XXX. Todo se empieza a arreglar

1K 109 36
                                    

A los pocos minutos, Shikamaru y Naruto llegaron para relevar a las chicas, teniendo al sorpresa de que solo había una.

¿Dónde está Tenten? —preguntó naruto mirando a todas partes.

Se ha... Ido.

¿A dónde? —Shikamaru miró a Hinata con un gesto en la cara.

A informar de algo al Hokage. Dijo que se había cruzado con el Kazekage.

Naruto y Shikamaru se miraron sorprendidos.

Eso es imposible, Hinata —le informó Nara.

¿P-por?

Porque hemos estado todo el rato con él en su despacho —siguió Naruto.

Hinata, deduciendo que algo iba mal abrió la puerta de la habitación de Narue, encontrándola vacía y con la ventana abierta. Seguidamente, ella y los dos chicos corrieron hacia la cocina.

Antes de entrar, escucharon un ruido proveniente de una habitación. Estaba cerrada con llave.

Dejármelo a mí —dijo la Hyuga, para seguidamente darle un golpe seco a la cerradura y romperla.

¡Tenten! —exclamó Naruto al ver a la chica intentando levantarse del suelo—. ¿Qué te ha pasado?

Narue... Ella... Ella ha huido —no podía hablar fluidamente por culpa del golpe, que aún la tenía desorientada.

Te llevaremos dónde Sakura para que te cure.

Naruto cargó con Tenten y se dirigieron al cuarto de la pelirosa. Al llegar, Hinata y Shikamaru se dividieron para avisar al resto del equipo.

Una vez estuvieron todos reunidos, Tenten se dispuso a hablar.

Estaba de guardia con Hinata y me fui a por unas botellas de agua. Cuando llegué a la cocina, escuché un ruido raro y fui a mirar, pero Narue me dio un golpe en la cabeza. Me dijo que... Me dijo que gracias a mi podría irse y casarse con Neji.

Y ahí fue cuando tomó tu apariencia y escapó —concluyó Ino.

Sí —la muchacha agachó la cabeza—. Tuve que haber sido más cuidadosa. Esto no hubiera pasado si no hubiese bajado la guardia.

No hay tiempo para lamentos, Tenten. Tenemos que detenerla. Aprovechamos a movernos rápido, no habrá llegado muy lejos —Shikamaru reaccionó rápido y empezó a trazar un plan.

—Así fue como supimos de tu huida y tu plan —contó Neji—. ¿Cómo has podido, Narue? Pensé que eras más... Humana.

Neji miraba a la chica decepcionado y con el ceño fruncido. Eso no se lo perdonaría jamás.

—Neji... Lo hice por tu bien. Por nuestro bien —intentaba convencer la Nakahara—. Con ella en medio nunca podríamos ser felices. Te juro que yo nunca quise hacerle daño a ________. Fueron órdenes de mi padre.

Nadie se creía ese cuento. Todos sabían la capacidad de Narue para hacer daño. Aunque, en el fondo, deseaban que fuera cierto lo que ella decía.

—La boda será en pocas semanas. Da igual lo que hagas, te obligarán a casarte conmigo.

—Llevemosla ante Gaara, y que él la mande de vuelta a Konoha —dijo Shikamaru.

—Será lo mejor.

—¡Lo hemos conseguido Ino, lo hemos conseguido!

Sakura entró gritando a la sala donde estaba la rubia con un bote de ensayo en la mano.

—¿Qué te pasa, Sakura? ¿Qué hemos conseguido?

—¡El antídoto! —exclamó mostrando el tubo con un líquido color violeta—. Con esto despertaremos a ________, y ¡a tiempo de la boda!

—Esa es mi pelirosa —dijo con orgullo Ino.

Vuelvo a sentir mi cuerpo. Es una sensación... Maravillosa. Me siento ligera, casi como si pudiera volar.

Es simplemente genial.

Abro los ojos. La luz es demasiado clara. Hace calor. Me gusta sentir el calor en mi piel.

Oigo voces. Se aproximan a la habitación. Yo ya me he sentado en la cama. La espalda me ha crujido. Esbozó una pequeña sonrisa. Creo que estoy en un hospital.

—¿_______?

Alguien me llama. Una voz dulce, parece mi madre. Tiene un tono de voz materno. Es Tsunade.

—¿Como te encuentras?

A su lado está Sakura. La reconozco por el color de pelo, aunque no puedo verla bien. Veo borroso. Al otro lado está Ino, y su inconfundible coleta alta.

—Estoy... Viva —miro mis manos, algo esqueléticas y pálidas—. Estoy viva —unas lágrimas se escapan de mis ojos, y una gran sonrisa se posa en mi cara.

—Iré a hacer unos preparativos. Quedaros vosotras con ella —dice Tsunade, saliendo de la habitación.

Miro a mi alrededor, y trato de levantarme de la cama. Me cuesta, pero puedo. Sakura e Ino me sujetan de los dos brazos y me ayudan a caminar. Me asomo a la ventana, encontrándome con el sol de medio día alumbrando toda Suna. Es hermoso.

—¿Dónde está Neji? —pregunto—. ¿Y Gaara?

Las chicas se miran entre sí.

—Gaara está haciendo papeles como siempre. Neji... Está aquí, en Suna. Pero deberías esperar un poco.

Guardo silencio.

—Mientras tanto ven, vamos a vestirte y llevarte a rehabilitación —me dice la rubia.

—No necesito rehabilitación. Quiero ver a Gaara.

—Pero él está muy ocupado...

—¡He dicho que quiero verle! —grito. ¿Es que nadie me escucha?

—Está bien, le llamaré —responde Sakura—. Mientras tanto vístete, te hemos dejado ropa en el armario. Ino te ayudará con todo.

Haruno se va, y yo empiezo a vestirme.

—¿Cómo? —el pelirrojo mira a Sakura con intriga y sorpresa.

—Lo que oyes —la chica jadea un poco, ha ido lo más rápido que ha podido—. ________ ha despertado.

Gaara rápidamente se levanta de la silla y sin dudarlo, abre la ventana y se tira por ella.

—¡Gaara! —gritan Kankuro y Sakura, los cuales están presentes en la sala.

—Este hermano mío... No tiene remedio —dice Kankuro rascándose la nuca y mirando por la ventana.

—Entiendo su reacción —contesta Sakura—. Él la ama. Yo también reaccionaría así si la persona que más amase hubiera despertado de un coma de meses. Estará ansioso por abrazarla y sentir que está viva de nuevo.

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora