Según nuestra religión, los dioses creyeron que el humano, la especie inteligente, solo podría ser controlada limitando sus posibilidades de victoria. Por esa razón, la única manera para frenar nuestros más codiciosos deseos de poder era delimitar nuestros niveles.
Desde que nacemos, comenzamos desde el principal "nivel 1"; posibilitando elevarlos al obtener valores de experiencia.
Los valores de experiencia se pueden obtener al asesinar a los monstruos, la segunda especie superior, dominante de este mundo. Sin embargo, no todos son capaces de vencerlos al menos que tengas los suficientes huevos.
Solo las personas que tienen fuertes habilidades de ataque son capaces de asesinarlos.
Sin embargo, a veces ya tenemos habilidades después de que nacemos, poderes especiales dotados de Dios. Solo un 30% de la población posee una o más de una habilidad. Estas personas, que tienen más de una habilidad, generalmente se llaman "las elegidas de Dios".
O al menos, eso es lo que sé.
Hace tiempo creía que dada mi condición mi apetito urgía por un pequeño trozo de pan. Sin embargo, lo que creí como algo normal resultó ser una característica realmente extraña, a tal punto que traía desgracia a quienes intentaban alimentarme.
"Gula" fue la habilidad que recibí. Es una habilidad problemática que me hace sentir constantemente hambriento. Fue tan desafortunada mi condición que en la aldea en la que crecí, me llamaron "Bueno para nada" y con frecuencia me intimidaron.
Soy un ser innecesario en este mundo.
Al fallecer mi padre, mi único pariente, me expulsaron a fuerzas del pueblo. Fui a Royal Capital Seyfar, con el objetivo de encontrar algo de dinero, aunque sea unos pocos cobres. En la gran ciudad así, debería haber algo que pueda hacer, esa era mi fiel y gran expectativa.
Sin embargo, no pude encontrar un trabajo decente y terminé como jornalero guardián del castillo.
Ya sea que esté lloviendo, haga viento o nieve, no podía moverme de la puerta, ni siquiera aún aunque me esté muriendo... Además, el salario es una mierd*.
Normalmente, no es un trabajo para los plebeyos como yo, sino el de los Caballeros Sagrados que sirven el castillo. Sin embargo, para su propio beneficio, estos superiores empleaban al obrero diario como sustitutos. Este es mi caso.
—Oi, ¿has estado protegiendo bien?.
La voz vino del joven Caballero Sagrado, vestido de armadura deslumbrante. Es el hijo mayor y uno de los tres hermanos de la familia Burrix, una de las cinco familias nobles de este reino.
El que está hablando arrogantemente conmigo es el hijo mayor, Rafal. El hombre de su lado derecho es el segundo hijo, Hado. Su hermana más joven, a sus espaldas, es Memir. Característicos de su cabello azulado y reconocidos por su apellido, todos ellos son excelentes Caballeros Santos.
Los Caballeros Santos son personas que tienen una habilidad sobresaliente en "atributo sagrado" entre los guerreros. Es un estúpido título honorífico otorgado a aquellos que han sido reconocidos por el Reino.
En este mundo, al subir de nivel las habilidades fuertes, podemos aumentar nuestro estado. Por lo tanto, al tener habilidades de atributo Santo, estos Caballeros Santos, que pueden elevar su nivel al luchar contra los monstruos, son personas de una dimensión colosalmente diferente en comparación con una persona como yo.
¿Acaso los he hecho enojar?
—Sí, Rafael-sama.
Me arrodillo e inclino la cabeza hacia ellos. Aunque estos tipos son irritantes, me he acostumbrado a ser acosado.
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GLUTTON BERSECK | KIRITO x ASUNA |
Fiksi PenggemarKazuto Kirigaya, un joven guardián que trabajaba para el castillo, sufre de miseria, producto de los constantes ataques de hambre provocados por una habilidad que había obtenido al nacer. Una habilidad inútil e imposible de saciar. Sin embargo, aque...