Mi Diario...(SesshomaruxRin)

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"...Las cosas cambian...todo cambian...pero...la relación entre nosotros seguirá igual...para siempre..."

Otra hojas eran hojeadas por el Dai youkai, unas tantas que hablaban de cosas cotidianas, como su vida en la aldea, o mas de una y otra discusion que tenían Kagome e Inuyasha, hasta que se detuvo en una en especial

Querido Diario...

El día de hoy, tuve una pesadilla, a pesar de que las palabras del señor Sesshomaru me hacían sentido en estos momentos, no puedo llamarlo para algo así, no puedo pedirle que venga, si..., puede estar en algo importante, hace tiempo que no tenia esa clase de sueños, con mi familia..., me hace sentir mal, tampoco puedo despertar a la anciana Kaede para algo así...

Mire hacia afuera por la pequeña ventana, y contemplo las estrellas, recuerdo las muchas veces que viajaba con el amo Sesshomaru y el señor Jaken, las estrellas lucen igual de bonitas que en aquellas veces, no puedo evitar susurrar su nombre

Todos creen que el señor Sesshomaru es como si fuera mi padre, pues no lo siento de esa forma, mi padre murió hace tiempo, al igual que mi madre y mi hermano, mas bien para mi es mi amigo...

-¿un amigo?-musito mientras terminaba de leer, aun así siguió con la lectura que aun no terminaba

Estaba tan distraída viendo las estrellas que no me había dado cuenta de que pasaron varias horas, o al menos eso me imagine, porque en dirección a las montañas veo algo parecido al amanecer, pero el sol no aparece, ni tampoco el cielo tiene claridad, que extraño, cuando veo como una estrella fugaz sale de ese resplandor cayendo cerca del bosque de nuestra aldea ¿las estrellas pueden caer del cielo?, bien, esa pregunta se la hare a la anciana Kaede mañana temprano o a la señorita Kagome cuando la vea, como extraño al señor Jaken cuando respondía mis preguntas, y al señor Sesshomaru, espero que estén bien...

-¿un estrella fugaz? Eso fue por...

Recuerdos

-buenos días señorita Kagome-dijo Rin, con gran entusiasmo, luciendo aquel kimono rosa que le había obsequiado su amo hace días atrás, hoy en la aldea se vivía una pequeña celebración, el bebe de Miroku y Sango cumplía un mes y ahora que se encontraba la joven sacerdotisa con ellos era un motivo mas para festejar

-hola Rin...¿Cómo estas?-pregunto con amabilidad mientras tenia en sus manos una cesta con alimentos y la pequeña se ofreció a ayudarla dirigiéndose ambas hacia la cabaña donde ella vivía

-bien...-se pauso pensando en lo que había vivido la noche anterior-señorita Kagome...

-dime ¿Qué sucede?

-quería hacerle una pregunta-comento llegando a la cabaña, ayudándola a colocar las cosas necesarias para la celebración

-si dime ¿Qué quieres saber?-contesto con una sonrisa

-las estrellas fugaces, ¿pueden caer desde el cielo?-aquella pregunta extraño a la joven, mirándola incrédula

-pues...no he sabido que las estrellas cayeran del cielo, si fuese así serian meteoritos

-¿metio...que? –pregunto confundida la niña

-¿eh? No nada olvídalo ¿Dónde sacaste esa pregunta?-le pregunto con curiosidad

-pues...anoche vi como una estrella fugaz caía cerca de aquí...-señalando con el dedo donde había sido, dejando aun mas inquieta a la joven

-no te preocupes de seguro, fue...algo sin importancia-le comento para no preocupar a la niña, mientras que Rin asentía marchándose de la choza, corriendo con una sonrisa