—Era mi último cigarro.— miró con tristeza a su pobre cigarro apagado y tirado sobre el piso.
—Me alegro ~.—
—Te odio.—
—Lo hago por tu bien.— sonrió con inocencia y miró hacía el frente para poder ubicar a su hijo, notando como este jugaba en los columpios con unos cuantos niños más. —¡Oh! ¡Tord tiene amigos!— sonrió con alegría. —No creí que los tuviera porque... Ya sabes... Él es "especial"—
—Ah, ¿quieres decir que da miedo?—
—Oh, vamos. No lo digas de esa forma.—
—Es la verdad.— miró a todos los niños jugando apesar del clima tan frío que había.
Imaginaba que sería lindo tener un niño... Siempre y cuando no sea como Tord, claro.
—Oye...— entrecerró sus ojos un poco al observar con detenimiento a Tord desde lo lejos. Nunca se había puesto a analizarlo, a fin de cuentas era alguien distraído. —Tord no se parece mucho a ti o a Victoria...—
—Es adoptado.—
Paul abrió sus ojos con sospresa y volteó con rapidez hacía Patryck. Tal vez si hubiera estado bebiendo algo en ese momento lo habría escupido de inmediato.
—¿Qué?—
—¿No te lo había dicho?... Ejem, Tori no puede tener hijos.—
—...—
—Solo no le digas a Tord ¿si?, él no lo sabe aún y no quiero saber como se lo tomaría.— hizó una mueca.
—Wow.—
—Pensé que sí te lo había dicho..—
—Pues no fue así.—
—Lo sien...— antes de terminar de disculparse, su teléfono comenzó a sonar, rápidamente lo sacó de su bolsillo y contestó. —¡Oh! Hola, amor.— saludó alegré al escuchar la voz de su amada.
Paul no tardó mucho en deducir de quien se trataba, hizó una mueca de disgusto y desvio la mirada.
—Pat, cariño ¿cómo éstas? ¿cómo esta Tord?— habló la joven quien parecía estar en un lugar público debido al ruido de bastantes personas.
—Estamos bien, aunque ambos te extrañamos mucho~—
—¡Aww! Yo también los extraño~ ¿no se te han dificultado las cosas cuidando de Tord?—
—Eh, de echo Paul me esta ayudando un poco.—
Dicho holandés miró a Patryck con una ceja elevada al haber escuchado su nombre en la conversación.
—Te dije que no podrías tú so... Espera ¿Paul?— su tono cambió a uno molestó cuando escuchó aquel nombre. Ella sabía perfectamente quien era Paul.
De echó se "conocían"... o algo así... Antes fingía ser solo la amiga de Patryck, cuando en realidad salian en secreto porque el polaco no era capaz de terminar con su novio.
Apesar de ser algo obvios, Paul nunca se dio cuenta.
—Sí.—
—Patryck, escuchame bien... No quiero que lo vuelvas a ver ¿me oyes?—
—P-pero...— miró de reojo al holandés y luego se levantó de la banca, alejándose un poco para que este no escuchara. —Pero, linda, no puedo hacer eso, además esta aquí conmigo.—
—¿Y se puede saber que hace ahí contigo?—
—Trajimos a Tord al parque.—
—¡¿Qué?! ¡Patryck es muy tarde y hace frío por allá!—
—Lo sé, Paul lo abrigo bien ¿vez? Él es bueno.—
—Sí, como sea, pero él es tu ex-novio.—
Patryck rodó los ojos, oh dios.
—Victoria, ya han pasado años desde eso.—
—Sí ¿y?, él puede intentar algo para alejarte de mi ¡aprovechara que no estoy contigo, Pat!—
—No seas inmadura ¿si?—
—¿Disculpa? ¿Por qué lo defiendes a él?—
—¿Qué? Yo no defiendo a nadie...— colocó una mano sobre su frente algo irritado. —Escucha, yo te amo a ti y no pienso dejarte por nadie, mantente tranquila...—
la joven lo pensó por un segundo, al final se tranquilizó un poco por las palabras de su novio.
—Esta bien... Por favor, cuida bien a Tord.—
—Te amo.— sonrió levemente.
—Y yo a ti~.— de igual manera sonrió con ternura.
Después de despedirse colgó la llamada y regreso hasta donde él holandés se encontraba.
—¿Quién era?— elevó su mirada cuando notó la presencia de Patryck nuevamente.
—Oh, era Victoria.— habló sonriente.
—Ah... ¿Y qué dijo?—
—Ya sabes, preguntó por Tord y eso...— respondió restandole importancia mientras volvía a su lugar en la banca, a lado de Paul.
—Ah, ya veo...—
Ya tenía una idea de lo que había pasado, Victoria sintió celos y Patryck de alguna forma logro tranqulizar al ogro que tiene por pareja.
—¡Papi, papi!— se escuchó al pequeño niño corriendo hasta la banca donde estaban los dos hombres. —¡Papi! ¿Puedo complal galletas?— preguntó con una enorme sonrisa el infante.
—¡Tord! ¡¿Donde esta tu sueter?!— exclamó molesto el castaño.
—Qué te impolta.—
—Dime donde carajo está o te dare un disparo.— lo amenazó.
Tord corrió a esconderse destras de su padre y le sacó la lengua al mayor.
—¡Tú no eles mi mamá, no te tengo que explical nada!—
—¡Mocoso de mier...—
—¡Basta! Calmense ambos.— suspiró y miró a su hijo. —Tord ¿donde dejaste tu sueter?... En primer lugar ¿porque te lo quitaste?—
—Me lo quite polque me dio calol y esta alla en los columpios.— habló mientras que con su dedito señalaba a donde este se encontraba esta.
—Ve a ponertelo o te vas a enfermar.— hizo todo el esfuerzo del mundo por no jalarle del cabello y arrastrarlo por el piso para que se pusiera el dichoso sueter.
—No quielo.—
—Te vas a enfermar.— no quería ni imaginar como sería lidiar con él niño ese enfermo.
—No me impolta.—
—Tord, pontela y nos vamos a casa.— habló el polaco.
—¡Pero paaaaaa'!—
¡No era justo, él no queria irse ni ponerse el jodido sueter!
—¡Hazlo!— le miró molesto el holandés.
Tord no hizo nada más que hacer caso a ambos adultos. Odiaba que Patryck siempre le diera la razón a Paul, todo era un asco.
Paul era un asco, quería a su madre de vuelta.
(N/A: Hi ✨)
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❌¡¿Padres?!❌
Fanfictionו→ Ha de ser duro tener que ayudar a tu ex novio al que aun sigues amando a cuidar a su endemoniado hijo ¿no? Pues este es el caso de Paul. ←•× × El dibujo utilizado en la portada NO me pertenece. × Personajes pertenecientes a Edd Gould [Q.E.P.D]