❌¡¿Padres?!❌

🌸 u n o 🌸

La bella joven de ojos ámbar, se encontraba en la habitación que compartía con su pareja. Metía ropa y mas cosas de importancia en su maleta negra. Tenía que salir de la ciudad por motivos de trabajo.

-¿Segura que estarás bien sola?- preguntó el polaco mientras por detrás la rodeaba con sus brazos.

-Pat, se cuidarme sola ¿Tu estas seguro que estarás bien solo?- preguntó divertida.

-Claro que voy a estarlo ¿por que no lo estaría?-

-Es solo que, ya sabes... No eres muy bueno con los niños, además ya sabes como es Tord.-

Tord era el pequeño y "adorable" niño que tenían por hijo.

-Tranquila.- le respondió mientras le daba un corto beso en los labios a la dulce joven, el cual ella le correspondió.

Después de que la pareja dejara de darse mimos terminaron de arreglar la maleta y salieron de la habitación dirigiéndose a la salida de su casa.

-¡Voy a extrañarlos tanto!- exclamo la castaño claro mientras abrazaba con algo de fuerza a su pareja y a su hijo.

-¡Mami, no te vayas!-

-Lo siento cariño pero mami tiene que irse.- le beso la frente a su hijo y abrió la puerta para irse.

-¿Segura que no quieres que te llevemos?-

-Estoy segura.-

Soltó una pequeña risa, le dio un ultimo beso a su pareja y seguido de esto se despidieron para que después la joven saliera de la casa.

Patryck soltó un suspiro. No estaba muy seguro si es que él solo iba a poder controlar a el demonio de Tord, pues aunque no lo pareciera el pequeño niño era todo un dolor de cabeza.

-Bien To...- dirigió la mirada a donde se supone debería estar su hijo solo para darse cuenta de la ausencia de este. En seguida comenzó a alarmarse y buscarle desesperadamente, era totalmente consiente de lo que Tord era capaz de hacer. Comenzó a buscar por toda la casa, comenzando por su cuarto, después la cocina y luego la sala. De la nada su búsqueda se le fue interrumpida por un fuerte sonido proveniente del patio trasero, un disparo. Corrió a toda velocidad hacia donde provenía tal ruido y se encontró a su hijo disparándole a lugares aleatorios.

-Tord ¡¿Qué estas haciendo?! ¡suelta eso!-

-¡Solo si me atlapas!- le grito divertido mientras se echaba a correr por todo el patio mientras seguía dando disparos al azar.

Patryck no tuvo mas remedió que perseguir a Tord para intentar quitarle el arma. Después de media hora de intentar atrapar a Tord se dio por vencido, el pequeño aun tenia bastante energía mientras que él muy apenas podía seguir caminando. Tal vez un poco de ayuda no le vendría mal.

¿Que tal una niñera?

No, ninguna niñera lograba soportar a Tord.

¿Que tal Yuu?

No, Yuu odiaba a los niños.

-Supongo que mi única opción es Paul...- Suspiro. Es decir, Paul no era tan malo con los niños, sabía lidiar un poco con ellos y además era bastante duro, quizá y logre que Tord le haga caso. Se dirigió hasta el teléfono de casa y comenzó a marcar al numero de Paul.

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El holandés se encontraba sentado en el sofá de su casa, mientras miraba el televisor y comía una dona. De repente su celular comenzó a sonar, no se molesto ni en mirar el nombre y contesto.

-¿Hola?-

-¡Paul, necesitó que vengas a mi casa ahora mismo!- exclamo la voz al otro lado de la linea telefónica y seguidamente colgó.

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Patryck miraba asustado a su pequeño hijo quien se encontraba apuntándole con una arma por haberle quitado sus revistas porno/hentai. El timbre de la casa sonó haciendo que ambos dirigieran su mirada a la puerta. Patryck fue casi corriendo a esta y la abrió.

-¿Que sucede?- preguntó el cejudo confundido al ver a Patryck tan asustado.

-¡¿Quien putas eles tú?!- preguntó el pequeño niño mientras le apuntaba con el arma.

-Wouwouwou ¿Que mierda?- preguntó mirando al peli largo quién solo le dedico una sonrisa nerviosa.

-¡No te muevas o dispalo!- amenazo.

-Hey, tranquilo.- hablo nervioso mientras sacaba una pistola que llevaba con él en casos de emergencia y rápidamente le apuntaba al niño frente suyo. -Ahora, baja él arma.- habló con el mismo tono nervioso de antes, esperando a que el pequeño le hiciera caso.

Tord dejo caer el arma al piso y fue corriendo a esconderse detrás de su padre.

-¡PAPI ME QUIELE MATAL!- gritó entre llantos el pequeño Tord.

-Gracias.- le susurró a Paul bastante aliviado por haberle salvado.

-¿"Papi"?- miro incrédulo al mas alto. -¿Tu eres su padre?-

-¿Eh? ¡Oh, así es!- dijo sonriente mientras cargaba a su pequeño hijo en brazos.

-¿Victoria es la madre?- pregunto lo cual el polaco sólo asintió con la misma expresión de antes. -¿Y donde esta ella?-

-¡QUE TE IMPOLTA!- gritó Tord y después abrazo a su padre.

-¡Tord, no seas grosero!- regaño al pequeño. -Ella salió de la ciudad por motivos de trabajo.-

-Ya veo... ¿Para qué me necesitabas?-

-Bueno.- río nervioso. -¿podrías ayudarme a cuidar a Tord en lo que regresa Tori de su viaje?-

-Claro.- reprendió. Cuidar a Tord por unos días no seria tan malo. -¿Cuando regresa?-

-Uh, la verdad no hay una fecha exacta pero supongo que sera dentro de unos meses...-

-¡¿Qué?! ¿meses?! Olvidalo!- hablo Paul mientras se dirigía a la salida de la casa.

-¡Espera! Paul, por favor. - rogó el mas alto.

-¡No, no y no! Patryck no puedo hacerme carg... ¡¿Que estas haciendo?!- exclamo al ver como el mas alto se tiraba al piso y abrazaba su pierna con fuerza. -¡Sueltame!- intento caminar pero le era imposible por el peso de Patryck en su pierna derecha.

-¡Paul, por favor! ¡No me dejes con este mocoso! ¡VOY A MORIR!- grito exageramente Patryck quien se aferraba a la pierna del cejon para que este no se fuera.

-Maldita sea Patryck, dije que no ¡Dejame!-

-¡No! No voy a soltarte hasta que aceptes.- le respondió. Y no estaba exageraba, estaba realmente desesperado por conseguir ayuda, él no podría solo con él demonio que tiene por hijo.

-¡Agh! ¡Bien!- Paul no tuvo mas opción que rendirse y acceder de mala manera.

Patryck soltó de inmediato la pierna de Paul y se levanto tan solo para abrazar al cejon. -¡Gracias, gracias, gracias, gracias!- agradeció el mayor mientras levantaba a Paul del suelo y lo agitaba de un lado a otro.

Mientras tanto, el pequeño niño con problemas para pronunciar la "r" no hacía nada mas que observar con confusión a su padre hablando con ese extraño.