Capítulo 14 • SECRETOS

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Capítulo 14. Secretos.

Durante toda la noche no podía pegar un ojo. Se cerraban y lo único que podía ver eran los autos chocándome y después Mitch besándome y tocando mi cuerpo...

Me froté la cara y me senté en la cama, giré mi mirada hacia Mitch quien dormía a mi lado. Suspiré y me levanté, me coloqué mi ropa y caminé hasta el pequeño living. Prendí la computadora, me senté en la mesa y golpeaba rápidamente mis dedos contra la mesa por el nerviosismo.

Puse el número de los archivos en la computadora e hice lo que pude para poder hackear los archivos de la agencia. Después de varios intentos, al fin, pude entrar.

Mis ojos recorrían y leían todo lo que me aparecía en la pantalla. Pero se detuvieron cuando mi nombre apareció en uno de los archivos. Lo abrí sin dudar y otros archivos más aparecieron adentro.

Fotos y más fotos mías. En misiones, en la agencia. ¿Qué mierda? También había de Mitch, cuando estaba conmigo, entrenando, hasta cuando salía para almorzar. Después mis ojos se detuvieron cuando el nombre "Agente Bright" apareció en pantalla. Mi corazón saltó y apreté el archivo sin dudar. Mis manos empezaron a sudar y leí lo que el archivo decía. Pero lo único que contenía eran sus datos, fotos, y lo que me llamó la atención fue la palabra "enemigo" que decía abajo de su foto. Fruncí el ceño y suspiré. ¿Jack? ¿Enemigo?

Salí del archivo de Jack, y entré al de Mitch. Su historial y datos, pero mi ojos se abrieron más cuando las palabras "objetivo: agente Colt" llegaron a mis ojos. Cerré la computadora rápidamente y agarré la pistola que sabía que tenía guardadas en unos de los cajones. Me dirigí hacia la habitación y me acerqué a Mitch, quien seguía durmiendo. Le apunté con la pistola y la apreté en su cabeza haciendo que éste se despertara.

— ¿qué haces, Lydia? - preguntó cuando me vio apuntándole.

— ¿por qué soy tu objetivo?

— ¿de qué hablas?

— ¿por qué soy tu objetivo? ¿Cuál es tu misión?

— Lydia, no sé de qué estás hablando...

— ¡dime la verdad!

— ¡creo que la quien tiene que hablar de la verdad eres tú! ¡Esos hombres! ¡La escapatoria! ¡Todo!

— ¡cállate! ¡En tu archivo decía que yo era tu objetivo! ¿¡Por qué!?

— ¿¡qué archivo!? ¡Lydia! Necesitas calmarte...

Sin pensarlo lo golpeé con mi pistola en la cabeza pero no logré hacerle mucho daño, ya que éste después se movió rápidamente y me esquivó. Se dirigió hacia el living y agarró uno de los palos de escoba que había ahí. Con un rápido movimiento hizo que mi pistola salga volando de mis manos y caiga debajo de uno de los muebles. Corrí para agarrarla pero Mitch hizo que con el palo, caiga al suelo. Lo imité y agarre otro de los palos que había ahí. Intenté golpearle pero me detuvo.

— ¡Lydia! Por favor...

— ¡dime la verdad!

— ¡tú me tendrías que decir a mi la verdad!

Sin contestarle intenté una vez más golpearle pero lo esquivo con facilidad. Con rapidez hizo que mi palo caiga al piso y se tiro hacia mi, yo quedando en el piso y él estaba encima mío inmovilizándome.

— ¡Lydia!

Con toda la fuerza que tenía lo golpee en el hombro haciendo que pierda un poco el equilibrio y luego terminando yo encima de él. Lo golpeé fuerte en el rostro, pero no con toda mi fuerza, algo dentro mío no me lo permitía.

Mitch me tomó del brazo y me tiró al suelo con todas sus fuerzas, vio que yo no me movía y éste se quedó a mi lado ambos con la respiración agitada.

— Tenemos que hablar de muchas cosas.- dijo y se levantó estirándome la mano para que me pueda levantar.

. . .

— El hombre que nos atacó, tenía el mismo tatuaje que tenían los agentes más antiguos de la agencia.- dije frotándome la cara con mis manos.

— ¿crees que...?

— A ésta altura no sé lo que creo y lo que no creo.

— ¿pero por qué te atacaron?

— Hace unos meses, antes de que todo esto empezara, leí unos archivos que no tendría que haber leído.

— ¿sobre qué?

— Sobre la agencia. Misiones; personas importantes que querían matar... Mitch Rapp.

Mitch se me quedó mirando — ¿así es como me conociste? - asentí.

— Hay algo más... que descubrí el día de la playa pero nunca te lo dije.- me paré de la silla y me levanté la remera — No se si la otra noche no lo viste, pero tengo la misma cicatriz que tienes pero en el otro costado.

Mitch se acercó a mi y tocó mi cicatriz. Su roce me estremeció la piel y mi corazón saltó.

— Lydia... ¿cómo?

— Estoy igual. No sé.- me encogí de hombros y suspiré. Mitch se volvió a sentar en la silla frotándome la barbilla — Necesitamos volver a la agencia para poder averiguar qué es todo esto.

— ¿es seguro?

— No lo sé, pero no hay otro lugar donde podamos averiguar más información.

Mitch asintió y empecé a caminar hacia la habitación para poder guardas mis cosas, pero me detuvo agarrándome del brazo.

— Lo de ayer...- me acercó a su cuerpo y podía sentir su respiración contra la mía.

— Creo que no es el tiempo para hablar de todo esto.

— ¿y cuándo?

— Cuando todo esto termine.- dije casi en un susurro y Mitch asintió acariciando mi mejilla.

Cuando llegué a la habitación me senté en la cama y miré la lámpara para prenderla, cuando apreté en botón un pedazo de papel me llamó la atención. Estaba debajo de la lámpara y solo dejaba ver una parte del papel. Lo tomé frunciendo el ceño y lo abrí.

"Ly, calle 31"

THE END OF YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora