Jarabi (#1 Mc Reyes Demonios)

Capitulo 31

Capitulo Editado

Diablo

Esta es la idea más estúpida que he planeado: secuestrar a un bebé recién nacido que llora todo el tiempo y me harta. Dios.

—Katrina, ven a cuidar al estúpido engendro que tengo aquí y que deje de llorar, carajo —grito. El bebé sigue llorando más fuerte y me empiezo a desesperar. Katrina viene con el biberón del bebé, el mocoso deja de llorar y suspiro. Vuelve a llorar.

—Esta es la idea más tonta y boba que hice —manifiesto mirando a Katrina; ella se encoge de hombros.

—Solo espero que Jarabi venga por su mocoso —expreso impaciente. Miro y son las 3:30 de la mañana. Joder, no puedo más con esto. Me levanto, agarro al niño que sigue llorando, me dirijo a la puerta y voy hacia la casa de Jarabi. Toco el timbre y me encuentro con una Arlette llorosa; abre los ojos sorprendida y mira al mocoso.

—Tú secuestraste a mi bebé, Diablo. Me violaste y trataste de matar a mi esposo. No nos puedes dejar en paz, maldito cobarde. Te odio con toda el alma. No te quiero ver; si te vuelvo a ver por acá, yo misma acabaré contigo —me dice escupiendo sus palabras de odio. Le entrego al bebé y me largo arrepentido porque las palabras que me dijo Arlette en verdad me dolieron. Hoy mismo me prometo no meterme más en la vida de ellos.

Arlette

Tener en los brazos a mi hijo de nuevo es lo más feliz que me ha pasado. Empiezo a calmarlo, le doy su leche y también le hago eructar. Le cambio su pañal y le hago dormir a mi pequeño Eros. Una vez dormido, llamo a Killian para que venga a la casa.

—Hola, Bella, ¿qué pasó? —pregunta al llegar.

—Ya lo encontré —miento. Ya no quiero más problemas, peleas. Estoy cansada y solo quiero dormir ya que mi pequeño está a salvo en nuestro hogar.

— ¿Quién lo tenía? —pregunta. Pienso bien en lo que le diré, pero decido por la verdad; al final, se dará cuenta de las cosas.

—Diablo —le digo. Empieza a maldecir por todos lados. De repente, suena su teléfono y me mira pidiendo permiso. Asiento.

—Voy para allá —dice y cuelga. Me mira con una cara de "después te cuento". Le digo que sí con la cabeza. Se acerca a nosotros y nos da un beso en la frente. Cuando se va, miro a mis dos angelitos divinos. Empiezo a cantar la canción de cuna que mamá me solía cantar, bajo las escaleras y me voy hacia el patio. Miro a Laika y Zeus comiendo, y Nino, Fuego, dormidos. Entro, voy hacia la cocina. Escucho el sonido de un motor apagándose. Abren la puerta como si fueran a tirarla. Me dirijo hacia ella y suspiro aliviada porque veo que son Killian y su equipo.

— ¿Dónde está mi hijo? —pregunta seco.

—Está dormido —digo confundida por su aptitud. Sube rápido a la habitación y le sigo. Abraza a mi pequeño Eros, salgo de la habitación y me voy hacia la cocina donde estaba preparando comida para Killian y para mí.

—Jefa... —dice Cain y me doy la vuelta.

— ¿Qué pasó? —le pregunto.

—Quiero darle esto —me dice y me entrega una carta. Le miro sin entender y encoge los hombros.

—Hace poco llegó —dice. Asiento y empiezo a abrirla.

Arlette

No estoy muerto, vendré por ti

Anónimo

Trago saliva y me pongonerviosa enseguida, solo espero que esto termine pronto