XII. Entonces lo que decís es que le gusto

1.5K 135 132
                                    

Las gotas de lluvia resuenan por toda la casa. Caen sobre el cristal, y con parsimonia bajan hasta el alféizar de la ventana, acabando ahí su recorrido. Se desvanecen y vuelven a ser agua. Y así, el mismo proceso es repetido por todas las miles de gotas que caen en el cristal de mi ventana.

-•-

-¿A Suna?

-Sí -me sonríe Kakashi-sensei-. Sakura, Ino, Temari y tú iréis a la aldea de la arena como refuerzo médico. Temari obviamente vuelve a casa, así que seréis también una especie de protección de parte de Konoha.

-Pero Kakashi-sensei, ¿no sería mejor si llevase a Tsunade? Ella es mejor médico que yo.

-______, si mando a Lady Tsunade a Sunagakure, Konoha se quedará sin médicos. Por eso vais vosotras, sus aprendices.

-Entiendo...

-Mañana por la mañana saldréis a Suna. Estaréis allí unos cuantos días, así que lleva ropa suficiente y el equipo médico que necesites, aunque ya llevarán más Sakura e Ino. Preocúpate de llevar cosas que probablemente allí encontrarás difícil.

-Pareces mi madre Kakashi -no sé si se debe a los años de confianza, pero de repente he comenzado a hablar a Kakashi como si se tratase de mi propia familia.

Me doy cuenta de mi error cuando me fijo en la extraña mirada que me da Kakashi, y me arrepiento de no pensar las palabras que digo dos veces. Rápidamente trató de disculparme, pero mi lengua no deja de trabarse, siendo incapaz de pronunciar una palabra entendible.

-No te disculpes conmigo, ______. Si te soy sincero, me alegra que tomes confianza conmigo. Sabes que, aunque tú y yo no hemos sido profesor y alumno, puedes confiar en mí. Estaré contento de poder ayudarte con lo que sea.

-Gracias... Kakashi...

Y como me dijo que podía tomar confianzas... Abrí la ventana y salí por ella. Como en los viejos tiempos, cuando Tsunade era la Hokage. Me supongo que Sakura, Ino y Temari ya sabrían de la salida de mañana, por lo que me voy a casa a preparar mi equipaje y recoger todo lo necesario.

Pero cuando estoy enfrente de la puerta de mi habitación, no puedo evitar echar un vistazo a la puerta de Neji y recordar que en medio año ya estará casado. Y de repente, el viaje a Suna me parece una pérdida de tiempo. Yo quiero salir con él, quiero volver a los tiempos en los que los dos éramos felices, pero sé que eso va a ser imposible.

De repente, la puerta se abre, y no sé qué hacer. Me pilla desprevenida, así que no reaccionó, y lo único que se me ocurre es meterme en mi habitación pegando un portazo.

-¿_____? -Neji abre la puerta de mi habitación con lentitud, y me mira extrañado.

-Ah, hola Neji.

-¿Por qué has salido corriendo?

-¡A-ah! Es que me he acordado de una cosa, y tenía prisa por acabarla.

-Ya...

-Kakashi-sensei nos ha mandado a Ino, Sakura y a mí a una misión en Suna -le cuento para que se olvide del tema.

-¿A qué? -se ha tomado la libertad de sentarse en mi cama, quedando en frente mía.

-De refuerzo médico. Dice que Suna está todavía algo débil.

-O sea, que no estarás aquí por unas semanas...

-Así es... Así es... ¡Aprovecha a estar con Narue! -digo intentando animar el ambiente-. Haz migas y... Otras cosas...

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora