Sin Importar El Tiempo... [David Bryan]

Capítulo 13.

- ¿Se conocen?- Pregunta Jon, mientras Tico sólo ve el espectáculo que hacemos.

Ambos nos miramos; ese momento fue... muy... mágico. No importaba si tenía una cara confusa en ese momento, se veía tan lindo.

- Sí, ella me atendió en la cafetería de aquí cerca, ¿no es así?.- Levanta la ceja izquierda. Por Dios, ese hombre me hace mal con sólo decir su nombre.

- Ehhh... Sí, sí fui yo; hace unos días fue y lo ví.- Mis nerviosas hacían notar tanto y por ese cara tan hermosa de David.-...y me tocó atenderlo.

- ¡Ohh! Bueno, las coincidencias son mejor- Lo dice de forma en la que pequeñas carcajadas.- Pero en fin, David, ella es Mich, la conocí hace algunos dias- Decido saludar formalmente a David, además, pensé en que sería una excusa para tomar su mano, así que lo hice.- Mich, él es David, mi amigo de hace tiempo.

- Mucho gusto David.- Miro aquellos ojos tan hermosos, sentí como una descarga eléctrica que recorría todo mi cuerpo al sostener su mano.

- Bueno, el gusto es mío Mich.

No lo soporto. Malditamente bello. El amor que jamás experimenté.

- Y bueno, él es Tico, la vez pasada lo escuché tocar la batería gracias a David, y me impresionó en verdad, pero no tuve la oportunidad de presentarme formalmente con él.

- Hola. Mucho gusto.

- Un placer.- Sonríe y extiende su mano para presentarse formalmente.

- David lo conoce desde hace tiempo y bueno, valió mucho la pena presentármelo.

- Es un placer Jon. Me encantaría  hacer este proyecto con ustedes.

- Sí, aunque aun falta, pero poco a poco lo lograremos.

Era tan maravilloso, ver aquellos inicios de mi banda favorita, esas esperanzas y alegría entre todos, y lo mejor es que todo va bien. Nada ha cambiado.

- Bueno, ehh... Me alegra que estén emocionados, pero yo... debo ir a mi apartamento.

- ¡Wow! ¿Qué? ¿Ya tienes apartamento?.- Pregunta Jon muy emocionado; nos dejamos de ver pocos días, pero habían pasado cosas al menos buenas, y una que otra mala.

- Una amiga del trabajo me dijo que podía quedarme a vivir en su apartamento ya que además pues, vive sola; pero de todas formas sigo buscando uno.- En realidad había dejado de buscar, pero ayer que recibí la llamada de Gael, creo que sería mejor que vuelva a seguir buscando.

- Oh, bueno, si quieres, te podemos acompañar.- Opina Jon volteando a ver a David y a Tico que al parecer les agrada la idea.

- Emmm... No, no será necesario, enserio, además no quiero interrumpirlos con los asuntos de la banda.- Tengo que prevenir, cualquier cambio grande será algo peligroso.

- ¿Estás segura?.- David pregunta con aquella ceja derecha levantada, y esa mirada tan hermosa que tiene.

"Es tu oportunidad" me decía mi mente. "Sosténlo", y la verdad que quiero todo el tiempo, pero no puedo. No podré nunca.

- Sí, sí segura, está cerca, así que... Ammm...- Quedo mirando a David, mis palabras se detuvieron por un par de segundos, el verlo me hace sentir muy nerviosa, lo que jamás había experimentado antes; a parte de que nunca creí hacer este viaje.- ...sigan hablando de la banda.

Era obvio que David se había dado cuenta, así que cuando terminé de hablar, él mostró una sonrisa pequeña, tierna y linda como siempre.

Los chicos respetaron mi decisión y nos despedimos para después retirarme e ir a casa.

Pasó la tarde, la noche, y lo que quería era salir, quería despejarme de todo, conocer; ya que no sé cuánto tiempo estaré aquí, pero necesito saber qué más hay, que haré, a dónde iré...

***

Ya es muy de noche; empezó a llover muy fuerte, quise regresar a casa pero la lluvia me lo impide, así que me quedé sentada en una esquina de un local cerca de donde estaba, pero para eso ya estaba empapada.

Y de repente, alguien veo que se acerca.

- Mich, ¿qué haces aquí?.- Era David, una vez más me debilita el verlo.

- Ammm... Quise salir pero, no para de llover y no puedo regresar. A parte estoy muy mojada y no me quiero enfermar.- Tuve que alzar mi cabeza ya que la tenía abajo mientras estaba sentada. Pero sí pude reconocer fácilmente su voz.

- Sí, suele pasar.-Ríe un poco.- Ven, te llevaré a casa.- Estira su brazo para que agarre su mano, me levanté y lo acompañé debajo de aquella sombrilla que llevaba. ¿Esta pasando?. ¿No es un sueño?.

Al parecer no, no lo es, porque cuando me di cuenta, ya estaba caminando con él sostenida de su brazo, sin escucharlo quejarse de lo mojada que voy... Sólo somos él y yo en la noche, caminando bajo lluvia.

Nosotros dos.