Capítulo 12 • FIESTA

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Capítulo 12. Fiesta.

Mis piernas dejaron de funcionar al escuchar esas palabras. Me apoyé en el sillón y me dejé caer. Sentí como el mundo se desvaneció a mi alrededor y las lágrimas caían y caían en mi mejillas.

Sentí la mano de Mitch sobre mi hombro y sacudí mi cabeza. Tenía que seguir. Es el trabajo de un agente.

Esas palabras las repetía en mi cabeza una y otra vez. Pero no tenía la fuerza necesaria para levantarme y poder ir a hablar con Hurley.

— El señor Hurley ha salido urgentemente para ir a reconocer el cuerpo, lo siento mucho, agente Colt.- la puerta volvió a sonar y la secretaria de Hurley salió de la habitación.

— Lydia... - Mitch habló pero yo negué con la cabeza.

— Estoy bien.- dije e ignoré lo que sentía por dentro — Tenemos que seguir. Tengo que ir a dar clases.- me levanté como pude del sillón y me dirigí hacia el gimnasio para poder seguir entrenando.

•••

La bolsa de boxeo se movía rápidamente ya que mis golpes no paraban ni por un segundo, sentía que mis novillos dolían más y más, pero no quería parar. Levanté mi pierna izquierda a toda velocidad, y la bolsa casi se sale de su lugar donde estaba colgada.

Mis puños iban a toda velocidad, el dolor que sentía adentro salía por mis golpes y era así como me desquitaba desde que tengo memoria.

Escuché la puerta abrirse y segundos después la voz de Mitch a mi lado.

— Lydia, nos necesitan.

— En diez minutos voy.- dije sin dejar de golpear.

— Lydia, te vas a lastimar.

— ¿desde cuándo eres médico?

— Lydia...

Mis puños seguían golpeando sin escuchar a lo que Mitch decía, sentía que al hablar las lágrimas querían salir de mi cuerpo, mis brazos estaban cansados pero mi mente me decía que no pare.

Sentí como Mitch me tomó con fuerza y velocidad el brazo, me abrazó y me inmovilizó. Enseguida más lágrimas salieron de mis ojos, odiaba que me vieran llorar. Mi cuerpo respondió a las horas de boxeo y se cayó al suelo, Mitch se sentó conmigo y me abrazó aún más fuerte. Era la primera vez que mostraba mi lado vulnerable a Mitch, o con alguien más que Jack...

— Va a estar todo bien...

Las palabras de Mitch hicieron que las lágrimas pararan y me calmé por unos minutos.

Los papeles estaban en el escritorio de Hurley una vez que entramos a su despacho. Me fijé en las fotos y Rick Ross estaba por todos los archivos.

—Hay una fiesta que va a organizar el señor Ross en su casa - me miré con Mitch — Ya les conseguimos invitaciones. Ahí van a tener la oportunidad de investigar su oficina y averiguar sobre sus clientes.

Asentí y con Mitch salimos del despacho. Mentalmente no estaba preparada para salir a una misión, pero si quería que esto termine debía poner todo lo que tenía en mi mente a un lado y seguir. Lo que he hecho toda mi vida.

•••

— ¿ya sabes quién eres? - pregunté una vez que llegamos al nuestra habitación del hotel y estábamos preparándonos para la fiesta.

THE END OF YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora