III. No estás soñando, soy yo

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-¡Eh rubia! -llamo la atención de Temari.

Se da la vuelta en mi dirección. No puedo describir la cara que hace. Es demasiado cómica.

-¿______?

-La misma -hago ademán de abrir los brazos para abrazarla, pero ella es más rápida y ya me ha arrollado.

-¡Estás viva! -grita emocionada.

Sé que llora. O al menos lloriquea. Tengo el hombro mojado. Espero que sean lágrimas y no babas.

-La última vez que te vi fue de reojo. Estabas en la división de mi hermano -me comenta, separándose un poco de mí-, fue la última vez que tuve noticia tuya, hasta que... Ya sabes...

Joe. Ahora me siento mal. Parece ser que ya no estamos a malas.

-Dejemos las cosas en el pasado -digo, intentando quitarle peso al asunto. Se está volviendo incómodo y triste. Parece que la chica dura se va a echar a llorar en cualquier momento-. Ahora estoy aquí -le sonrió sinceramente.

-¡Lo siento! No pude disculparme antes... Fui una tonta, te eché la culpa y grité por cosas injustas...

-Temari -la llamo, pero aún así no levanta cabeza-. Tem mírame -le alzo el mentón, conectando así las miradas-. Tú no sabías nada, no podías saberlo. Así que deja de echarte mierda, que eres de mis mejores amigas.

Temari me abraza una vez más.

-Y por cierto, ¿cómo tú por aquí? -la miro con cara pilla.

-Eh... Pues, esto... Yo... Bueno, yo...

-Vengo a visitar a Shikamaru -imito su voz.

La rubia se pone toda roja. He acertado en el blanco. Me río por la obviedad del asunto, y oigo las pequeñas risas de mis dos acompañantes.

-Sí, él y yo ahora somos pareja -me confiesa.

Doy unos pequeños saltos de alegría. Aunque ya lo sabía, me hace ilusión que me lo diga ella.

-¡Por fin! ¡Felicidades rubia! -grito mientras abrazo yo a ella.

Temari ríe por mi acción. Al poco rato me dice que se va, que tiene que volver a Suna. Le pido que les de saludos a Gaara y Kankuro. También quiero verlos, pero creo que será difícil. Por el momento, conformémonos con los de Konoha.

Poco a poco me voy encontrando con más gente, a Sakura e Ino casi les da un infarto, Kiba y Choji se han alegrado, y Shikamaru me ha abrazado, diciéndome que me había echado mucho de menos, y que nada había vuelto a ser lo mismo.

-Faltan Tenten y Lee -comento.

Hemos pasado por una gran parte de la aldea. Estamos sentados en un banco, cerca del área de entrenamiento tres, donde fue mi primer entrenamiento con el equipo Guy.

-¡Ahora, cien flexiones! -oigo a Guy-sensei.

Me asomo al área, donde se encuentras estos dos haciendo flexiones. Les hago una señal a Naruto y Hinata para que me esperen, y me escondo tras un árbol, tal y como la primera vez, para observar.

No parece que se den cuenta de mi presencia. Hasta que un shuriken pasa por cerca de mi mejilla, cortando algún pequeño mechón de pelo.

-¡Sal de ahí! -ordena Guy.

Lentamente me descubro, dejando a todos con una cara de sorpresa.

-¡Hola, soy ______, vuestra antigua compañera! -saludo alegre mientras bajo de la rama.

Las reacciones de mis antiguos compañeros son geniales. A Tenten se le cae el pergamino, por lo que le da en toda la cabeza. No puedo evitar reírme. Lee, el cual se encuentra haciendo flexiones se cae, por primera vez le veo fallar haciéndolas.

Mi antigua mejor amiga se me acerca lentamente, y tal y como Naruto hizo, me estira de los cachetes. Le cojo de las manos y las alejo de mi preciosa cara. La miro a los ojos, y le digo:

-No estás soñando, soy yo -le suelo las manos.

Veo que a Tenten se le cristalizan los ojos, todavía sigue con cara pasmada. En un instante me abraza, estrujándome contra ella. Claramente, tiene más fuerza que antes. Me revuelvo entre sus brazos. Está aplastándome.

-¡Perdona! -dice soltándome-. Pero, ¿cómo...

-Sí, sí, ahorremos la pregunta y vayamos a la respuesta. No me morí, estuve en un estado parecido al coma y ahora he revivido -alzo los brazos y muevo las manos.

Tenten me da un capón.

-¡Y a qué viene eso! -grito sobando mi cabeza.

-¡Por haberme echo eso! ¡Pedazo de cazurra!

-Ya, ya, lo siento... Pero no es que sea de mi agrado morirme sabes...

Y me da otro capón.

-¡Que me voy a quedar tonta! -reclamo.

-Hay tantas cosas que te has perdido... -me comenta-. Neji... Él ya no es el mismo...

-Tiene prometida -suelto, sorprendiendo a Tenten.

Seguro que se preguntará: ¿cómo lo sabe?

-Me lo ha dicho Naruto.

-Sí... Es un compromiso de beneficio... O al menos eso es lo que se sabe. Narue se ha mudado a Konoha, y ahora vive en casa de los Hyuga.

Ups... Pues había ser mejor que nos llevemos bien, porque si no...
La quinta guerra mundial se desatará.

-Ah... Eso no sabía.

-Se pega como un koala a Neji -refunfuña molesta-, es como Kaori, pero del país de las olas. ¡Es insoportable! Me dan ganas de... ¡Ugh! -hace unos movimientos con las manos, como si estuviese estrujando el cuello a alguien -a Narue seguro- -. Ha conseguido que Neji deje de venir a los entrenamientos, y se está alejando de nosotros.

Me quedo callada. No puedo dar ningún argumento. Ya no le conozco. No sé cómo es ahora, sólo conozco al Neji de diecisiete años, no al de veintidós.

-Perdón, no estoy teniéndote en cuenta... -se disculpa, tapándose la boca con sus manos.

-No, no, tranquila Ten -le digo, quitando sus manos-, no pasa nada. Puedes contarme lo que sea, aunque no lo entienda -le sonrío.

-Si es que por eso eres mi mejor amiga -me abraza-. Puedo contarte todo, y aún así estarás aquí conmigo.

Muchas cosas han cambiado. Pero mi mejor amiga sigue siendo igual de maravillosa.

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora