Pagina 12 (parte 3)

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"...La felicidad...podría decirse que es cuando estas...cerca aunque solo sean unos minutos a mi lado..."

Recuerdos...

El cielo se torno carmesí, era algo inusualmente hermoso y a la vez aterrador, con leves destellos de luz que al contacto con la piel de cualquier ser viviente, este se quemaba, era tanto el ardor y dolor como un volcán en erupción, la lluvia de cristales rojos, no solo dejo sorprendidos a todos los habitantes de la aldea, si no que también a toda la región, extrañando a muchos, e incluso a los menos esperados

-¿Qué esta pasando?-se pregunto el Dai youkai mientras volaba por los aires en un cielo azul, cuando este de pronto se torno rojizo y aterrador, sintiendo alboroto en el ambiente deteniéndose mientras todo cambiaba de color

-amo bonito...-lo llamo su fiel sirviente colgando de su estola, mirando con extrañeza el cielo, para luego sorprenderse-¿Qué sucede amo? Parece que esta cubriendo toda la región

-no será que...es imposible-pensó por unos segundo el youkai plateado mientras observaba el cambio drástico que tenia el cielo, viendo como caían aquellos destellos rojizos que lo rozaban generando pequeñas e imperceptibles heridas por su naturaleza, muy por el contrario el pequeño Jaken quien no resistía el dolor de aquella extraña lluvia carmesí, aun así aguantaba lo mas que podía para no verse como un insignificante frente a su amo, aunque toda la atención de Sesshomaru se vio en su espada sagrada, quien vibraba como si quisiera advertirle algo a su dueño-parece que nos espera una nueva batalla-comento para si mismo con una mirada desafiante al horizonte, para luego desaparecer regresando a aquel cielo puro y azulino de siempre

-¿pero que paso? De repente todo se volvió rojo y después todo esta igual que antes, señor Sesshomaru ¿usted sabe algo?-le pregunto a su fiel sirviente, sin embargo, solo recibió silencio como respuesta, volando ahora mas de prisa a la dirección de la aldea de su medio hermano

Por otra parte, Rin y los demás salían de la cabaña de la exterminadora, perplejos por lo que había ocurrido, por un momento ambas sacerdotisas habían sentido una presencia maligna muy fuerte, pero esta se desvaneció a penas el color del cielo volvió a ser el mismo, a la vez podían ver el gran desastre que había ocasionado, las cosechas quemadas, al igual que algunas viviendas y algunos heridos, fue entonces cuando la anciana Kaede junto con Kagome, a curar con hierbas medicinales a las personas con quemaduras, siendo apoyados por Sango y Rin, mientras que Inuyasha y el monje Miroku, trataban de averiguar lo que había sucedido

-esto es muy extraño-dijo el monje mirando el campo totalmente quemado por la lluvia carmesí –sentí una energía muy fuerte por algunos momentos- Inuyasha ¿no detectaste nada con tu olfato?

-no, nada

-espero que no sea nada malo

-¿algo como Naraku?-le pregunto el hanyou-imposible...él descanso en paz cuando destruimos la perla-pensó con rapidez

-no, quizás algo peor...-suspiro Miroku, mirando su mano que algún vez estuvo maldita, presionándola fuertemente preocupado-¿otro enemigo? Seria preocupante, antes éramos solo nosotros cuatro, ahora, todos tenemos nuestras vidas felices

-keh! Te ves preocupado, tal vez solo sea una cosa de esas que ocurren cada cien años-comento Inuyasha restándole importancia al asunto, al ver al monje preocupado-además-presumió-mi colmillo de acero mas poderoso que cualquier arma de aquí, nadie se atreverá a atacarnos

-¿Dónde dejas a colmillo explosivo de Sesshomaru?-le comento una gran esfera rosada con enorme ojos, transformándose en un pequeño zorro

-Shippo!

Mi Diario...(SesshomaruxRin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora