XVII. No me subestimes

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-¿Ya estás mejor? -susurra Gaara en mi oído.

Sus caricias me han reconfortado hasta no tener más lágrimas que derramar, y sus palabras bonitas han logrado calmar a mi corazón desbocado.

-Sí -me seco las pocas lágrimas que han quedado en mis mejillas, y le miro a los ojos-. Gracias.

-Puedes contar conmigo para lo que sea, ¿entiendes? Lo que sea.

Asiento lentamente. La luna ya ha salido, y se muestra espléndida, tan elegante como una dama de la más alta corte.

Él toma mi rostro con sus manos, y se va acercando poco a poco. Intuyo sus intenciones, mas no soy yo la que lo va a detener. Con sus pulgares acaricia mis mejillas, y yo cierro los ojos disfrutando de ellas. Su nariz choca contra la mía, lo que hace que nuestras dos respiraciones se mezclen.

Con su dedo índice sigue la línea de mis labios, y tras cerrar los ojos los junta con los míos.

Sus labios están helados, será por la fría brisa que hace, pero me dan una extraña sensación de calidez. Se mueven gráciles, con una delicadeza increíble. Rodeo su cuello con mis manos, y acaricio su sedoso pelo.

Nos separamos. Gaara está rojo, yo también estoy roja. De repente, el frío que antes tenía se disipa. Quién iba a decir que ese muchacho sediento de sangre de los exámenes chunnin llegaría a ser tan dulce.

-Sí... Sólo se tenía que abrir a la gente -musito para mí misma.

-¿Has... Has dicho algo? -me pregunta.

-No, no, nada.

Conversamos un rato más. Sé que Gaara hace lo que puede para hacerme reír. Y lo está consiguiendo. Se está consiguiendo un hueco en mi corazón.

- • -

-Ino, Sakura, hoy iremos a recolectar algunas hierbas faltantes en Suna. Será aquí cerca, por lo que será un viaje de un día. Gaara nos ha permitido llevar a Tenten con nosotras para mayor seguridad.

Las chicas se miran entre sí, y dan pequeños saltitos de alegría. Ahora que lo pienso, es la primera vez que salimos juntas a una misión. O bueno, lo que sea este viaje.

-Además. Me acuerdo que me dijisteis que querías conocer a mi hermano -Ino me mira expectante, pues ella es la que más ganas tiene de conocerlo-. Nos pasaremos a la vuelta. Está cerca del lugar al que vamos.

-Qué bien -dice Ino sonriente-. Volvamos a por el equipo y salgamos cuanto antes.

-Sí, mejor que sea de día cuando volvamos. El desierto a la noche es traicionero.

-______ e Ino tienen razón. Vayamos cuanto antes -respalda Sakura.

Las cuatro vamos a la torre del Kazekage, y tras coger el equipamiento necesario salimos en busca de las hierbas.

- • -

Mientras las chicas salen de Suna, Gaara no muy contento va a hacerle una visita al Hyuga.

Llama tres veces a la puerta, y tras una corta espera, Neji abre.

-¿Podemos hablar? -"pregunta" Gaara con semblante serio.

-No tengo nada que hablar con usted, Kazekage-sama -dice indiferente.

-Oh sí, claro que tenemos de qué hablar -el pelirrojo abre la puerta, y deja espacio para que Neji pueda pasar.

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora