Los sonidos resonaban en la oficina del rubio. Los besos húmedos se intensificaban con cada minuto. Yuu llevaba su mano a la cabellera rubia del contrario.
— yuu-chan — pronunció su nombre entre caricias y besos. — di de nuevo que me amas... Me encanto escucharte decir eso.
Luego de unos cuantos besos más Yuu dice :
— te-te amo... — se subió enzima del escritorio de Mika sin separar sus manos del nombrado ni un segundo. — te amo. — repite.
— me encantas yuu-chan — sus manos delineaban la cintura del contrario entrando lentamente por debajo de la ropa.
— no-no aquí Mika... — dice placentero bajando débilmente las manos del rubio.
— ¿por qué no? Ya lo hicimos una vez, no veo el problema que sean dos — sus besos bajanron hasta su cuello dejando varias marcas en esté.
— lo haremos luego... ¿si? — dice ya con la voz más calmada separándose por completo de Hyakuya.
— no pienso olvidarme de tus palabras esta noche. — responde dando los primeros pasos para salir de la editorial.
Luego de unos diez minutos de viaje en el auto del rubio llegaron a la feria donde pasarian su cita de esta noche. Yuu prendió su celular, eran las ocho y cuarenta y cinco ¿deberia avisar a su casa que llegaría tarde?
— ¿donde vamos primero? — pregunta Mika dándole suaves roces en su mano del contrario, contrayendo las ganas de entrelazar sus dedos y caminar por el lugar como una pareja más.
— ¿qué te parece a la montaña rusa? — su pregunta se escucho más una suplica, con una sonrisa partieron al lugar.
La fila se hacia eterna, Yuu optó por sacar su celular y buscar entre su lista de contactos a su padre.
— ¿a quién llamaras? — pregunta Mika curioso.
— a Guren, olvidé avisarle que llegaría un poco tarde. — sin más el teléfono dio sus primeros sonidos esperando a que contesté — hola, si, si, llegaré un poco más tarde. Ya soy grande. Bien... — cortó la llamada.
— ¿desde cuando Guren está aquí? — pregunta el rubio.
— vino ayer.
— ¿se irá con Shinya a Japón de nuevo?
¿cómo decirle que también él se iría? ¿por qué aún no lo hace? Porque sabe como es Mika, que moverá cielo y tierra con tal de estar juntos. Pero no todo es como uno desea, no todo amor es para siempre. Eso calcina lentamente a Yuu.
Con lentitud asintió, no se atrevió a mirarle a los ojos. El mentirle es un gran pesar, pero debe soportarlo por bien de ambos. No quiere que su partida sea más dolorosa.
— sus boletos — hablo el encargado de la montaña rusa. Mika se los dio sin problema.
Los gritos de las chicas se lo llevaba el viento, la adrenalina que los pasajeros experimentaron en ese momento era inexplicable, algunos que demostraban algo de valentía levantaban los brazos para que el viento sople su rostro y lleve al ras sus cabellos.
Yuu se sujetaba con fuerza a el barandal de la atracción, como si su vida dependiese de ello. Cierra los ojos con fuerza, el miedo lo invade pero no se atreve a decirlo. Mika logra divisar lo que calla y le toma la mano, aprovechando que todos están distraídos gritando y divirtiéndose.— no pasara nada — dice mientras sus dedos se entre enlazan, Yuu no opone resistencia y lentamente abre los ojos.
Ambos se miran, zafiro y esmeralda provocan la mejor de las combinaciones. Yuu se atreve a sonreirle, ese acto se grabara para siempre en la memoria de Mika. Esa sonrisa que refleja que Yuichirou confía en él. Y lo supo cuando soltó la baranda y lo abrazo. Así estuvieron todo el tiempo que la atracción le dejó.
— mi... Estómago está revuelto — dice Yuu tomando lo nombrado. Con caminata tambaleante.
— ya pasará — contesta Mika tomándolo de los hombros y guiándolo a una banca, donde ambos tomaron asiento.
— ¿qué hora es?
— las nueve y media — musita el rubio guardando su celular.
— bueno, Guren me dio hasta las once ¿donde quieres ir?
— Estás mal, descansa un poco primero.
Sí, tiene razón,aún le duele el estomago. Pero eso es lo mínimo, no dejaría que un minucioso dolor arruine su último día con Mika. Debe aguantarlo, por Mika, por él, por su nosotros.
— estoy bien, en serio. — afirma con una sonrisa la cual Mika creé.
Se hicieron las diez y media, habían recorrido gran parte de la feria. Pero, Mika aún guardaba algo para el final, le tomo la mano a Yuu sin importa el qué dirán y lo guió hasta la atracción que llevaba el nombre «la vuelta al mundo» . Di los boletos y ambos se sentaron en una cabina de este juego. Luego de unos minutos estando ya lleno todas las cabinas, emprendió marcha. Lento y con delicadeza daban la vuelta. Cuando quedaron al punto más alto Yuu abrió los ojos iluminado, el reflejo se la luna y los letreros luminosos de la feria hacian un estallido en los ojos esmeralda del pelinegro.
— yuu-chan — Comenzó a hablar. Pero sus hermosos ojos captaban toda su atención, bajo su vista a sus labios ¿desde cuando se volvieron tan rojos, carnosos y deseables? No tuvo más palabras.
— ¿qué pasó? — pregunta Yūichirou al no ver la continuación de las palabras en Mika.
No hubo palabras, el beso que el rubio planto en los labios de Yuu fue suficiente para ambientar el momento. Su beso no fue negado ni por un instante.
Se hicieron las once de la noche, a Yuu poco le importó que Guren le regañe después. Esta noche solo era para ellos dos. Mika conducía hacia un hotel, el pelinegro lo sabia, se lo debía, no opuso resistencia cuando empezó a besarlo recostándolo con suavidad en la cama.
Sus gemidos inundaban la habitación, Mika beso hasta su sombra, el calor de sus cuerpos podían más que la calefacción. Esa noche lo hicieron lento, sin prisa, sin desesperación o deseo urgido de hundir su pasión en el cuerpo del otro; hicieron el amor con todas sus letras.
— Yuu-chan — hablo el rubio con la respiración entre cortada mientras sus embestidas se volvían lentas y sus manos fueron a parar a las mejillas carmesi de su amado, plantándole un beso — casate conmigo, quiero una vida contigo Yuu-chan.
Yuu soltó lágrimas con la sonrisa más triste que jamás vio nadie. No sabía que responder, no quería arruinar el momento rechazándolo por su partida, pero tampoco aceptarlo para esa mañana irse. Con lágrimas lo beso, el agua cristalina de sus ojos chocaban con la clara piel del rubio, éste no sabia como interpretar ese beso, se sentía vacío, triste, melancólico.
Solo continuo besándolo.
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Hiii
Gente, creo que en dos o un capitulo más termina este fanfic.
No escribí el lemon en si porque no me parecía lo mejor. Me gusto más así.
Lo publico un jueves porque seguramente hoy me sacan el celular por mis malas notas y no quería dejarlos sin capitulo :'')
No olvides dejar tu estrellita/comentario
bye...
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Listo para Encontrarte (Mikayuu)
Fanfictionsegunda parte de "La apuesta de cinco reglas", si no has leído la primera parte te recomiendo leerla antes para entender mejor. La vida de Yūichirou no tiene sentido si no encuentra al amor de su vida, aquel que perdió por culpa de ambos, lo únic...