Him (Raura)

Capítulo X

Último capítulo

Laura

Suelto un suspiro mientras espero a que Ross salga de su salón, lo había acompañado a rendir su último final antes de recibirse. Ya llevaba allí una hora, y aparentemente les darían su resolución en cuanto terminaran. Había alumnos esperando afuera y todos parecían nerviosos y emocionados, visualizo a Ashley a unos metros míos y me dirige una sonrisa tímida, se la correspondo y no tarda en acercarse.

— Ross lleva allí demasiado tiempo... — murmura.

— Lo sé, ¿siempre se tardan tanto?

— Es el mejor de la clase, supongo que tendrán algo para decirle. Estoy segura de que le ha ido genial.

— Eso espero... — digo en voz baja y un silencio incómodo se forma entre nosotras.

— Siento haberlo besado. — dice de repente. — Lo siento mucho.

— Descuida, Ross me lo ha explicado.

— No me correspondió, supongo que también te ha dicho aquello. Eres afortunada, Laura... Él realmente te ama.

Sonrío. — Lo sé, y yo a él. Espero que algún día conozcas a alguien como Ross.

— Espero lo mismo.

Entonces, una idea se me ocurre. — Oye, ¿esta noche harás algo para celebrar que te recibiste?

— No, mi padre no tiene ánimos para celebrar.

— Ven esta noche a casa, cenaremos con la familia de Ross y mi madre, habrán niños así que puedes traer a tu hermana. Si tu padre quiere, también puede venir. — le ofrezco.

— ¿Estás segura? — pregunta.

— Por supuesto. Ven a las ocho, ya sabes la dirección. ¿Verdad?

— Si, ya he ido. Gracias, Laura... En serio. Estoy muy feliz por ustedes dos. — me dice, sonriendo ampliamente, y le creo. Sé que lo está.

Justo en ese momento, Ross sale y se acerca a nosotras rápidamente.

— Siento la demora... ¿Nos vamos? — me pregunta, parece ido.

— ¿Qué ha pasado? — le pregunto, confundida.

— Luego hablamos... — murmura, y se marcha.

— Nos vemos a la noche. — le digo a Ashley, para después seguir a Ross afuera de la universidad. — Cariño...

— Me ofrecieron una beca para realizar un posgrado en Harvard. Una beca completa. Además, unos empresarios están interesados en invertir en mi hotel. — dice.

— ¡Ross, eso es genial! — exclamo, sonriendo ampliamente.

— No... No lo es. No quiero dejarte. Siempre he querido abrir mi propia cadena de hoteles, y para aquello no podré estar aquí demasiado tiempo. Además, Harvard me mantendrá demasiado ocupado.

— ¿Por qué me dejarías? — pregunto.

— No voy a obligarte a que vengas conmigo a Harvard, ni mucho menos a estar todo el tiempo en movimiento. Además, ¿cómo haremos para tener una familia? Ni siquiera estaré en casa, no hasta dentro de unos años cuando todo esté en su lugar.

— Ross, a donde tú vayas... Yo iré. — respondo, sonriendo.

— Quiero que hagamos esto juntos... — murmura. — Que la cadena sea nuestra y recorramos el mundo juntos, quiero tomar las decisiones contigo y vivir todo esto a tu lado.