Mi Diario...(SesshomaruxRin)

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"...Muchas preguntas...solo algunas te puedo responder..., y otras...solo puedes averiguarlas por ti misma..."

Querido Diario...

Hoy es la boda de la señorita Kagome y el señor Inuyasha, todos nos hemos levantado muy temprano para poder alistar los últimos detalles, para la enorme fiesta que se va a realizar en la aldea, poco a poco ha vuelto a la normalidad, y las cosechas nuevamente están dando frutos, y el recuerdo de aquella lluvia roja esta quedando en el olvido, la anciana Kaede se dirigió a ver el lugar de la unión, mientras que yo me fui a la casa de la señorita Sango para alistanos y ayudar a la novia, se veía bellísima, la noche anterior me había quedado con la duda ¿los demonios pueden casarse? Bueno el señor Inuyasha en un "semi demonio", y tiene parte humana no se vería muy extraño si contrae matrimonio ¿en cambio el caso del señor Sesshomaru sería lo mismo?

Al llegar a la cabaña de la casa donde se alistaba la señorita Kagome, mientras que yo tome unos de los kimonos que me había obsequiado el señor Sesshomaru, para utilizarlo este día, lamentablemente no puedo utilizar el de color rosa que me obsequio, ya que se arruino en aquella vez que ayude a ese demonio, así que escogí uno de color purpura con flores blancas, y obi del mismo color ,y Sango me maquillo un poco, "solo un poco" me dijo ya que aun era una niña para utilizar mucho maquillaje, han pasado varias horas y mi esperanza que el señor Sesshomaru venga a la ceremonia, poco a poco se desvanecen, aunque creo que debe estar muy ocupado ahora ya que ha tomado el puesto de su padre y no le quita tiempo, o tal vez por lo mismo no quiera venir, hay no se que pensar

-ese día no fue...

Recuerdos...

En toda la aldea se vivía una fiesta, era el día en que la joven sacerdotisa contraería matrimonio con Inuyasha después de mucho tiempo, todos estaban realmente felices, Kagome estaba en la cabaña alistándose con Rin y Sango, la pequeña protegida ya estaba arreglada con un suave maquillaje en su rostro y un kimono obsequiado por el Dai youkia plateado, a pesar de que mentalmente se decía que vendría a medida que pasaban las horas aquellas esperanzas desaparecían de su mente, aunque siempre aguardaba una pequeña esperanza en su corazón, en su mente rodeaba aquella pregunta de matrimonio entre demonios, pero...¿con quien encontraría esas respuestas?

Al llegar el atardecer, todos tomaron sus lugares para la ceremonia, donde el monje fue quien guío la unión de votos, mientras la sacerdotisa lucia el bello kimono que le habían preparado, e Inuyasha aparentaba no estar nervioso aunque su rostro era un completo rio de sudor, Kohaku había llegado justo a tiempo abrazando a Rin con cariño para sentarse juntos, aun así no pudieron conversar absolutamente nada ya que había comenzado

-no le pude preguntar a Kohaku sobre eso, que mala suerte-pensó al verlo de reojo tratando de concentrarse en la ceremonia lo mas posible, hablaba de amor por siempre, ser fiel, un compañero de vida, conceptos que Rin, contemplaba con ojos cargados de inocencia y pureza, a pesar de estar al lado de su gran amigo, sentía que le faltaba algo, aun no sabia muy bien lo que era, pero...dentro de si misma se sentía incompleta, al terminar, la pareja se daba un dulce y tierno beso frente a los presentes, siendo aplaudido por todos y recibiendo felicitaciones de sus amigos e invitados

-vamos Rin, vamos a felicitarlos!-le animo Kohaku tomando su mano llevándola hacia la pareja, distrayéndola de sus pensamientos, aunque de un modo lo agradecía

-felicidades Señora Kagome, señor Inuyasha-dijo Rin llena de felicidad, cuando de pronto las orejas de hanyou se vieron movieron levemente al sentir una presencia que se acercaba, no era una sino dos y un tornado que se aproximaba y el rostro de fastidio de ahora "esposo" hacia aludir quien era quien se acercaba, empujándolo con fuerza arrojándolo lejos de su esposa quedando todos perplejos