Capítulo III

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Laura

Me ignoraba. Todo el maldito tiempo. Ross me ignoraba. Había intentado hablar con él, pero simplemente se limitaba a pasar por al lado mío y marcharse.

Está acostado en el sillón, leyendo "Historia de Dos Ciudades" y me apoyo en el umbral mientras lo observo. Amaba observarlo leer. Si, yo también tengo el fetiche por los hombres que leen.

Honestamente, ¿quién no?

— ¿Te quedarás mirando o hablarás? Es realmente molesto leer así. — dice, bajando su libro para mirarme.

Me sonrojo de inmediato. Mierda.

— Yo... Quería disculparme por haber sido una completa perra contigo. — murmuro.

— Descuida. Lección aprendida. — responde, y vuelve a concentrarse en el libro.

Me acerco a él y se lo quito, ganándome una mirada enojada de su parte.

— No tenías que aprender ninguna lección, realmente siento lo que te he hecho y me encantaría empezar de cero...

— ¿Empezar de cero? — ríe. — ¿Cómo quieres empezar de cero cuando te acostaste conmigo, me utilizaste y te marchaste? No sólo eso, luego vuelves y ni siquiera te acuerdas del hombre al que hiciste mierda con tu rencor por un imbécil que te dejó.

— Me gustaría que podamos ser amigos, a Adam le encantaría que nos lleváramos bien.

— ¡No puedo ser tu amigo, Laura! — exclama.

— ¿Por qué?

— ¡Porque estoy enamorado de ti!

Un silencio se instala en la habitación y yo me cruzo de brazos, miran hacia otro lado. No podía creerlo.

En ese momento, la puerta se abre y Adam entra con varias bolsas y una sonrisa amplia.

— ¡No saben lo que les espera esta noche! — anuncia.

Ross se queda en silencio, y yo también. No podía dejar de pensar en su confesión. Adam me dijo que me amaba, pero Adam siempre tiende a ver sentimientos en donde no los hay. Pero ahora... Ross me ama.

— ¿Qué nos espera, gran Dios Adam? ¿Una noche en compañía con un musculoso, inteligente, divertido e increíble hombre? — pregunta, con voz fina. — ¿O una noche de cervezas y hockey con el mejor primo de toda la historia? — pregunta ahora con voz gruesa.

— ¿Lo consideras el mejor primo de toda la historia? — le pregunto a Ross, arrugando la nariz. — Tu familia necesita más integrantes.

— ¿Lo consideras musculoso o siquiera inteligente? Has perdido mi respeto. — bromea él, provocando mi risa.

— Ja, ja, ja... Qué chistosos. — responde Adam sarcásticamente, sentándose en el sillón.

Ross se sienta en frente y yo me siento a su lado, cerca de él.

— Iremos a... ¡Un baile de máscaras! — exclama, entusiasmado.

Ni Ross ni yo nos molestamos en ocultar nuestro gemido de protesta.

— Ni siquiera tengo una cita... — digo.

— Detesto los bailes. — responde Ross.

— Cállense, esto es para ayudar a una fundación de huérfanos. Además, será divertido. Laura, irás con una amiga mía. Ross, nosotros iremos juntos. Les daré sus máscaras y ropa a la noche.

— Tengo que estudiar para un parcial. — dice su primo.

— ¡Estamos en vacaciones!

— Pero yo tomé materias para el verano, ¿recuerdas?

Him (Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora