YO NO SOY TU FAN [Minayeon] [FINALIZADA]

3

Hoy era el bendito día de la firma de autógrafos, luego de dos semanas de una interminable tortura por parte de sana, porque se le ocurrió la brillante idea de poner la música de Nayeon las 24 horas del día,  ¡toda la semana!. Según ella eso serviría para que la ame tanto como ella la ama y además me aprendería todas las letras para que pueda cantarlas con ella el día del concierto. 

Tengo que admitir que su música es buena, aunque no es mi artista favorita, no es un ritmo que me disguste.

Además me mandaba fotos de Nayeon todo el día al whatsapp, y aunque me disguste admitirlo, mi amiga tenía razón, la chica está buenísima. Y no porque me sienta atraída hacia ella, siempre me han gustado los chicos y el amiguito que ellos traen, pero tener una mejor amiga bisexual te hace apreciar lo mejor de ambos géneros. 

Tiene unos ojos chocolates preciosos que tienen un brillo especial que puede hacerte perder en ellos y un cuerpo que mataría por tener, si a esto le tengo que agregar que me encanto su manera de ser, porque me obligó a ver por lo menos unas 30 entrevistas de esta chica, cada vez que llegábamos de trabajar me arrastraba a la sala para "poder apreciar" lo perfecta que era su "futura novia", y en la televisión se mostraba como una chica sencilla, educada, cariñosa, divertida y sobretodo que la fama no se le había subido a la cabeza. Mi amiga tenía razón, Nayeon o Coneja, como ella la llamaba era una especie de perfección.

Ya estaba casi lista para poder ir a trabajar, me moría de sueño y en lo único que pensaba era en lo largo que sería el día de hoy.

- ¡Minari apúrate! Hoy me voy a enfermar en el trabajo, así que por lo menos debo llegar temprano. - Entró a mi cuarto sin siquiera tocar, y su voz en la mañana me resulta un poco estresante, quería mandarla a la mierda, porque como se habrán dado cuenta sufro de mal humor mañanero, pero me mordí la lengua no sin antes mandarle una mirada fulminante. Ella me ignoró completamente y parece que su meta de esa mañana era terminar con la poca paciencia que tenía.

 - ¿Que mierda tienes puesto? Bebé vas a conocer a la coreana más sexy que te puedas imaginar y tú estás tan poco producida, con ese horroroso uniforme.

- Creo que alguien no entiende que primero tengo que ir a trabajar y si no voy con el uniforme correcto pueden ponerme una sanción, y déjame decirte que en verdad quiero que me asciendan, no me voy a jugar esta oportunidad por ir vestida como para una fiesta para ir a conocer a tu estrellita. - En realidad no tenía ningún problema contra Nayeon, pero cuando Sana se ponía en modo intensa, me sacaba de mis casillas. - Aparte, recuerda que ganas de ir no tengo, así que te aguantas con lo que tengo puesta, o tu misma empacas un cambio de ropa y me lo pongo saliendo de la oficina porque aún no termino de alistarme y se está haciendo tarde... ¡Solo NO tacos! - Me imagino que tendremos que estar mucho rato paradas ¿y en tacos? No hay forma.

En lo que terminaba de alistarme, vi como sana guardaba en una maleta un cambio de ropa, sé que fui muy grosera con ella, así que más tarde tratare de tener la mejor actitud en el evento para compensar mi mal humor mañanero.

Todo el camino del departamento al estacionamiento fue en silencio y un par de indirectas de su parte. La había cagado y tenía que disculparme por ello, cosa que no hago muy a menudo, porque sí, para una competencia de resentimiento y orgullo, debería ser la primera convocada.

Al subir al carro, pensaba en una manera de que me disculpe o de como cortar la tensión. - Amiga ¿a qué hora te tengo que dar el encuentro en el centro comercial? - Silencio total - Uhm... ¿no quieres pasar por un Starbucks y te invito un café?.

Solo recibí un "estamos tarde de su parte", bueno solo quedaba el pedir disculpas y tragarme mi orgullo, ¡que difícil! - Okey sana, sé que me pasé y me desquité contigo toda la mala onda que tengo en las mañanas, exageré y me comporté como una tarada.

- Como una completa idiota diría yo - Mientras se le escapaba una sonrisa, que me indicaba que estaba a punto de perdonarme completamente. - Continúa.

- Tienes razón una completa idiota, y aunque sabes que no es mi cantante favorita - Estuvo a punto de interrumpirme, pero sabía lo que me diría así que me adelante a lo que iba a decirme - Aunque si tiene una voz única y la chica es un bombón - Me sonrío y eso fue más que suficiente para saber que no me equivoqué y era justo lo que ella iba a agregar a la conversación - Te prometo, que voy a poner todo de mi parte para que esta tarde y mañana sea genial, nos divirtamos a más no poder, y sobretodo voy a ponerle toda la actitud como si fuera su fan número 1- Me miro como diciéndome "¿enserio?" - Okey su fan número 2.

- Está bien te perdono, pero - Siento que no me va a gustar lo que sigue - tienes que prometerme también tendrás una cita con mi querida hermana.

- Sana...

- Okey al menos lo intenté, aunque sabes que tengo razón y mi hermana es perfecta para ti, "cuñada".

El resto del día pasó tranquilo, a excepción de la pequeña escena que hizo mi amiga diciendo que estaba enferma. Estoy segura que si algún día el marketing deja de ser lo suyo, como actriz no tendría ningún problema, pues su jefe casi llama a una ambulancia de lo "enferma" que parecía.

Apenas dieron las tres de la tarde, me paré de mi asiento y me cambié mi uniforme por la ropa que me había alistado sana en la mañana y me maquillé de manera natural. La verdad me veía bastante bien. Ahora si estaba cómoda y lista para conocer a la famosa Im nayeon.

Cuando llegué al centro de convenciones, había demasiada gente, por un lado había una cola de aproximadamente 200 personas, y alrededor, grupos de chicos y chicas con carteles, fotos, posters de Nayeon y gritando su nombre, quizás son aquellos que no consiguieron un pase para la firma de autógrafos.

Encontré a mi amiga en la fila, y estaba de la mitad para atrás. Definitivamente una larga tarde. A diferencia mía, ella si decidió ir en tacos y ya se estaba desesperando y quejando del dolor. Como se lo prometí, no me quejé ni una sola vez y fingía emoción de rato en rato solo para complacerla.

Al fin, dieron las 6 de la tarde y la fila empezaba a avanzar poco a poco.

Casi a las 7.15 de la noche fue nuestro turno. Y ahí estábamos, solo a centímetros de conocer a la súper estrella.

Sentí una mirada sobre nosotras, no me molestaba en buscar de dónde provenía esa sensación, seguramente sería para mi mejor amiga, y no porque me considere fea o algo por el estilo, es solo que la rubia de ojos claros de mi amiga más sus 2 horas de producción diaria arrebataban más de un suspiro. Aunque no puedo quejarme, sé que también puedo hacer voltear a varios.

De repente, una voz interrumpió mis pensamientos - Bebé ya es nuestro turno, ¿como me veo? ¿Estoy bien? ¿No me despeiné? ¡Mierda! ¿y si me trabo? No sé cómo empezar a hablarle- sana me atareaba con tantas preguntas que no me permitía siquiera contestar.

Cuando el señor de seguridad, gracias a Dios, paró la verborragia de mi amiga avisándonos que era nuestro turno, giré mi vista hacia la mesa y ahí estaba ella, con sus preciosos ojos marrones fijos en nosotras y una sonrisa de lado. Una MALDITA HERMOSA SONRISA, que no imaginaba cuantos dolores de cabeza me podría dar.