Mis dudas

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Plancho como puedo mi camisa, es la última decente que me queda y combina con el traje azul, me termino de arreglar el pelo y salgo por la puerta de inmediato. Hoy la entrevista es en un banco no muy lejos de mi casa, por suerte he llegado a tiempo.

Una chica me sonríe en la entrada y me dice con amabilidad que espere en una sala a que me llamen, le doy las gracias y me siento en uno de los sillones.

Estoy nervioso, si aquí no me dan una oportunidad se me acaban las opciones, y terminaré trabajando en una tienda veinticuatro horas. No es que sea un mal oficio, pero no he estudiado economía y finanzas para nada, me gustan los números, y comenzar en aquel banco me daría estabilidad.

Otro chico entra en la sala, tal vez con el mismo motivo que yo, nos sonreímos y saludamos en silencio, luego lo veo sentarse a dos sillas de mí. Los minutos pasan, estoy aburrido y ansioso por entrar, así que saco el teléfono para distraerme y leer el otro motivo por el que me tiemblan las piernas, deseo que llegue la noche cuanto antes.

Boy23, con mismas condiciones anteriores... ¿Deseas volver a salir en uno de mis videos? Te pagaré el doble. Si aceptas te espero mañana a las nueve en el mismo lugar.

He confirmado mi asistencia, no solo por el dinero si no por el hecho de volver a tener sexo con él, desde aquel día, Ravi se ha transformado en objeto de mi deseo, pienso en su ardiente cuerpo todos los días. Necesito que me vuelva a tocar del mismo modo, sentir sus manos por mi piel y que me haga viajar al mundo del éxtasis y la lujuria.

Escucho mi nombre de la boca de un señor mayor que aparece de repente en la sala, me levanto rápidamente y le sigo. Decido apartar mis pensamientos sobre esta noche, me centro en la entrevista, no puedo perder esta oportunidad. Respondo con claridad todas las preguntas, intento que se lleve una buena impresión de mí y parece que lo consigo, pues tengo una segunda entrevista al día siguiente con otro de los directores.

Salgo del edificio eufórico, las cosas marchan con fluidez y eso me asusta, pero decido disfrutar de ello. Miro el reloj, aún faltan demasiadas horas para las ocho de la noche, sé que pasaran demasiado lentas así que las aprovecho para entretenerme por las calles de Seúl, antes de llegar a mi casa.

Mis tripas suenan en cuanto veo en un escaparate, un plato de arroz con pollo picante hecho de cera, miro la cartera y sonrió al percatarme de que tengo el dinero suficiente para poder comer. Entro en el restaurante y en pocos minutos tengo mi almuerzo sobre la mesa, salivo al oler la fragancia de la carne jugosa, rompo los palillos y pruebo el primer bocado con ganas, está delicioso.

En cuanto termino me levanto de la mesa para pagar, estoy satisfecho y decido volver en cuanto me lo pueda permitir de nuevo. Me acerco al atril y un chico extremadamente guapo me sonríe mientras me da la cuenta, me quedo mirándolo, parece que lo he visto antes pero no caigo donde. Tiene una plaquita con su nombre, la leo disimuladamente:

Kim Wonsik

Sigo sin saber de qué me es conocido, así que pienso que únicamente se parece a alguien, o al menos hasta que escucho su voz.

- ¿Ha comido bien?

Lo vuelvo a mirar, me fijo en sus ojos caídos pero preciosos, tiene una piel ligeramente más clara que la mía y un cuello fuerte. Su sonrisa es lo que me hace caer en algo, pero no puede ser, es imposible. Sé que Ravi debe tener una vida detrás de su peculiar trabajo en internet, pero no puedo imaginármelo en un restaurante de comida rápida.

- ¿Se encuentra bien? – Me vuelve a preguntar al ver que no respondo, y yo solo asiento. No me cabe duda de que la voz y la entonación que utiliza, es muy parecida a la de él.

- Ah... Sí. – Carraspeo. – Estaba todo delicioso.

Con disimulo, me fijo en sus brazos, pero tristemente los lleva tapados con la camisa del restaurante, ellos pueden ser la única respuesta a mis dudas y los que me aclararían si realmente es él. Le doy el dinero correspondiente y Wonsik me agradece la visita con una reverencia, luego lo veo marchar.

Salgo con demasiadas dudas en mi cabeza, pero decido no darle más vueltas, seguro que ha sido mera casualidad, es imposible que en una ciudad tan grande como Seúl, coincida con Ravi así como así. Dejo de pensar en ello y me centro en volver a casa para asearme, cada vez queda menos para mí nuevo encuentro, estoy ansioso, necesito estar a su merced otra vez.

Me ducho con un jabón olor a canela, una especie afrodisiaca que a mí personalmente me excita mucho, y solo espero que Ravi la disfrute igual que yo, para que pueda saborearme a su antojo aunque nunca lleguemos a tocarnos los labios. Intento no excitarme pensando en ello, debo guardar fuerzas para dentro de pocas horas.

🔥🔥🔥

Sip... Hakyeon debe ahorrar fuerzas...yo lo sé😏😁

Besitos😘

Boy 23 (Navi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora