XI. N.H X __.K

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Me he levantado del suelo a dar una vuelta por los alrededores. El culo se me está quedando plano.

Me he acercado a un estanque cercano al lugar donde acampamos, y he remojado mis pies. El chapoteo del agua me calma. La luna ilumina el estanque, haciéndolo ver mágico.

-Neji, ¿qué haces? -le pregunto riendo.

-¿Tú qué crees? -responde, apoyando la punta del kunai en el tronco del árbol-. Voy a marcar nuestros nombres.

Comienza a grabar nuestras iniciales, y luego las rodea con un corazón.

-¡Qué cursi!

-Pero te encanta -se acerca a mí y me rodea con sus brazos.

La marca del árbol aún está ahí. Intacta, casi igual que el día en que la gravó. Rozo con las yemas de mis dedos el gravado, haciendo pequeños círculos alrededor.

N.H
X
__.K

Parece ser que nuestro amor estaba destinado al fracaso...

Vuelvo al campamento, deduzco que serán las tres o cuatro de la mañana. Estoy cansada, lo admito, y es que volver a ver a esa chica me ha trastocado. Lo ha hecho porque la consideré muerta, yo misma la apuñalé aquella noche...

-Neji -le llamo-. ¿Qué tal?

-Estoy cansado -me responde-. Los niños me agotan.

-¿Entonces, no quieres hijos? -la verdad, no pensé mucho la pregunta.

-No lo sé. Depende de con quién -me responde mirando hacia delante-. Ahora mismo tengo algo más importante en lo que pensar que en tener hijos.

-¿En Nakahara? -inevitablemente, el tono de mi voz bajó.

Neji guarda silencio, el que automáticamente interpreto como un sí. Sé que Narue Nakahara es la futura esposa de Neji, y que contra Hiashi-sama no puedo hacer nada, pero...

Yo también soy la heredera de un gran clan. Tengo la fortuna de mi clan en mis manos, y tengo un gran poder ocular en mi. Entonces, ¿por qué no puedo ser yo?

-¿_______? -me está llamando-. ¿Estás bien?

No puedo evitar que mis ojos se nublen, y que lágrimas estén al borde de caer.

-______...

Unos brazos me rodean, brindándome calor. Él me abraza calidamente. Amo a Neji, y no puedo evitar que un revoltijo de culpa me invada. Pero no quiero perderlo.

Lentamente, quito los brazos de Neji de mí, y me levanto sacudiendo mi ropa. No le miro, no puedo hacerlo.

-Tenías razón. Voy a ir a dormir un poco. Despiértame en unas horas.

Me meto en la carpa, y me tumbo en el saco de dormir. Y ahí, estando sola, dejo rienda suelta a mis emociones. Algo que no hago desde mis diecisiete años.

Acabo durmiéndome sin darme cuenta.

-¡Te dije que no me subestimases!

-Te has hecho muy fuerte -se acercó a mí y me revolvió el pelo-. Estoy orgulloso.

-Gracias, Itachi.

Me despierto al poco rato, encontrándome todavía con la noche. Neji está apoyado en el pie del árbol jugando con un kunai. Le toco el hombro, y él gira su cabeza hacia mí. Nos sonreímos.

-______, hay algo de lo que quería hablarte -me dice seriamente.

Me siento en el suelo, y escucho.

-¿Qué es?

-Antes he intentado decírtelo, pero no he podido...

-Eso que tanto querías evitar...

Empiezo a atar cabos y a imaginarme las distintas respuestas que me podría dar.

1) Que le gustaba Narue.
2) Que tendría que irse al País de las Olas.
3) Que tendría que casarse tarde o temprano...

-Discutí con Hiashi-sama. Traté de posponerlo como pude, prometiendo cosas que seguramente no podría cumplir, pero no le importó.

Me quedo callada y aguanto la respiración. Siento que la noticia que no quiero escuchar va a salir de sus labios.

NARRA NEJI

Busco las palabras adecuadas para soltar todo esto de un tirón, pero no soy capaz de figurar frases coherentes en mi mente. Lo único que quiero es decirle que no se preocupe, que no quiero que esté mal y que la quiero.

-______... -tomo una bocanada de aire, y la retengo en mí por unos instantes. Después, la suelto-, la fecha de mi boda ya está fijada.

Esperaba una reacción de ______. Aunque fuera la más mínima, un sollozo, un grito, pero no silencio. Ese silencio solo me atemorizaba.

-¿Qué... día? -ella rompe el silencio de manera brusca.

-Poco menos de medio año, en el Pais de las Olas.

Y vuelve a hacerse el silencio. Quién iba a decir que a mí, una persona que ama el silencio, le llegase a hastiar hasta tal punto.

-Dí algo.

-¿Qué quieres que diga? -me pregunta con voz decaída.

-Grita, llora, insulta, felicita, pero por Dios, ¡no te quedes callada!

Una sonrisa melancólica se posa en los labios de _______. Su mirada se pierde en la lejanía, con un semblante triste. Vuelvo la cabeza mirando hacia el lado contrario.

-Ven, sígueme -me dice levantándose y tendiéndome la mano.

Dudo de si cogerla o no, pero ella es más rápida y me coge de la mano para tirar de mí, así como lo hacía cuando éramos adolescentes. Andamos un poco, en total silencio, hasta llegar a un arroyo conocido.

Alza su brazo dirigido a un árbol cerca del agua. Me mira, y con tan solo ese gesto entiendo que quiere que vaya allí. Me acerco con lentitud, girándome hacia atrás de vez en cuando para poder ver a _______. Cuando ya estoy frente al árbol, lo veo.

Acaricio la corteza del árbol con sumo cuidado, como si fuera a romperse al más mínimo roce. El tacto de la corteza con mis dedos me hace dar un escalofrío, y las imágenes de aquellos días me pasan por la cabeza como si de una película se tratase.

-Tienes que aceptar que te gusta.

-Tenten, no es así de fácil...

-¡Claro que sí! -se levanta y me señala con el dedo-. Ella te quiere, y tú la quieres a ella. Es así de sencillo.

-Pero... Ella no ha dado ninguna señal de que yo le..., bueno, le guste. ¿Y si no es así? Quedaría como un tonto, mi orgullo se iría por los suelos.

-¿Pero, y si no es así? No sabes lo que va a pasar a no ser que se lo digas.

Mis dedos llegan a una parte tallada del árbol, un corazón, y las siglas de los nombres de dos adolescentes enamorados. Sonrío un poco, trazando la forma de corazón por encima de lo cortado.

-______ -me doy la vuelta, pero no hay nadie.

Se ha ido.

Hyuga, siempre fue Hyuga »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora