El día era completamente normal, todos en el instituto estaba tranquilo menos en la sala del director, Min Yoongi, el alfa a quien todos le temían, estaba con el director por mala conducta, otra vez, ya estando en la Universidad y con la edad de dieciocho años tiene la Mala Conducta, pero todo se debe a su instinto Alfa ¿No? Ser un Alfa tenía sus ventajas y desventajas, y una desventaja era su comportamiento, los Alfas tenían instintos de rebeldía, superioridad y egoístas pero también tenían su lado protector, amoroso hasta de sumisos con sus omegas. Yoongi no tenía pareja ni muchos menos predestinado, eso es lo que suponía él, está soltero y por ello todas y todos los Omegas y Betas estaban interesados en él, sólo, por ser igual que los Alfas sin control pero ellos no sabían que Yoongi, aquel chico Alfa con cuerpo esbelto, cabellera negra, piel pálida como nieve, tenía su lado amistoso, amable, considerado y bueno, él no era como los otros Alfas sin neuronas, él se comportaba como se comportaba por una razón especifica, él no quería atención de algún Omega, no quería ser llamado a dirección cuando se metía en problemas pero no lo podía controlar.
Después del ''Sermón'' del Alfa a cargo de la Universidad; Yoongi caminaba por los pasillos viendo cada rincón, cada lugar de los pasillos estrechos, los casilleros color rojo, el no se arrepentía por golpear al Alfa que lo insulto porque él no se dejaba que lo insulten ni muchos menos un alfa que ni neuronas tenía, que sólo por tener músculos y pertenecer al equipo de Baloncesto de la escuela, se sentía superior, ridículo, eso es lo que era.
Ridículo.
Miraba el campus, él era capitán del equipo de Baloncesto, y por ello, tenía que tener una buena conducta pero no, él no se iba dejar intimidar por otros solo porque era capitán de un equipo.
Estaba concentrado mirando el campus, ese lugar con el césped verde con algunas flores, algo choco en su abdomen, miró abajo y se encontró con un chico con un gorro de color naranja, se le había caído su mochila y con ello sus cuadernos.
-Lo siento no te ví-. Se agachó para ayudar al pequeño, podía ver que era menor que él, tanto su tamaño como por el uniforme que traía. Miró al chico de reojo, estaba temblando, se notaba en sus manos temblorosas.
Yoongi no podía dejar de notar que el pequeño tenía ojos color cafés, unos mofletes ligeramente rosados, sus labios con un color carmín en él, su olor era de Girasoles, Miel y ¿Durazno? ¿Un tercer olor?, su olor era de tristeza y desesperación, eso hizo que el alfa de Yoongi se alarmó y ponerse en comando, sólo quería y abrazar a ese lindo Omega, quería a ese omega pero su lado racional gritaba por qué no lo entendía ¿Por qué su alfa quería a ese omega?
Ambos se levantaron al mismo tiempo, YoonGi tenía la mochila del menor, se lo entrego y este lo agarró con nerviosismo. Sus mejillas estaban manchadas de lágrimas.
-L-lo siento mucho-. El Omega desprendía muchos feromonas, estaba agitado, su olor era demasiado fuerte.
-No...Yo lo siento-. Yoongi no dejaba de mirar al menor, ante los ojos del Alfa, era hermoso.
El pequeño corrió dejando un camino de aroma de Girasoles, Miel y ¿durazno? Joder seguía preguntando porque tenía un maldito tercer olor si entre Alfas y Omegas tenían dos olores . El lobo de Yoongi rasguñaba el interior de este, pensaba que el pequeño que acaba de ver estaba en celo, no, ese olor no era de celo, eso estaba seguro ¿Pero por qué era demasiado fuerte para sus narices? ¿Por qué estaba tan alterado y de que huía? Pero su Alfa estaba segura de algo...
Quería volver a ver a ese pequeño Omega.
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