Mi memoria

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La luz roja de la cámara parpadea a mi lado, está apreciando como Ravi me prepara con cada uno de sus dedos lentamente. Los mete y los saca con profesionalidad, estoy más que listo para recibirlo, pero no se lo digo, sigo demasiado entretenido gimiendo como a él le gusta.

Estoy en cuatro, pero esta vez tengo su cuerpo bajo el mío y el tronco, que he disfrutado minutos atrás, a centímetros de mi cara, de nuevo tentador. Sigo con la camisa blanca puesta, por un lado deja ver mi hombro, está arrugada y sudada, pero Ravi me ha pedido que no me la quite y yo siempre le hago caso. Siento una nalgada que pone punto y final a mi dilatación, estoy preparado para montarlo, hoy parece que me está dando ventaja aunque es él quien domina, y esa proporción de papeles me gusta demasiado.

Pongo las rodillas a cada lado de su cadera, apoyo las manos en su pecho y él se coloca las suyas a modo de almohada detrás de la cabeza, listo para el espectáculo. Lo primero que hago es sentarme sobre su miembro, lo noto duro y potente debajo de mí, comienzo a frotarme hacia adelante y luego atrás, resbala a causa del lubricante del preservativo y el que hay de más en mi ano.

No puedo más, estoy ansioso, levanto mi cadera, con mi mano derecha lo busco y doy con él a la primera para guiarlo donde quiero tenerlo. Entra con facilidad, sin dolor alguno y por ello grito con fuerza, noto como me adapto a su aparato, mis paredes lo envuelven y comienzo al instante con el movimiento que tanto ansío.

Subo y bajo lentamente, utilizo la fuerza de mis piernas para el acto, me balanceo dándome placer a mí mismo pues Ravi únicamente se deja hacer, está intacto, me mira detrás de su antifaz y sonríe entre una sonora respiración, está disfrutando del mismo modo que yo mientras me autopenetro.

Cabalgo cada vez con más velocidad, doy saltos sin control sobre él, sin querer lo araño pero parece que no le importa cuando lo miro arrepentido, pues traga fuerte mientras asiente, me dice con sus ojos que todo está bien, más que bien. Los golpes lascivos que genero contra su bajo vientre se vuelven sonoros y excitantes, mis gemidos van a su compás y Ravi me sigue al momento.

Ha decidido acompañarme en las estocadas, ahora somos los dos los que nos damos placer mutuamente, yo con mis saltos y él con su cadera profundiza en mí, duro y fuerte. Toca el punto que tanto me gusta, y arqueo la espalda como respuesta. La camisa me cae hasta los codos, tengo mucho calor y quiero quitármela pero en mitad del juego, Ravi me la vuelve a colocar.

Aprovecha el lugar de sus manos para ponerlas a cada lado de mi cadera y manejarme a su antojo, ahora es él quien controla las entradas y salidas, estoy agotado así que dejo que me manipule como quiera. Caigo sobre su hombro sudado, lo dejo envestirme posesivamente mientras me aprieta con fuerza las nalgas, grito de nuevo contra su cuello con cada estocada.

De repente me coge de las muñecas, y en un movimiento rápido me coloca debajo de él sin ni siquiera haber salido de mí, y de ese modo continua con la partida. Mis piernas lo abrazan por la cintura y mis talones se clavan en su culo, estoy tan pegado a él que dudo que las cámaras nos distingan en ese momento.

Mi pene agradece la fricción entre nuestros abdómenes, el placer es máximo y como acto reflejo me muerdo los labios para ahogar un sonoro grito, pero me es imposible. Mi recto recibe cada vez con más ganas y fuerza su dureza, y yo presiento que se acerca el final, aunque no quiero.

Simplemente deseo que no acabe nunca ese momento, tener esa sensación de plenitud a todas horas, sentir que toco las estrellas con cada ardiente choque contra mí. Entrelazo los dedos en su nuca, mi boca busca su oído, me introduzco uno de sus pendientes, absorbo y Ravi me responde con un gemido placentero y un empuje más fuerte que me encanta, sonrío y prometo hacérselo más veces, si es que las hay.

Cambia la posición de su cabeza y ahora sus labios se hunden en mi cuello, en ningún momento deja el vaivén de su cadera, el antifaz me hace cosquillas y, a pesar del calor, mi cuerpo siente escalofríos al sentir su lengua y dientes, luego me marca, pero no me importa porque estoy dispuesto a ser suyo el resto de mi vida.

Luego noto la punta se su nariz acariciarme, traza todas las facciones de mi cara, tengo los ojos muy abiertos, igual que los suyos, nuestras respiraciones se mezclan y nos encadenan el uno al otro, solo nos separan unos milímetros, y deseo con toda mi alma romper la prohibición de no tocar sus labios.

Pero no ocurre nada.

Aprieto fuerte su cuello para no caer rendido, la parte final en la que todo va más rápido comienza, se mueve con intensidad y los gemidos salen solos, Ravi me da todo y yo lo recibo con placer. Me acuna la cabeza para mirarme, la tengo atrapada entre sus manos y sin yo esperarlo sube la boca hasta mi frente y deja un beso, a la vez que su líquido blanco inunda todo a su paso.

Abro los ojos mucho más, el corazón se me dispara el doble de alocado de lo que ya está, yo también he llegado al final de manera increíble y con el mejor de los regalos. Aún no se ha separado de mí, no sé si es por vergüenza o porque está asimilando lo que acaba de hacer. Yo tampoco lo creo, pero sé que ha sido real, aun siento el cosquilleo que ha retumbado todo mi mundo.

El único sonido que se escucha en la habitación es el de nuestras respiraciones, llevamos minutos en la misma postura, aunque algo más relajados. Ni siquiera he quitado mis manos de su cuello y él sigue con la barbilla apoyada en mi cabeza, la vena de su cuello late igual que mi pecho. Lo escucho tragar fuerte, luego sale de mí con lentitud y se saca el preservativo para tirarlo.

Siento mi cara arder, estoy extremadamente complacido y confuso a la vez, no tengo ni idea de lo que ha significado ese beso, pero se ha clavado a fuego en mi memoria, y eso que solo ha sido en la frente. No tengo ni idea de lo que va a pasar a partir de ahora, tal vez para él no haya sido nada, pero yo siento que esta segunda vez ha sido especial. Su voz me saca de mis pensamientos cuando vuelve a mi lado.

- ¿Volverás de nuevo, my boy?

🔥🔥🔥

¡Los bomberos están de camino!🚒🚒🚒 ¿Hacen falta muchos?🤔

Besitos😘😘😘

Boy 23 (Navi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora