, no quiero que te vayas, y si te vas, iré contigo. Pero no me imagino estando sin ti.
Yuu guarda silencio, sus padres los están viendo, todo lo que diga ahora Shinya oirá, se dará cuenta que no quiere irse. Y qué lo que dijo recién sobre lo de «le dije que me iría, y aceptó » es falso.
— Mika vete... Por favor — susurra con la voz quebrada.
— no sin ti.
— Yuu... ¿qué ocurre? — pregunta Shinya preocupado.
Yuu no sabe que decir, qué hacer. Se limita a bajar la cabeza y acercarse a su mamá.
— nada mamá — al fin habla — mejor vámonos.
Mika aprieta las manos con enojo. La reacción de Yuu no le agrada, el no tenerlo tampoco.
— ¿me vas a dejar? — se atreve a hablar.
— no hagas un escandalo Mika.
— yo hice todo lo posible para estar contigo. Tú me dijiste qué viniste hasta aquí solo por mi. ¿ahora te iras? — exclama el rubio molesto.
— ¡Tú no sabes nada! — grita al fin — No lo hago porqué quiero, sino porque debo. Te amo, te amo más que a nada — suelta un suspiro pesado — ...pero las cosas no siempre son como uno espera.
— Yuu... — Shinya se acerca a el nombrado y lo toma de los hombros acariciando su cabello — hijo, dime la verdad. ¿esto es lo qué quieres? — como siempre usa su tono de voz pacífico.
Yuu lo miro con los ojos cristalizados, no quiere decepcionarle. Mira a Guren buscando respuestas de que dirá, está con la cabeza gacha mirando al suelo.Toma valor, pero éste contiene lágrimas. Se le hace imposible no llorar. Abraza a su madre.
— no... — musita con voz quebrada
— pero también quiero verte feliz, eres mi madre, eres lo más importante y valioso que tengo.Shinya espera unos segundos, que su hijo se desahogue en su hombro, que saque el dolor que lleva hace días. Luego lo mira a los ojos y le saca el cabello de la cara.
— Yuu... — comienza a hablar — No tienes porque venir con nosotros. Tú ya eres un adulto.
— pero, tú estabas feliz con saber que seriamos una familia unida — entre sus palabras se limpia las lágrimas. — Guren me dijo que siempre nos quisiste así, unidos. Pero tu trabajo lo impedía.
Shinya le dedica una sonrisa y dice :
— si, tal vez si quiero eso, pero yo no podre ser feliz si soy consciente que mi hijo está triste. No quiero obligarte a nada Yuu, lo único que quiero es tú felicidad y si la tienes con éste chico, lo aceptare.
Yuu nuevamente lloro, esta vez por felicidad. Abrazo a su madre, más fuerte que nunca, expresó toda su gratitud en esa muestra de afecto.
— gracias mamá — susurra.
— se feliz hijo. Yo ya lo fui y lo soy contigo y con tu padre, quiero que tengas lo mismo
El pelinegro se da la vuelta, ahí está Mika, oyendo cada palabra que dialogaba con su madre. Dio cinco pasos y quedo frente a él, lo besa, enrreda sus manos en su cuello. Mika no lo duda ni un segundo y lo toma de la cintura intensificando el beso.
— sobre tu propuesta de ayer en la noche — dice Yuu — mi respuesta es si, si quiero casarme contigo. — otro beso surge.
Diez y media de la noche, el vuelo a Japón parte con sólo Shinya y Guren. Ambos se despidieron y prometieron volver a Alemania de visita, Mika y Yuu se quedaron observando como el avión despega tomándose las manos.
— te amo yuu-chan — dice de la nada. Yuu aprieta más su mano.
— yo también.
Yuu esperó seis horas por Mika. Mika esperó seis años para encontrarlo, después de todo valió la pena su encuentro.
Fin
-----
¡final de este fanfic!
y si, esta vez los deje juntos. Estaba planeado desde un inicio. Solo quería asustar >:3
Gracias a todos por su apoyo, los comentarios tan bonitos que me ayudaron a continuar <3
Nos vemos en algún otro fanfic.
No olvides dejar tu estrellita/comentario.
Bye.
![](https://img.wattpad.com/cover/152301768-288-k357656.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Listo para Encontrarte (Mikayuu)
Fanficsegunda parte de "La apuesta de cinco reglas", si no has leído la primera parte te recomiendo leerla antes para entender mejor. La vida de Yūichirou no tiene sentido si no encuentra al amor de su vida, aquel que perdió por culpa de ambos, lo únic...