Cerré la puerta del automóvil a mis espaldas. Suspiré pensando en cuán afortunada era. Tenía a un hombre a mi lado que me amaba, y me adentraba hacía mi lugar de trabajo, que era nada más y nada menos que uno de los consultorios jurídicos más prestigiosos de la zona. Estaba tan emocionada que mis mejillas tomaron un tono carmesí.
"Piso siete, Licenciado Henry Fontaine, allá voy" Pensé.
Al abrirse las puertas del elevador, vi a la chica pelirroja cuyo nombre no podía recordar. Ella levantó su rostro y no hacía falta estudiar la situación para saber que la media sonrisa que mostraba era fingida. Definitivamente, no se encontraba para nada feliz con mi presencia y no dudó en hacerlo notar.
— Buenas tardes — Me dirigió la palabra — Te están esperando, cariño. Llegas a tiempo. Ya que seremos compañeras de escritorio me presento, soy Adeline, sólo las personas que me inspiran confianza me pueden llamar Adel, así que tu sólo llámame Adeline. — Oh vaya, ¿alguna vez esta chica me recibirá de buena forma?
— Bien, Adeline — Rodée los ojos — Soy...
— Ya sé quién eres, ahórrate el discursito. — Mi mano viajó hasta mi cuello, y sostuve el dije de plata que llevaba puesto, jugueteando con el entre mis dedos en un intento de calmarme. Iba a responderle pero, el sonido de una puerta abriéndose me interrumpió.
— Delacourt — el profesor me miraba — Adeline, te pedí que apenas llegara la hicieras pasar.
— A eso iba, jefe.
— Acércate — una vez dentro de su oficina, cerró la puerta tras él y, luego de arrimar una silla para mí, rodeó el escritorio para tomar su lugar — Supongo, ya sabes lo que debes hacer. —Asentí. — Bien, dejé varias carpetas sobre tu escritorio, revisa esos documentos, por favor. Algunos necesitan nueva redacción, te encargarás de eso. También tienes en esta agenda las fechas en la cual deberás entregarme esos documentos.— Tendió hacia mí una bonita agenda forrada de cuero.
— Entendido. — Sostuve la agenda — Lo haré todo justo a tiempo.
— Confio en tí. — Asintió con la cabeza. — Ahora, puedes retirarte. Estás son las llaves de tu oficina, y por supuesto, tienes una del salón de conferencia y biblioteca, que son de acceso restringido. —Colocó frente a mí un manojo de llaves. — Solo yo tengo una copia de estas.
— ¿Oficina? — Fruncí el ceño.
— Si, claro. Tu oficina es justo aquí al lado.
— Crei que compartiria escritorio con Adeline. Ella dijo que...
— Tendrás tu propia oficina, eso es todo. — Me miró — Ten, te regalo uno de estos— Sacó del bolsillo de su saco un bolígrafo que tenía en perfectas líneas doradas escrito en cursiva "Fontaine y Asociados". — Siéntete como en casa. Cualquier incomodidad, no dudes en decirme. Cualquier queja, conmigo directamente. ¿Está bien?
— Está bien. Gracias.
— Puedes decorar la oficina como mejor prefieras.
— Hasta luego — me levanté y asentí sonrientemente.
Dirigí mi mirada hacia Adeline, quien hablaba por teléfono, rápidamente sus ojos se posaron sobre mí. Giré mis talones hacia la derecha, en dirección a la puerta de mi oficina, introduje la primera llave, rogándole a Dios porque fuera la correcta, y la puerta abrió. Volteé a mirar a la chica pelirroja, su boca estaba ligemente entreabierta, antes de colocar un pie dentro la escuché decir:
— Disculpe señor, no escuché bien ¿podría repetir? — hice un gesto de negación — Bien, su cita podria ser...
Cerré la puerta y me recosté de la misma. Dejé escapar un suspiro. Al menos unas diez carpetas estaban colocadas sobre el escritorio. Debía empezar mi trabajo de inmediato si no quería retrasarme en absoluto, pero antes, coloqué la agenda sobre el escritorio, me senté en mi elegante silla giratoria, y me permití darle un vistazo a la habitación. Observé ciertos detalles como el cuadro abstracto que colgaba de la pared o como la linda planta ubicada en una esquina, que le daba un toque armonioso y fresco al lugar. Todo muy sencillo pero realmente acogedor. Tal vez podría cambiar algunas cosas, sólo para darle un poco más de brillo.
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Supuestos Hermanos | Harry Styles
Fanfiction¿Qué pasaría si en el momento más feliz de tu vida llegara un tornado y te arrastrara consigo hasta un abismo? Un arcoíris se borrará, un secreto se revelará, y todos creerán que Desiree y Harry son: "Supuestos Hermanos". "Un secreto, puede destrui...