Liam apenas y podía seguir moviendo un pie, el cansancio se divisaba desde lo lejos y Theo simplemente no podía seguir ayudándolo, no cuando tenía una herida grave en su hombro derecho tras interferir en el ataque hacia el chico.
- Me parece tan tierno el amor entre los seres como ustedes, creen que el interferir una o varias veces harán que el que ataca se detenga por piedad, yo solo quiero que vean la falsedad de ese sentimiento - menciono alzando sus manos con superioridad.
Scott se encontraba recargado contra un muro, jadeando, exhausto.
- Ustedes creen que su patética manada puede terminar conmigo, un ángel que derroco al mismo Casiel, el protegido, el elegido le decían, pero como termino, muerto como todos los demás, como ustedes morirán también - miro a todos lados - Conozco todo de ustedes, sus pasatiempos, sus secretos, sus deseos, se cómo hacer que perezcan tras un solo sentimiento guardado en su memoria, en su corazón.
La imagen a su alrededor comenzó a disiparse mientras una nueva aparecía, una distinta para cada uno de ellos.
Scott cerro sus ojos tratando de concentrarse en la realidad, esto ya lo había vivido antes, pero esta vez se sentía tan real, podía incluso sentir el aroma de la biblioteca, de los libros, cuando los abrió se encontraba sentado en el suelo y recargado contra un estante de libros.
Se puso de pie y observo a todos lados nervioso.
- Te dije que no podías escapar de mi - escucho una voz conocida.
- ¿Malia? - pregunto.
- Me has decepcionado Scott, creí que después de ese beso estaríamos juntos tu y yo - recordaba ese beso, la calidez y la sensación de picazón en sus labios le dolía.
Desde aquel día solo habían tenido ligeros acercamientos, no era que no quisiera, si no que no encontraba la forma de hacer las cosas de una manera correcta, ella merecía más que su distracción y su ausencia.
- Malia yo, yo no quería ... - de pronto apareció la chica con un par de lágrimas en su rostro y mirada enfurecida.
- ¡Me mentiste! - tiro un golpe con sus garras haciéndolo golpearse contra un estante, el dolor era tan real.
Porque era real.
- Eso no volverá a suceder, no volverán a hacerme daño - dijo la chica convirtiéndose en coyote al tiempo que se aproximaba a él con la intención de atacarlo.
.-.-.-.-.
- Un placer conocerte al fin Derek - menciono aquel hombre recuperando su apariencia normal, o al menos eso quería creer.
- ¿Donde esta Stiles? - pregunto el lobo con voz autoritaria.
- Me enternece que tengas el valor de preguntármelo, más aún cuando lo estuviste ignorando todo este tiempo - el lobo lo miro sorprendido - Si, lo sé todo.
- No me interesan tus estúpidos juegos, quiero que me digas donde esta Stiles - con un fuente rugido se lanzó con sus filosos colmillos, pero este se apartó sin ningún inconveniente.
- No me subestimes Derek, no he vivido tantos años sin haberme enfrentado a tantas criaturas en este mundo - comento - Ahora quieres ahorrarme la pena de matarte fácilmente y darme un poco de diversión antes de terminar de reclamar lo que me pertenece.
- ¿Lo que te pertenece? - dijo con rabio - ¿Te refieres a Stiles? - empuño sus manos - ¡Stiles es mío! - vocifero con gran furia causando un fuerte estruendo en el lugar, sus ojos se volvieron rojos, lo posesivo que podía llegar hacer no tenía límites y si Stiles estaba en medio de todo le importaba poco lo que tuviera que hacer con tal de tenerlo de nuevo a su lado, donde pertenecía.
Una vez más se aproximó, pero esta vez supo reaccionar, no ataco como pensó, al menos no de la manera en la que estaba preparado, pues antes de poder apartarse su puño alcanzo a rozar su mejilla derecha, lo que engrando los ojos de aquel ser.
- La próxima no fallare - dijo determinado Hale.
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- Sam por favor, déjame ayudarlo, no respira - menciono Dean asustado sin apartarse del chico.
- Creo que olvidas cuando alguien te pide algo - sonrió mientras su hermano lo observo sin comprender - Cuando mama te pidió que no me abandonaras, cuando salió en busca de ayuda tu solo bajaste del auto y trajiste todo nuestro mal, causaste la muerte de mama y de papa, me convertiste en esto, tu provocaste que ese chico pereciera en manos de su peor pesadilla, tu mi querido hermano Dean provocaste todo esto ¿Y pretendes que deje todo y te ayude?
- Yo ... no quería ... solo.
- Esta claro que no querías nada, solo te preocupabas por ti, siempre ha sido así, ¡Siempre! - dirigió ambas manos hacia su hermano provocando que el viento a su alrededor comenzara a escasear - gemía de dolor al sentir su garganta seca y sus fosas nasales se expandían tratando de conseguir un poco de oxigeno que su hermano le negaba - Debiste dejar las cosas como están, debiste dejar que matara a ese chico.
- ¿M-matar? - pregunto - ¿Sigue con vida? - quiso saber costándole mas el hablar.
- Esa estúpida manada tenía que llegar antes de que robara su aliento por completo, pero créeme que no duraran mucho antes de que eso suceda.
- Su ... su compañero ... esta aquí - señalo.
Entonces lo libero dejándolo respirar, este se dejó caer al suelo con gran intensidad al tiempo que se tomaba el pecho luchando por conseguir todo el oxígeno que necesitaba.
- Lo mataste - dijo seguro.
- No claro que no, antes de que intentara hacerlo hice creer a Derek que me había acostado con él, pero él no es estúpido sin mencionar que tiene olfato, cuando baje junto a Stiles le indique que todo estaba bien y entendió mis intenciones, siguió la corriente y solo era cuestión de tiempo para que dieran contigo, de alguna manera teníamos que encontrarlos - señalo satisfecho con la mirada que le regalaba su hermano.
- Puede que nos hayan encontrado, pero aun así causaron el estado de ese chico casi a la muerte.
- Te equivocas - señalo - Acónito, mata lobos y distrae los sentidos de ellos, pero también inhibe los sentidos del humano causando que parezca su muerte sin tener rastro del el, imperceptible a cualquier criatura.
El humano se puso de pie y observo al menor Winchester.
- Caíste - señalo arrojando un poco de aquel polvo en el rostro causando la confusión del chico.
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SUPERNATURAL (Teen Wolf)®
Fiksi Penggemar▶Terminada◀ Una vida sobrenatural no siempre es la mejor opción Autor: Ale Castillo (SDHobrien)