I. _____ Kawasaki

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He pasado un mes en rehabilitación. Ya puedo hacer lo que podía hacer antes: andar, correr y saltar por los tejados.

Bah no, todavía no puedo ni correr rápido. Tsunade me ha dicho que será un proceso lento, pero más lento sería sin el ninjutsu médico.

Al fin veo la luz, podríamos decirlo así. Echo de menos mi vida anterior, quién lo iba a decir. He estado durmiendo cinco años. Todos sabían que me gustaba dormir, nunca imaginé que llegaría a batir un récord mundial, ja ja.

Cinco años... Se dicen rápido, ¿verdad? Cuántas cosas me habré perdido... ¿Hinata y Naruto ya serán pareja? ¿El Uchiha pequeño habrá vuelto a Konoha? ¿Temari seguirá enfadada conmigo...?

-______ -me trae de vuelta al mundo Tsunade-, el clan Hyuga propuso que te quedases a vivir con ellos si despertabas -comenta-. Al parecer, están en deuda contigo por haber salvado a Neji y protegido a Hinata.

-Ajam...

-¿No te hace ilusión ver de nuevo a tus amigos? -pregunta algo contrariada.

-Sí, sí, pero no es eso... He estado pensando en lo que me dijiste... Seguramente hayan cambiado, todos. Y que yo aparezca así de la nada... ¿No sería confuso? Además...

-¿Además...?

-Vivir con los Hyuga significa vivir con Neji. Hace cinco años me hubiera hecho muchísima ilusión, pero ahora... Ya no sé cómo reaccionará, ni si se habrá... echado novia en mi ausencia...

Tsunade guarda silencio. Ese tipo de silencios que sólo traen malas noticias.

-Hoy a la tarde podrás ir a la mansión Hyuga -cambia de tema Tsunade-. Shizune te traerá la ropa a tu habitación, no tienes que preocuparte de nada. Tus antiguas pertenencias han sido llevadas allí.

-Bien, gracias.

Tsunade se levanta de la silla, y se dirige a la puerta. Tengo esperanzas de que se gire y me explique a qué se refería con ese silencio, pero no lo hace. Sólo abre la puerta y se va.

Me quedo mirando fijamente la puerta. Mis pensamientos se oyen en eco dentro de mi cabeza.
Finalmente, opto por volver a tumbarme en la camilla y dormir un rato.

Aunque realmente no puedo dormir. No después de haber pasado tanto tiempo "durmiendo". Escucho abrirse la puerta, y siento un chakra diferente al mío. El de Shizune.

-¿Contenta por volver a ver la luz? -me dice sonriente.

-No veas cuánto -le respondo esbozando una sonrisa.

-Te dejo aquí la ropa. Te compramos una nueva, aunque te guardamos la de cuando tenías diecisiete, por si todavía te vale algo.

-Vale, gracias. Ahora me visto.

Shizune sale dejándome sola. Me levanto y cojo la ropa que me ha dejado en la silla. Es sencilla, parecida a la ropa que llevaba antaño. Una camiseta corta de manga ancha al final de color rojo, una falda como la que llevaba Ino pero negra, unas espinilleras y una "media" de rejilla cubriéndome el abdomen.

Una vez vestida, hago tiempo hasta que Tsunade me dice que vaya directamente a la mansión Hyuga para organizar las cosas.

Y por fin, mis pies tocan suelo. Tierra, por fin tocan la tierra de Konoha. Cojo una gran bocanada de aire, y lo echo enérgicamente. Tal y como me ha dicho la rubia antes, me dirijo a la casa.
Me es raro no cruzarme con ningún amigo, ni Naruto, ni Tenten o Lee... Pensaba que estarían por la calle, pues hace buen tiempo.

Llamo a la puerta, y en cuestión de segundos, una sirvienta de la casa me abre.

-¿Perdone, quién es usted? -pregunta formalmente la mujer.

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora