Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)

Capitulo 12

Capitulo Editado 

Killian

Tres malditas horas esperando que algún doctor salga de la puerta. Me estoy desesperando más de lo que ya estaba. Todos los demás están aquí: Asim, Asink, los presidentes para poder acabar con Ángeles Kings. Thabit y su vieja dama se fueron a su ciudad.

—Amigo, deja de moverte, me mareas —dice Neón desesperado mientras se para. Viene hacia mí, me agarra del brazo, me dirige hacia la silla y trata de sentarme.

—Nadie me dice nada, estoy desespera... —me interrumpen cuando escucho la puerta del quirófano abrirse.

— ¿Familiares de Arlette Ezkarra? —pregunta un doctor.

—Soy su esposo —le respondo.

—Ella está bien, le di un sedante porque está un poco traumatizada, las penetraciones fueron horribles. Necesitará reposo, y las heridas ya están curadas. La próxima semana veremos si no tiene síntomas de embarazo —explica.

— ¿Puedo pasar a verla? —pregunto.

—Sí, uno a la vez —dice mientras asentimos todos. Camino con el doctor hasta la habitación, entro. Me parte el alma ver así a mi Bella, no la protegí lo suficiente como para que esté a salvo; me acerco más a ella y le doy un beso en la frente.

—Despierta, mi Bella, lo siento tanto, siento no protegerte de los clubes, siento ser un completo idiota. Prometo que te protegeré en todo momento. Si despiertas, vivirás conmigo y tendremos muchos hijos —le digo sollozando mientras que la abrazo.

— ¿Por qué lloras? No fue tu culpa, Killian —me dice mientras alzo la mirada. Trata de abrir sus hermosos ojos y acomodarse en la cama; se separa de mí por los recuerdos que tiene en su cabeza, comienza una lágrima a salir de sus ojos.

—Creo que es mejor dejar... —intenta decirme.

Interrumpo cuando mi Bella iba a decir una frase que no me gustó para nada:

—Bella, despertaste, no me dejes nunca, Bella —le ruego mientras me acerco a abrazarle. Comienzo a llorar como un niño pequeño y me tranquilizo cuando ella me consuela acariciando mi espalda y susurrándome cosas hermosas en el oído. Cuando me separo de ella, sonríe con lágrimas en sus ojos, y me acerco más a ella.

—No lo haré, mi vida, yo te amo mucho. Tienes que aguantarme por mucho tiempo porque no pienso dejarte —me afirma mientras me acerco y la beso.

—Yo te amo más, mi Bella —le digo mientras unimos nuestras frentes y reímos.

—Te quiero hacer una propuesta, Bella —le comento rompiendo nuestro beso y la miro a los ojos como un adolescente enamorado.

—¿Cuál es la propuesta, mi vida? —me pregunta mientras que yo me siento despacio en su cama y entrelazo mi mano y la de ella.

—Quiero que vengas a vivir conmigo, no soporto estar sin ti, quiero verte todos los días, quiero sonreír todos los días contigo —le propongo un poco nervioso rascándome la nuca.

—Eres mi vida, voy a vivir contigo. Ya era hora, ¿no?, de que hagas esa propuesta indecente —dice sonriendo.