Capítulo I

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— ¡Despierta! — Escuché esa infernal voz llamarme — ¡Levántate!

—¿Que demonios haces en mi habitación? — pregunté con rabia

— ¡Soy tu padre! ¡Es mi casa!

— Primero — levanté mi dedo índice — Tú no eres mi padre — le miré claramente molesta — En segundo está casa es de mi madre no es tuya tú solo eres un imbécil mantenido que vive de mi madre — pude ver la furia en sus ojos

— ¡Escucha Maldita mocosa! — me gritó acercándose a mi dónde me tomo del cabello — ¡Es mi casa ahora y puedo hacer lo que me plazca! — se acercó más a mí — E igual contigo y la estúpida de tu madre — susurró a mi oído

—Idiota — Hablé cuando logré patear su abdomen haciendo que me soltará lo empujé lejos de mi habitación y cerré con seguro

—¡Abre la maldita puerta!— escuché su voz en estos momentos agradecía que la puerta no fuera de madera tome un poco de ropa y me di una ducha rápida hasta que deje de escucharlo me coloqué la camisa de Arctic Monkeys junto con unos Jeans y mis tenis salí por la ventana cargada con mí mochila y camine a mi lugar favorito.

—Odio esto lo detesto cree que por ser el nuevo esposó de mi madre ya le da el derecho de estar sobre mi cada vez que se le pegué la gana— tomé una roca y la lancé al lago — Oh bueno aunque para mí madre no fue difícil encontrar alguien más de la noche a la mañana — me recosté debajo del gran árbol — los detesto a ambos — sentí una lágrima recorrer mi mejilla — No basta Estefanía— me dije a mi misma — Prometiste no llorar — y paso comenzaron a brotar lágrimas de mis ojos sentía ese nudo en la garganta y mi falta de respiración logré tranquilizar mi respiración y finalmente dejar de llorar me levanté de ese árbol y camine en círculos por ese lago me encantaba estar allí era tranquilo y pacífico es ideal para aclarar mis pensamientos pero oops si tenía que sonar el maldito móvil

—¿¡Qué!?— Contesté molesta

—Vaya que humor — contestó

—lo siento ¿Que sucede?

— Tenemos que hablar

—¿Sobre qué?

— Deberías venir

—Esta bien llego en cinco minutos

—Te espero— colgué

Comencé a caminar para llegar a casa de mi querida mejor amiga no tardé estaba cerca después de todo aunque al llegar nadie me abrió la puerta lo cual era extraño hasta que sonó 505 en mi celular.

—¿Porque no me abres?

—lo siento estoy en el baño— rió —pasa la puerta está abierta

—Vale — colgué y gire la perilla para abrir entré y estaba todo apagado

—¡Sorpresa!— salieron la mayoría de las personas y finalmente mi amiga se acercó

—Feliz cumpleaños Estefanía — Me abrazo

—Gracias — sonreí

Oh Estefanía ¿En serio? Olvidaste tu propio cumpleaños que concentración la tuya

— Cállate maldito subconsciente

—¿Disculpa?

—oh nada — bien hecho ahora creerá que estás loca — Iré a tomar algo de agua ya regreso Francis

—Esta bien — escuché de ella y fuí al sanitario

—Vamos Estefanía trata de sonreír — me dije al espejo

—¿Disculpa estás por salir?— Escuché una voz fuera del sanitario

—Uhm ¡Ya salgo!— contesté para luego abrir la puerta encontrándome con los ojos del chico

—lamento si te moleste

—Oh no descuida — le dije al chico de ojos avellana mientras veía el suelo

—Ashton— extendió su mano

—Estefanía — estreché su mano — Un placer — sonreí

—El placer es mío — nos miramos — bueno adiós — entró al sanitario

— Adiós — respondí y seguí mi camino a la cocina

— Estefanía — gire a verle —Te he estado buscando ¿A dónde fuiste?

— Oh al sanitario

—Bien vamos— estiró mi brazo — abriremos tus regalos

—No soy una niña

—Oh vamos te agradará

— Está bien — caminé con ella y fuimos a la gran sala donde abrimos todos los regalos la mayoría fueron ropa, discos, suéteres o camisas yo me limité a sonreír hasta que todos se fueron.

— ¿Te divertiste? — preguntó mientras comenzaba a limpiar

—Si fue divertido — ayude a limpiar

— Estefanía— me gire a verle — ¿Tú padrastro otra vez?— Y empezó con sus preguntas ella siempre fue tan perceptiva es algo que la distinguía muchas veces yo solo me limité a asentir.

—Yo lo lam....— interrumpió mi móvil oh gracias destino me quitaste el interrogatorio de encima saqué mi móvil de mi pantalón y fijé mi vista en la pantalla sentí una alegría recorrer mi cuerpo

— ¡Papá! — exclamé y contesté — Hola

— ¿Estefanía? — escuché la voz de la chica

—oh hola — contesté oh qué bien más malas noticias que gran día Estefanía — ¿Y papá?

—El está trabajando pero dijo qué te llamará para ver cómo la estás pasando en tu cumpleaños

—oh estoy muy bien ¿Como les va a ustedes?

—Muy bien ya casi tienes un hermanito

—oh es cierto estás embarazada ¿Ya pensaron el nombre?

— Estaba pensando en Justin

— ¿Justin? Es un lindo nombre

—Eso creo oh a propósito tu regalo llegará por correo en unos días y como ya estás por salir de vacaciones estaba pensando que puedes quedarte aquí en el verano claro solo si tú madre acepta

—Oh ¿Enserio? Eso sería genial le comentaré — No lo haré no tiene caso ella se negará

—Bueno tengo que irme Feliz cumpleaños Estefanía Adiós — colgó

—¿Era Sarah?

—Si — ella se acercó a darme un cálido abrazo — ¿Puedo quedarme?

—Si por supuesto

—Gracias.

Quédate Conmigo // Calum Hood // Vic FuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora