1 | Charla cotidiana.

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Contiene errores ortográficos.

Capítulo 1 | Charla cotidiana
-Lila

—Entonces hija, en cuatro semanas te gradúas, ¿que piensas hacer después de graduarte? — preguntó mi mamá, entrando a mi habitación.

Realmente no le había tomado tanto interés al tema, ni tiempo para pensarlo. Y si, debería pensar más en lo que haré después de graduarme, pero siento que todo debe ir a su paso. Todo a su debido tiempo.

Giré hacia ella y volteé los ojos, es la tercera vez en la semana en la que pregunta eso, ¿no se cansa?

—No lo sé mamá, respirar y comer... supongo.— hablé sarcásticamente.

—Que tienes Lila, hoy estás muy apagada. ¿Es por lo del viaje a las Bahamas?— preguntó sentándose en mi cama.

El viaje escolar de antes de la graduación es algo típico en donde estudio, son unas vacaciones de una semana en la que nos vamos, todo el grupo, de viaje a una isla o algún lugar turístico. Y es algo que, la verdad, no me llama tanto la atención.

Me parece un viaje aburrido e innecesario, que solo se hace para que dejemos todo ese estrés de la graduación, y los profesores así descansen un poco.
¡No le veo el sentido!

—En parte si mamá, voy a estar en otro estado, sola, con mis amigas y mis compañeros del grado, pero sola al fin del cabo.

—¿Por qué, sola?

—Voy a sentirme sola mamá, mis amigas van con sus novios—digo

Bueno, realmente no son sus novios, son los chicos que les gustan desde que tienen memoria pero ellos ya tienen novias.

—¿Sabes que hija?— preguntó de la nada. Se encontraba parada frente a mi cama con los brazos cruzados.

—¿Que?— pregunté caminando de un lado a otro en mi habitación.

—Vas a ir.— y dice así sin más.

Y me sorprendió mucho su respuesta, ya que ella no suele ser una persona impulsiva ni mandona, es muy relajada en esos aspectos.

—¿Disculpa?— pregunté con un poco de sarcasmo.

—Tal como escuchaste, vas a ir a ese viaje, ¿como vas a rechazar la oportunidad de ir en un crucero 5 estrellas a una isla privada de uno de tus amigos?

—Mamá...— intenté interrumpir. En mi intento de eso ella me interrumpió a mi.

—No me interrumpas. Lo que digo es, que deberías ir, oportunidades así no se encuentran dos veces. Tienes mucha suerte por tener un amigo así.

Intenta convencerme, pero será difícil, mi madre sabe lo costoso que es convencerme a mi o hacerme cambiar de opinión.

—Mamá...— intenté nuevamente. Y fue aquí cuando mi paciencia empezó a agotarse lentamente.

—No me interrumpas. Mira, ve al viaje, si no vas tu voy yo y disfruto en la isla de tu amigo.— intentó de nuevo, pero claramente no iba a convencerme jamás. Soy una persona que cuando fue una cosa, cree fijamente en eso y no cambia los planes.

—¡Mamá!— adiós, paciencia. Levanté la voz para que así pudiera hacerme caso y dejar de decir sus cosas raras.

—¿¡Qué!?— respondió con un tono más alto, también.

—¡Él no es mi amigo, es otro puto compañero del salón! ¡No tengo un puto amigo que sea hombre además de Johnny! Y él no puede ir. ¡Por eso no quiero ir!— hago una pausa al ver la cara de asombro de mi madre y tomo aire para hablar nuevamente.—: Disculpa mi horrible lenguaje madre, descansa.

¿Yo embarazada? Imposible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora