Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)

Capitulo 21

capitulo editado 

Maratón 4/5

Cain

Días antes del rescate de los hermanos

—Todos a una reunión ahora —grito. Todos empiezan a pararse, pero alguien me detiene cuando voy hacia la sala de reuniones.

—Esperen un segundo, quiero participar de la reunión y de la pelea —dice Arlette decidida.

— ¿Qué? Ustedes no saben usar ninguna arma, ni un palo —dice unos de los prospectos, y es mala idea porque miro a Arlette; todas las chicas están furiosas, se empiezan a acercar más a nosotros.

—Nos enseñarán a usar una jodida arma o lo que haga falta —dice Arlette. Yo me sorprendo porque nunca ha hablado así. Nosotros asentimos con miedo, solo pienso que Jarabi me matará por esto.

—Ahora vamos adentro —ordena.

—No, ustedes no participarán. Arlette, es muy peligroso para ustedes —le manifiesto con seriedad.

—Dices que somos débiles. Chicas, a ellos átenles fuerte en las sillas y no los dejen escapar —dice furiosa. Empiezan a correr a hacia nosotros y gritamos.

Horas después

Todos estábamos atados en las sillas de la sala de reunión y escuchábamos el plan de las chicas. Era superbueno, pero todavía tengo en mi conciencia que Jarabi nos matará por ser tan maricas.

—Y eso es todo, recuerden que mañana empieza nuestro entrenamiento y sin quejas. Tenemos que salvar a mi hombre y no nos detendremos —dice muy segura Arlette; me mira fijamente.

—Cain, ¿nos ayudarás? —me consulta.

—Sí, todo por el prez, encima quién les protegerá —respondo decidido.

—Entonces quiero que rastrees el celular de Jarabi para que podamos ir a rescatarlos —dice seria. Asiento y ella me desata, pero a los otros todavía no porque la miran mal.

— ¿Qué tienen? ¿Algún problema conmigo? ¿O directamente le puedo contar al prez que los chicos del club no querían rescatarlo? —amenaza y todos palidecen por lo que acaba de decir, y niegan.

—Bien, ahora nos enseñarán a defendernos y a usar las armas, ¿entendido? —pregunta. Todos me miran y encojo los hombros. Asienten.

—Chicas, desátenlos —dice.

Actualidad

Estamos esperando a todas las chicas para ir a rescatar a los jefes, pero se demoran mucho.

—Vamos ya, chicas —grito.

—Ya bajamos. Tranquilos —grita Arlette.

—Jodida mierda él, nos matará si ellas van —comenta uno desesperado.

—Tranquilo, no harán nada —susurro en su oído. Aclaran la garganta atrás de mí y los dos nos ponemos pálidos.

—Chicas, átenlos, nos quieren dejar aquí —ordena Arlette seria.

—Arlette, es peligroso para ustedes. Entiéndelo —le enfatizo. Ella se acerca más, agarra mi remera.

—Es mi hombre el que está ahí y no lo dejaré —remarca y me suelta. Las chicas se acercan y empiezan a atarnos de nuevo. Se van con nuestras camionetas porque agarraron las llaves de nuestros bolsillos cuando nos ataron.

— ¿Que hacemos, jefe? —pregunta uno desesperado.

—Ahora ya nada —contesto suspirando y negando con la cabeza. Escuchamos que abren la puerta y veo que es Sam.

—Jefe... —mira confundido a todos y a mí que estamos atados.

—Jefe, ¿por qué están atados? ¿Y por qué las chicas están vestidas ardientemente? —dice extrañado.

—Fueron a rescatar al prez. ¿Nos puedes desatar? —le respondo suspirando. Él asiente, se acerca a nosotros y empieza a cortar todas las cuerdas.

— ¿Qué hacemos, jefe? —preguntan.

—Nada, vamos a confiar en las chicas y escondernos para que Jarabi no venga a matarnos —respondo.