Mi amigo

788 96 25
                                    

La semana pasa rápida debido a que disfruto mi trabajo, he podido conocer más a fondo a mis compañeros, sobre todo a Hongbin. Gracias a él mis tareas son fáciles de realizar, y siempre tengo con quien hablar a la hora del almuerzo. Me gusta la amistad que hemos formado en tan poco tiempo, y sobretodo me ayuda a distraerme de mi pequeña decepción.

Realmente me hubiera gustado que Wonsik y Ravi fueran la misma persona, su parecido físico es increíble, pero uno no suele quitarse unos tatuajes de un día para otro, así que lo descarto de inmediato. Decido no pensar en ello de nuevo, y me centro en la excitación que me provoca el acostarme con un hombre enmascarado, es mi secreto personal y me gusta, nadie en la oficina imagina que tengo dos videos en una página web porno, en la que causo sensación por mis gemidos.

Sonrío mientras escribo el nombre de Ravi en el ordenador, lo tengo guardado en favoritos, es viernes noche y he estado tan ocupado que no he tenido tiempo de ver nada. Sé que mañana voy a tener un nuevo encuentro con él, pero no aguanto más. Acabo de salir de la ducha y en ella me ha venido a la mente nuestra última noche, por ello mi entrepierna está demasiado despierta y yo la voy a complacer.

Busco mi video favorito, el segundo que grabamos, me gusta verme tomando un poco el control y su sonrisa mientras lamo toda su hombría. Mis gemidos vuelven a protagonizar el video, y rápidamente se mezclan con los que estoy creando actualmente, mi mano por inercia ha bajado al lugar correspondiente, comenzando con los movimientos necesarios.

En el minuto cuarenta, me veo cabalgando y arañando su pecho, nunca pensé que me excitaría tanto mirarme a mí mismo en esa situación. He comenzado mi pequeña diversión personal únicamente con mis pantalones de pijama, pero conforme más me toco, decido que todo me sobra. Hace mucho calor y en esto momentos necesito algo más, así que me viene una idea a la mente.

Pongo el video en pausa, camino hasta mi cuarto completamente desnudo, y con mi dureza pidiendo atención. Abro el primer cajón de mi mesa de noche, encontrando a la primera a un buen compañero en mis noches más solitarias. Es algo frío y no es lo mismo que una real, pero en ese instante me va a hacer un favor en mi imaginación perversa, pues es mi único recurso al no tener a nadie como Ravi a mi lado.

Me encantaría poder ponerme en contacto con él y decirle que lo necesito, no me importa si me graba, si es con antifaz o si decide no pagarme, pues en ese momento necesito más el contacto carnal que dinero. Mi excitación hace que cometa la locura de enviarle un mensaje por Twitter, sé que luego me voy a arrepentir pero no me importa en absoluto, no tengo su teléfono y es lo único que se me ocurre.

Para mi sorpresa me responde, primero con una negativa por que no puede irse del sitio donde está, y después con un número de teléfono junto con una palabra:

Llámame.

Lo hago, en estos momentos me sirve cualquier cosa para aliviarme sexualmente, y si es con su voz mucho mejor. Marco los números rápidamente, me tiemblan las manos, le doy al botón verde y me lo coloco en la oreja, a los dos tonos noto como si me susurrara.

- Hola, my boy.

- Ho...la... - Digo nervioso.

- ¿Estás muy excitado?

- Sí. – Asiento como si me viera.

- Bien, juguemos un rato. – Su voz hacía eco, no sé dónde está pero me da igual. – Descríbeme todo, la ropa llevas, dónde estás o que utilizas para darte placer. – Me está siendo muy difícil no tocarme, ese tono sensual haría que me corriera en cualquier momento, así que me controlo para disfrutar del momento.

- Estoy en la silla, delante de mi ordenador con nuestro video de fondo. – Trago fuerte – E...estoy completamente desnudo y... - Lo oigo suspirar. – Te...tengo un consolador de silicona.

- Delicioso. – Tiene el valor de decirme. – Vete a la cama, my boy. ¿Tienes lubricante?

- Sí.

- Pues ya sabes el siguiente paso. No cuelgues, te diré en todo momento lo que vas a hacerte.

Por supuesto le hago caso, me dirijo a la cama, pongo el manos libres para poder seguir sus indicaciones con comodidad y saco el bote que me ha dicho.

- Estoy listo. –Digo ansioso.

- Empápate bien los dedos, que haya lo suficiente para dilatarte sin dolor. En cuanto los tengas, ponte en cuatro y mete uno a uno, igual que lo hago yo. ¿Lo recuerdas?

Claro que lo recuerdo, pongo mi cabeza sobre la almohada y el teléfono a escasos centímetros, estoy boca abajo pero con las rodillas hincadas en el colchón, de esta manera es muy fácil auto dilatarme, y gimo fuerte en cuanto comienzo con el tercer dedo.

- Por lo que oigo, te lo pasas bien ¿Cierto? ¿Por qué no vas cada vez más rápido? Vamos, regálame tus adorables gritos, my boy.

Lo hago, estoy comenzando a sudar, mis dedos entran y salen de mí con facilidad, acerco los sonidos de mi boca al teléfono para demostrarle que soy un buen chico. Me gusta escuchar su respiración acelerada, imagino que también se está tocando, pero no se lo voy a preguntar pues en mi imaginación sí que lo hace.

- Creo que ya es hora de dar el siguiente paso. Moja bien ese juguete, no quiero que te hagas daño, te necesito entero para mañana.

Con solo esa frase mancharía mis sábanas, esa voz tan penetrante y gruesa hace que mi compañero de silicona entre sin problemas, cierro los ojos imagino que es él.

- ¿Te gusta? – Gimo con una sonora afirmación. – Mete duro ese miembro, Hakyeon, haz que se aproveche de ti, como lo hago yo. Toca ese punto que te vuelve loco.

- ¡Ravi! – Grito su nombre cuando logro lo que dice, mi mano se mueve por inercia, llega hasta donde quiero, cada vez más rápido.

- Así me gusta... continua, my boy. ¿Lo pasas bien?

No puedo responder más que con gritos, estoy haciendo mucha fuerza con la mano contraria para no caerme y me duele, pero no me importa he encontrado el ritmo perfecto. Estoy a punto de llegar al final, y escuchar que él también gime al otro lado solo hace que quiera aumentar mi velocidad.

- Vamos... sé que te queda poco.

Y con esa frase, me doy una última estocada, mancho mi cama sin pudor, apretando la cara contra la almohada y emito un sonoro grito junto al micrófono del teléfono, para que me escuche, quiero que sepa que he alcanzado el clímax gracias a él. No dice nada, solo lo oigo respirar igual de errático que yo, me pregunto si él también lo ha hecho.

- Eres un chico muy malo. – Escucho entre suspiros sonoros. – Me has hecho perder la cordura en el baño de mi trabajo, espero que no me despidan.- Oigo su risa y eso me tranquiliza, no me gustaría que tuviera problemas por una calentura mía. - ¿Lo has pasado bien?

- Por supuesto que sí. – Digo aun controlando el aire que entra y sale de mí. – Ha sido... increíble.

- Bien, descansa. Porqué mañana será mucho mejor. Buenas noches, my boy.

- Buenas noches, Ravi.

Doy un último suspiro antes de recomponerme, estoy agotado, dejo a mi suculento amigo en la mesa de noche, no tengo fuerzas para limpiarlo, así que lo dejo para mañana. Tampoco me molesto en vestirme, y me tumbo bajo las sábanas manchadas, los ojos se me cierran solos, deseando que llegue el día siguiente.

🔥🔥🔥

🙈Capi de transición...🙊

Besitos😘

Boy 23 (Navi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora