XXIII. La quiero con toda mi alma

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—¿Por qué es mortal? —pregunto a Tsunade.

—Tenemos la creencia de que es algún elemento del veneno, que va consumiendo poco a poco el chakra del cuerpo en el que habita. Enviaré a Naruto y Shikamaru de vuelta a la aldea, para que averigüen todo lo posible acerca del veneno. Sakura los acompañará. Y me harías un gran favor, Gaara, si tú fueras con ellos.

—Pero no quiero dejarla sola.

—Tranquilo, estará bajo mi cuidado y el de Ino. Está en buenas manos.

Tardo un poco en dar respuesta. No estoy convencido del todo, pero si es por su bien, lo haré. Solo quiero verla sonreír de nuevo, no pido tanto. Pero juro por mi título de Kazekage que cuando encuentre a los responsables de ésto lo pagarán muy caro.

—Mañana a primera hora partiremos hacia Konoha. Avisa a Naruto y Shikamaru.

Tsunade asiente y sale de mi oficina. En menos de media hora me toca confirmar mi relación con _______ y estoy de los nervios. Nunca había expresado mis sentimientos abiertamente, y hacerlo delante de toda la aldea, cuando ella no está conmigo...

Los minutos vuelan y ya me encuentro elevado con mi arena para que todos me vean. Las manos me sudan. No había estado tan nervioso en mi vida.

—Buenos días —hablo, captando la atención de toda la villa—. Hoy os he reunido aquí para informaros algo. Soy consciente de los muchos rumores que corren por la aldea sobre mí y mi supuesto noviazgo, por lo que estoy aquí presente para aclarar dichos rumores —la gente murmura, aunque no apartan la vista de mí, espectadores a cualquier movimiento mío—. La verdad, es que... —busco a mis hermanos entre la multitud. Temari me sonríe, como si me estuviera dando ánimos desde lejos. Kankuro alza su mano en señal de aprobación y ánimo—, los rumores son ciertos. Conocéis a ______ Kawasaki por ser una de las heroínas de la cuarta guerra mundial. Actualmente es residente de Konoha, pero está aquí por motivos de trabajo. Ella y yo mantenemos una relación en la actualidad —espero alguna reacción de los aldeanos. Estoy nervioso, ¿lo he dicho ya?

Al principio, es silencio. Luego, empiezan a oírse algunos vítores y gritos de apoyo hacia mí. Siento que una carga en mi corazón se desvanece, y una sonrisa se me posa en el rostro. Vuelvo a la torre, y a los cinco minutos entran mis hermanos y los de la hoja, menos Tsunade.

—Bien hecho hermanito —me apoya Temari—. Toda la aldea está de acuerdo.

—Gracias —le respondo.

—Es lo más sabio —aporta Shikamaru, parándose al lado de mi hermana—. Ahora, esperemos a que llegue a oídos de los habitantes de Konoha. No creo que tarde, uno o dos días como mucho.

—De eso os quería hablar yo —todos los presentes me miran y callan, lo que me da la oportunidad de hablar—. Shikamaru, Sakura y Naruto me acompañarán a Konoha mañana por la mañana. Iremos en busca de información sobre el veneno. Avisar a Sakura.

—Tendremos que preguntarle a Narue...

—Eso es, Naruto —responde Shikamaru.

—Bien pues, preparar vuestro equipaje. Mañana a primera hora os quiero en las puertas de Suna.

NARRA NEJI

Las calles de Konoha estaban tranquilas, hasta que de repente llegó el rumor del romance del Kazekage. Y la noticia se expandió, hasta ayer por la mañana, que se declaró cierta.

No sé cómo sentirme. ¿Alegre porque ella haya encontrado una persona que la haga feliz? ¿O triste porque la mujer de mi vida se ha ido con otro? Pero realmente, todo es mi culpa.

—Neji, ¿has oído las noticias? —Narue se sienta al lado mío y me mira—. Parece ser que el Kazekage se ha echado novia.

Siento algo de alegría en su voz, pero no de la buena. Sé que para ella es así mejor, porque sabe que con _______ en una relación yo no seré capaz de estar con ella, y mi matrimonio seguirá adelante. Eso me pone los pelos de punta. Cada vez queda menos, y mi familia ya está haciendo los preparativos.

Quedan tres meses...

Y la noticia de que ______ fue envenenada me deja sin sueño. Estoy muy preocupado por ella, y no poder hacer nada me está matando. No puedo ni estar con ella porque Kakashi no me deja salir de la aldea.

Ya no duermo, ni como. Me paso todo el día pensando en ella.
Vuelvo a recordar los momentos antes de irse a Suna, antes de nuestra pelea. Y me asusto, porque sé que estoy a un hilo de perderla.

Tengo un dolor de barriga que ni te imaginas. Y cada vez que la veo a lo lejos siento como si una piedra se me atravesase por la garganta. No sé qué me pasa... Pero me estoy volviendo loco. Y tengo la impresión de ser un idiota. Me siento incapaz de encadenar dos palabras cuando la veo a lo lejos en la aldea.

Es como si el Neji de hace seis años volviera a resurgir, y me hiciese sentir de nuevo la etapa en la que me enamoraba cada vez más de esa misteriosa chica, que te cautivaba con solo una sonrisa.

—Sí, me alegro por los dos —finjo mi mejor sonrisa y Narue no se da cuenta.

Mejor así. Yo quiero a ______, la quiero con toda mi alma y nunca me cansaré de repetirlo. Pero no quiero hacerle daño a Narue. Soy consciente de que ella siente algo por mí. Y nuestro matrimonio está muy cerca...

—¿Te pasa algo? —me pregunta, recostándose en mi regazo—. Estás decaído. Últimamente te veo cansado, no eres el mismo.

—No sé de qué me hablas, yo estoy bien —respondo con voz calmada—. No te preocupes tanto, anda.

Ella me sonríe y se acerca a mis labios para besarme. Lo acepto y le sigo el beso. No siento nada, ni una mariposa. Sus labios no son tan suaves y tampoco tan cálidos. No me hacen sentir esa sensación de satisfacción. No me siento lleno con ellos. Para mí, sus besos son solo eso; besos.

Se separa de mí y se queda viendo la televisión, mientras que en mi cabeza hay una tormenta de recuerdos, en la que hay remolinos, terremotos y relámpagos.

Miro a Narue, pero de lo único que soy capaz es de verla a ella, tumbada sobre mí y yo jugando con su pelo.

Pero no puedo. Tengo que dejarla ir. Por el bien de todos. Por el bien de ella tengo que renunciar a mi amor. Quizás este romance pase a la historia, como esos amores trágicos de las novelas y poesías. Cómo Romeo y Julieta. Y, quizás, en alguna otra vida podamos ser una pareja feliz, sin estas reglas de matrimonio. En un mundo donde podamos ser libres.

****

Cada vez queda menos para la boda de Neji... ¿Qué creéis que va a pasar?

Por otro lado, Gaara y el Hyuga se volverán a ver, y nada será del color de rosa... Saltarán chispas en las miradas de los dos jóvenes...

¿Cuánto poder tienen _______ sobre esos dos?

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora