Capitulo 1

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Capitulo Editado

Killian

Dos años después...

La primera vez que me topé con ella fue en el hospital. Me encantan su cabello, sus ojos, su labio y sobre todo su cuerpo me encanta, todo de ella. Parezco acosador, pero no me importa, ella es mía desde el primer día que la miré.

Se mudó en la ciudad a unas cuadras del club. Todos los días la observo pasar desde el balcón de mi habitación, quiero saludarla, pero maldita sea, siempre va o viene con alguien.

Trabaja en la librería, creo que le gusta leer, también va a la facultad, vive con su mejor amiga y una niña.

Hoy, después de dos años, me atrevo a hablar, estoy de camino a su trabajo.

Entro y empiezo a recorrer los estantes de libros. Miro que hay de amor; no me gustan. De acción tampoco, de historia tampoco, de cocina tampoco. MC, por lo menos algo bueno, lo leeré. Paso por la caja, miro embobado a la hermosa mujer de mis sueños, entrego el libro.

—Son 40 dólares —me dice mientras le entrego el billete; admiro su hermosa voz, todo de ella es hermoso.

—Gracias por su compra, señor —me sonríe; esa sonrisa me pone duro. Miro que tiene un porta nombre en su camisa de trabajo.

—De nada, hermosa Arlette —le digo. Ella enseguida se sonroja. Rodeo el escritorio y me acerco más a ella; comienza a alejarse, pero le agarro de la cintura.

—Señor, no es correcto, estoy en horario laboral y no lo conozco —expresa con timidez.

—Killian, preciosa, soy tuyo y tú eres mía —le digo mientras miro sus preciosos labios carnosos.

—Señor Killian, estoy en horario laboral, quiero que se vaya de la tienda inmediatamente, y lo acabo de conocer, no puedo ser suya —repite enojada. Me encanta hacerla enojar, nunca la había visto así.

—Quiero salir contigo, preciosa, en una cita tú y yo solos. Te pido, aunque no sé nada de citas ni soy romántico — le ruego.

—No, señor Killian, no se va a poder —me enfatiza mientras se dirige a guardar los libros.

— ¿Por qué no? —pregunto interesado.

—Estoy en horario...

Le interrumpo la frase.

—Ya lo sé, hermosa, el sábado nosotros dos en una cita —le insisto.

—No, adiós, señor Killian —me responde mientras se va para abrirme la puerta.

—Te conquistaré, ya lo verás, bella Arlette —le expreso mientras salgo. Me voy hacia mi moto y me quedo lo más lejos posible. Siento vibrar mi teléfono, miro la pantalla, es mi hermano Asim.

—Hola, ¿qué pasa? —le pregunto.

—Te necesito en el club urgente —responde y cuelga.

Arranco la moto, voy directo al club. Al llegar allí, bajo rápido y entro.

— ¿Qué pasó? —consulto desesperado a Asim.

—Atacaron a Asink y a Monik cuando venían de su misión, Asink está malherido y Monik murió —responde cabizbajo.

— ¿Qué? ¿Cómo pasó esto? —pregunto.

—Fue una trampa –me contesta.

—Tenemos que estar listos para lo que viene, tenemos que mantenernos fuertes, ayudarnos entre nosotros —le digo con total seriedad.

Mientras me siento, me dan una cerveza y miro que viene una de las putas del club.

—Hola, guapo, ¿vamos a jugar? —me pregunta.

—No, gracias, ya tengo a mi chica —le respondo hoscamente. Mis hermanos saben de Arlette, no les guardo ningún secreto y jamás lo haré, pero igual veo a Asim sorprendido por lo que dije.

— ¿Ya le hablaste? —preguntó mi hermano.

—Sí, ya lo hice, pero como es una civil tengo que conquistarla con citas y todas esas mierdas que ellos hacen —suspiro. Miro a la puta que me sigue insistiendo.

—No me jodas, hermano, ¿en serio la quieres? —insiste en saber Asim.

—Sí, joder, no sé por qué, pero es mía, solo mía. Desde la primera vez que le vi en ese hospital, tengo la sensación de protegerla en todo momento. No me voy a cansar de insistir que vaya conmigo a esa cita —le cuento mientras tomo mi cuarto vaso de cerveza.

—Joder, hermano, estás tratando de sentar cabeza —bromea Asim.

—Jodidamente sí —contesté negando. Me subo a mi habitación, escucho gritos en la calle, abro la ventana.

—Ayuda, por favor, ayúdenme —grita alguien. Abro los ojos y voy corriendo a bajar las escaleras. Salgo del club, voy hacia donde provienen los gritos.

—Ayuda, por favor —grita mientras está llorando. Miro y es mi bella Arlette, con un hombre encima de ella; el hombre trata de hacerle daño. Empujo al hombre lo más lejos posible y la cargo a bella como una princesa, entro al club y subo a mi habitación con ella.

—Todo está bien, Bella, te protejo, Bella, tranquila —digo mientras acaricio su cabello. Siento que su respiración se vuelve lenta, veo que se está quedando dormida.

Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora