¿Yo embarazada? Imposible.

13 | Noticias.

13 | Noticias.
Lila

—Tengo una noticia buena y una mala...— comenzó a hablar el canoso hombre de bata blanca.

—Si... por supuesto... dígame.

Los nervios eran más que notables en mi voz, ya que esta salía de manera tímida y quebrada. Tengo un mal, muy mal presentimiento, esto es malo.

Solo espero que lo que vaya a decirme no involucre operaciones costosas, sería un malgasto de dinero innecesario. Pero ese no es el punto. Solo... nada de cirugías.

La cara del doctor es una mezcla entre emoción y tristeza, y la mía seguramente es una de terror. Mi expresión da miedo, supongo.

—¿Por cuál empiezo? Ehm, será... ¿la buena? O... ¿la mala?— empieza a hablar.

Me aterro mucho más porque me di cuenta de que solo está dándole rodeos al asunto antes de llegar al punto. Así que rápidamente me dispongo a discutir mentalmente cual opción escojo... uhm... me voy por el camino fácil.

—Primero la mala.— respondí. Automáticamente mordí mi labio en espera de su respuesta, seguramente si sigo así me haré daño. El doctor sigue con su extraña expresión, sin decir una sola palabra. —¿Y?

—Eh, si. El golpe que recibió tu nariz fue dado por un codo, como usted nos informó. En fin, aquel golpe causó un desvío en tu tabique y tendrás que asistir a algunas revisiones y terapias.— Y se quedó en silencio.

¿Que diablos? ¿Tanto drama para eso? No es justo, pensé en algo mucho peor. Además, ¿revisiones y terapias? Eso no es nada malo, de hecho, es mucho mejor eso que cirugías.

—Oh... comprendo. ¿Y la buena?— pregunté finalmente.

Por poco se me había olvidado que había una noticia buena también. Ya ni tan ansiosa estoy, pues debe ser algo muy sencillo y normal. Es decir; este señor le da mucha importancia a ese tipo de detalles y los hace sonar interesantes.

—Usted, señorita... está embarazada.

Ahora si, pásenme la pistola. ¿Embarazada? ¿Por qué? Hay tantas cosas que necesito que sean respondidas justo ahora. Primero que todo, lo qué pasó con Tom fue apenas ayer, no es posible que hoy ya esté embarazada, simplemente no. Segundo, no creo que alguien quede embarazada en su primera vez. Digo, no es imposible, pero no lo creo así.

—Qu-¿Qué? ¿Yo embarazada? Imposible. Si apenas ayer me acosté con Tom, sin tomar en cuenta el hecho de que fue mi primera vez.— y fue tan normal la manera en que esas palabras salieron de mi boca, que cuando me di cuenta que las dije, no pude evitar tapar mi boca con ambas manos y sonrojarme excesivamente.

—En este tipo de casos, es común que una jovencita como tú quede embarazada a la primera. Además, no es cuestión de tiempo quedar embarazada. Un día puedes tener relaciones y al otro puedes estar embarazada.

Asentí confundida. ¿Realmente estoy embarazada? Esa era la pregunta se resonaba en mi mente. Sigo en shock. Bajé inconsciente la mirada, y noté que tenía ambas manos sobre mi vientre. No pude evitar mirar con terror.

—Sabe quien es el padre, ¿cierto?

Su pregunta me sacó de mis pensamientos, subí la mirada para encontrarme con la del doctor. Reflejaba curiosidad.

—Si, se quien es... Es lo único bueno del asunto.

Y es verdad, sé que Tom si se hará cargo, junto a mi. La simple idea de imaginarme criando a un bebé con Tom hace que se me revuelva el estómago.