5 | Discusiones.

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Contiene errores ortográficos.

5 | Discusiones.
Lila

—¿Ya estás mejor? —pregunté, esperando un si como respuesta. Nos encontrábamos sentados-acostados en el gran sillón de la casa.

—Que sí, pesada —rió—. Ya me lo has preguntado once veces —dijo obvio.

—Lo siento, Tom. Pero es que me preocupo —hablé con resentimiento.

—Aw, que linda. Te preocupas por mi.

¡Que idiota! Es un cretino, ¿quien se cree?

—No, ¡tonto! —grité. Me acerqué a él y golpeé su hombro.

—Ah, ¿entonces de que te preocupas?

—Eh, de... de que... tu... tu nariz no se... ¿recupere? —¿Estoy nerviosa? Rayos, si.—Si, sí. Eso, eso.

—Si... Ajá. —dijo.

—No es por nada, chicos —habló Jacob, riendo. Estaba recargado en la puerta—. Pero esa fue la conversación más divertida que he escuchado en toda mi vida.

—¿Cuánto tiempo llevas escuchando? —pregunté sin ganas.

—Lo suficiente como para saber que te pones nerviosa cuando Tom te habla. —lleva su mano derecha hasta mi mejilla y la aprieta, como a un bebe— Eres taaan tierna —dijo aun con la mano en mi mejilla, alargando la palabra Tan.

Es tu hora Lila, activa tu modo Terminator.

—Vuelve a tocarme y te corto la mano. Y si vuelves a decirme así, te depilaré una ceja —hable con seriedad. Me soltó rápidamente.

—¿Es en serio? — dijo Tom, mirándome mientras reía.

—¿Quééé? —dije con un tono exageradamente agudo— Noo, para nada, en lo absoluto. Yo no estaba... ¡Que no! —grité. Salí de la habitación dando un portazo.

—Está loca.
—De remate.

Eso fue lo que escuché al otro lado de la puerta.

—¡Cretinos! ¡Yo no estoy loca, ni tampoco sorda! —grite del otro lado de la puerta— ¡Los odio! En serio.

—¿Y si te doy una Nutella? —al escuchar eso, mis ojos se abrieron de felicidad. Cambié mi cara a una seria, para luego abrir la puerta y entrar.

—Tom, ¿Cómo sabes mi debilidad? ¿eh?

¿Este chico tiene complejo de espía o qué? Siempre adivina lo que me gusta. Sospecho que en su anterior vida fue espía o yo qué sé.

—¿La quieres o no? —preguntó finalmente.

—Está bien, está bien —levanté ambas manos en señal de tregua—. Tú ganas.

—Esa es mi chica. —bromeó.

—Si me vuelves a llamar así te rompere otra parte del cuerpo. —amenacé con seriedad.

Puedo ser más ruda que Terminator cuando me hacen enojar, y yo nunca, pero nunca, amenazo en vano.

—Okey. No me hagas daño. —habló con anterior miedo.

Jeje, me tiene miedo.

—Dame mi Nutella, o te entierro vivo.

Y el premio para la mejor amenazante, secuestradora, rompe-huesos, castrante, y villana del universo es para: ¡Lila Scott!

¿Yo embarazada? Imposible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora