08

2.4K 148 1
                                    

Todo el salón se mantuvo en silencio al escucharla, algunos aún no creían que la última de los Dyventha estaba viva, aquella familia era conocida por el respeto que las demás le tenían, aunque eran pacíficas en la mente de Kalack solo había una cosa y esa sería apoderarse de los reinos para manejarlos a su antojo.

¿Alguno de ustedes tiene la osadía de desafiarme?- Pregunto alzando la copa de vino tinto.

Los invitados se quedaron en silencio hasta que Kalom Hablo.

No vas a convertir nuestro baile en tu matadero personal.- Le dijo frente a frente a Kalack.

No es necesario un baile para matar.- Le dijo con una sonrisa a Kalom Haciéndolo enojar a un más.

Nadie lo había desafiado y eso realmente lo molestaba

Los sentidos de Kalack estaban muy desarrollados y sin ningún problema se dio cuenta cuando uno de los invitados tomó una de las espadas que estaba en los escudos  de la pared y se dirigía hacia ella sin hacer ruido.

Aquel hombre se acercaba a paso lento hacia ella mientras ella hablaba con Kalom.

Spade....- Un Hechizo sencillo pero efectivo.

En algunas paredes del salón había espadas cruzadas y algunos de los invitados llevan espadas para mostrar su poder y por que era temática de la fiesta.

Antes de que el hombre se le acercara lo suficiente, todas los espadas del salón se fueron contra el. En la pared se encontraba aquel hombre con varias espadas atravesadas por todo su cuerpo y sangre saliendo de cada agujero.

Gritos de Horror de parte de algunos invitados se escuchó, la escena pasó tan rápido que todos estaban sorprendidos.

Por detrás no es buena idea ¿Alguien más?- Pregunto antes de dar el último sorbo a su bebida.

Los 4 reyes estaban en silencio pero estaba muy enojado por su baile arruinado. Aylam es la que más enojadas estaba con Kalack, ella siempre fue a la mujer que más temieron hasta que llegó ella. 
Ella busco alguna forma de derrotarla pero no encontraba nada y sabía que si la enfrentaba directamente ella saldría perdiendo, el poder de Kalack era muy grande comparada con ella pero no se rendiría y buscara la forma de matarla antes de que ella la matara primero.

Kalack se dirigió hacia la salida del enorme de salón. Antes de salir se dio la vuelta y dijo sus últimas palabra hacia los invitados.

Todo aquel que desee luchar conmigo solo tendrá que traer un rubí del bosque prohibido y solo aquél que lo traiga será lo suficientemente fuerte para luchar contra mí.-Dijo a todos, murmullos se escucharon por todo el salón.

Kalack con una gran sonrisa salió de ahí.

En el bosque prohibido en la parte más profunda habitan unas flores que cuando florecen dan un hermoso rubí rosado. Esas flores de apariencia hermosa tienen un fuerte veneno que mata a su víctima provocándole mucho dolor antes de matarlo. No hay muchas formas de lograr recogerlo sin salir lastimado. Antes cuando Kalack estaba pequeña ella veía como a sus tías le pedían matrimonio con esos rubíes, solo los más valientes y fuerte pudieron traerle esos rubíes para lograr vivir. Aquellos valientes formaron parte de la familia Dyventha.

Kalack llegó a su mansión y después de despejarse de su ropa se dirigió a su cama y recordó cuando a su tía más joven le pidieron matrimonio con un hermoso rubí del bosque prohibido.

Kalack de 13 años estaba en la sala con sus abuelos leyéndoles un cuento cuando unos de los guardias entraron al salón con una noticia.

Hay un joven que necesita hablar con ustedes.- Le dijo el guardia a los mayores.

Los mayores asintieron y dejaron entrar al hombre.

Cuando entro se dieron cuenta de que era un hombre de clase media, él se dirijo a los mayores con respeto y les dijo.

Yo Esneider Fallom pido en mano de matrimonio a su hija Evenhya Dyventha. - Dijo con voz clara y sin nervios.

Los mayores de miraron entre ellos y mandaron a llamar a la joven la cual se sorprendió al ver a apuesto joven ahí. Kalack a pesar de ser tan joven sabía que ahí había algo.

La joven aceptó ante la propuesta del joven pero los mayores los interrumpieron y le dio una orden al joven.

La única forma de que tú te cases con mi hija de Trayendo un rubí del bosque prohibido y de esa manera volverás a poner un pies en esta casa.- Dijo la Mayor dirigiéndose hacia el joven.

El joven trago fuerte antes las palabras de la mayor pero acepto y con la frente en alto salió hacia el bosque.

Los días pasaban y pasaban, la joven se asomaba en la ventana de la mansión en busca del joven con su anillo.

Había pasado algunas semanas y ella se había rendido de esperar pero un día el joven llegó con el rubí en la mano. Aquel joven tenía cicatrices por todo el cuerpo pero estaba feliz.

Y así se convirtió en parte de la Familia Dyventha.



LA HÍBRIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora