Him (Raura)

Capítulo IV

Adam

Suelto un suspiro mientras cierro el estúpido libro de Ross. Jamás podría ser como él, es increíblemente aburrido leer "Historia de Dos Ciudades". ¿Por qué diablos Laura lo encuentra tan atracativo aquello? ¿O cualquier otra mujer?

— Voy a matarte. — dice mi primo, en cuanto llega a la casa.

— ¿Has leído mis pensamientos sobre que Historia de Dos Ciudades es realmente aburrido? — pregunto.

— No, te daré una pista si quieres: baile de máscaras.

— ¿Qué pasa con aquello?

— ¡Era Laura! — exclama. — ¿Creías que no iba a darme cuenta?

— ¡¿Te has dado cuenta de que era ella?! ¿Cómo diablos lo has hecho?

— Estoy enamorado de Laura.

— Bueno, si...

— La besé, Adam, la besé. ¿Pensabas que no iba a darme cuenta? Lo sospeché cuando la escuché reirse, incluso la primera vez que me habló... Sonaba tan familiar. Pero en cuanto la besé lo supe y me sentí una mierda por no decirle quién era.

— Ross...

— No. — me interrumpe. — No puedo hacerle esto, ella no está interesada en mi.

— Si, si lo está. No ha parado de hablar sobre lo increíble, inteligente y divertido que eres.

— No ha parado de hablar sobre el hombre misterioso, no sobre mi.

— Son la misma persona, ¿no es cierto? No has fingido ser otra persona. Simplemente has sido tú, con la diferencia que ella no le había prestado tanta atención antes.

— Estoy condenado a morir enamorado de ella, ¿verdad? De todas las mujeres que había allí... Fui directamente a Laura. Ni siquiera sé por qué, no sabía quién era en ese momento.

— Creo que Laura es realmente afortunada por tener tu amor, verás que algún día se dará cuenta de aquello. Sabes que creo en las almas gemelas, en un amor para toda la vida, que fuimos hechos para alguien... Y ayer ha sido una prueba.

— Adam, ayer no ha sido nada. Fue pura coincidencia.

— No, no lo ha sido. De todos los hombres solteros que estaban allí, te ha escogido a ti. De todas las mujeres que había anoche, la has elegido a ella. ¿Eso no te dice nada?

— Soy Heathcliff... Me casaré con una mujer que no amo, y la trataré mal porque no es la chica con la que quería estar. Moriré solo, todos me odiarán. Tal vez mi hijo y la hija de Laura terminen juntos, ¿quién sabe?

Río suavemente y niego con la cabeza. — Ya has empezado con tus referencias literarias.

— Estoy tan... Cansado. Además, Lily no deja de coquetear conmigo. Es agotador. "Ross, adoro cómo escribes. Ross, ¿me llevas mis libros? Ross, te ves increíble. Ross, ¿quieres ir a cenar? Ross, Ross, Ross." — dice, imitando a su molesta compañera.

— Suena como si esa Lily quisiera que le pateara el trasero... — murmura una voz femenina detrás de nosotros.

Ni siquiera tengo que voltearme para saber que se trata de Laura, el brillo en la mirada de Ross ya me lo dice.

— Suenas celosa... — murmuro, mirándola.

Se cruza de brazos y frunce el ceño. — No estoy celosa. Es sólo que... Debe ser irritante tratar con personas así tan temprano por la mañana.

— Si, puede ser. — ríe Ross. — ¿Has desayunado?

— No... Nadie me alimenta en esta casa. — dice ella, mirándome.