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"...Experimentar lo que nos puede suceder en el futuro...solo asi aclarare mis dudas...tal vez nuestra eternidad tendrá que esperar...lo que si aprovechare esta oportunidad hasta el ultimo aliento de mi alma..."

Querido diario

Esta mañana desayune en el palacio de lady Irasue, junto a la pequeña Izayoi, quien me ayuda una de las damas de la madre de mi amo, ella además de la bebe es la única que esta en el comedor a mi lado, es aburrido, ya que no habla nada y se dedica solamente en el cuidado de la niña, solo puedo limitarme a lanzar suspiros demostrando mi aburrimiento, solo quiero que esto termine, ya que después me la entrega en los brazos y puedo recorrer todo el territorio sin ninguna objeción, claro esta que siempre los soldados están cerca por si algo llega a pasar, últimamente las cosas están demasiado extrañas, como quisiera que volviera el señor Sesshomaru, lo extraño también el señor Jaken, a pesar de que mi amo, siempre esta en silencio regaña la mayor parte porque siempre me reclama o simplemente lo golpea

Cuando al fin terminamos de desayunar, la dama youkai quien ni si quiera se su nombre, me entrego a Izayoi y comencé mi recorrido, aun faltan muchos jardines por visitar, la casa de lady Irasue es muy grande, como algo interminable, una suave brisa acariciaba el ambiente, la niña estaba muy feliz, en mis brazos, podre fastidiar al señor Inuyasha, diciéndole que no lo extrañaba, hablando de eso, espero que el señor Sesshomaru le de el mensaje a él y a la señora Kagome, para que no se preocupen, lo único que se es que aquí, estamos a salvo, las dos

Durante el día, fue agotador, camine con la bebe en mis brazos por todas partes, hasta que me senté entre algunas flores bajo la sombra de un árbol, para que no dañara la piel de la bebe, Izayoi, sonreía tocando los pétalos esparciéndolos por todos lados mientras que yo hacia coronas para adornar nuestras cabezas, cansada prontamente se durmió, la arrope para retornar al palacio y recostarla en el futon de la habitación, estaba de regreso, cruzando por los pasillos, cuando escucho un llanto descontrolado de una mujer, los soldados parecían inertes ante los sollozos que se lograban escuchar desde varios metros de donde se encontraban, no pude evitar seguir los lamentos caminando casi sigilosamente a esa dirección, corrí un poco la puerta y puedo ver la lady Irasue y la mujer que estaba atendiendo a Izayoi y a mi en el desayuno

-¿Cómo se te ocurre darme semejantes bocadillos a ellas?-le reclama la madre de mi amo con molestia

-lo siento, mi lady, fue un error que no cometeré...-se disculpaba de rodillas en el suelo

-por su puesto que no se volverá a repetir Rita-volteo dándole la espalda-soldados!-llamo duramente, apareciendo varios demonios rodeando a la mujer-sáquenla de mi vista!-ordeno, mientras ellos sin ninguna piedad la sacaban del gran salón en medio de gritos y sollozos

-por favor! No lo volveré hacer!-gritaba misericordia, tanto que me entristecí al instante

-traigan inmediatamente a Rin y a la niña-retrocedí en esos instante completamente asustada, cuando al voltear, me encontré con un demonio de gran estatura, sin imaginarme que en solo un par de segundos perdería el conocimiento

Por otra parte, Sesshomaru volaba en dirección a la aldea de su medio hermano, ni si quiera les dio tiempo para acercarse demasiado para notar la catástrofe que había hecho el ataque de Raider en la zona

-RIN!!!!!-podía escuchar la voz de Inuyasha desde kilómetros

-Izayoi!!!!!-se sumaba la voz desesperada de Kagome, incluso sentía en su agudo olfato las lagrimas de aquella madre al borde de la locura por encontrar a su hija, todos se habían sumado a la buscada, sus amigos y algunos sobrevivientes a la masacre a la aldea buscando mas personas vivas, fue allí donde él descendió de los cielos, presenciando inmediatamente la llegada de su hermano menor al momento que puso un pie en la tierra

-maldito ¿Qué haces aquí?-le pregunto en un gruñido con las manos empuñadas cegado por la ira y desesperación

-Sesshomaru!-le llamo la sacerdotisa quien detrás de ellas llegaban todos su amigos, el lugar parecía desértico, no había ninguna cabaña en pie, sin nombrar las siembras y riachuelos que se encontraban cerca, era como si estuvieran en la nada, ni si quiera una flor –Rin esta desaparecida, al igual que mi hija, ¿tu puedes ayudarnos?-le pidió entre lagrimas la mujer, aunque no logro en nada conmover al lord del oeste, aun así una pequeña imagen cruzo en su cabeza, era su protegida, pidiéndole que le avisara a ellos que se encontraban sanas y salvas en el palacio de su madre

-ellas están conmigo

-¿¿¿Qué???!!!-dijeron todos sorprendidos

-imbécil ¿Cómo que están contigo?

-ABAJO!-dijo Kagome, llevándolo directo al suelo

-¿por...que?...

-por idiota! ¿acaso no puedes confiar aunque sea un poco en tu hermano? Si están con él, de seguro están bien-reflexión la sacerdotisa, captando la atención de todos y de su cuñado

-ni si quiera sabes cuidar a tu cachorro Inuyasha, eres tan inútil hasta para proteger a los tuyos

-¿de que hablas?-le pregunto levantándose con dificultad

-solo tienes que saber, que están conmigo-respondió cortante

-¿están bien?-intervino Kagome desesperada-mi hija...¿esta bien?

-Rin, esta cuidando de ella, ahora...-volteo para marcharse

-espera Sesshomaru!-lo detuvo Inuyasha mirándolo de lado

-quiero a mi hija

-ABAJO!-grito Kagome-si hubiera querido traerlas de vuelta, ya lo hubiera hecho, genio, es mejor que estén escondidas con Sesshomaru, antes de saber lo que realmente quiere el enemigo

-Kagome tiene razón-suguirió Sango

-es la verdad amigo mio, ya mas de una vez han querido atacar a la señorita Rin y a tu hija, es momento de que actuemos con cautela, mas aun que media aldea fue devastada-este ultimo comentario del monje Miroku, hizo gruñir al hanyou, poniéndose de pie nuevamente

-¿acaso no crees que soy lo suficientemente fuerte para cuidar de ustedes, Kagome?-le cuestiono a su esposa

-Inuyasha...

-solo cuídalas, Sesshomaru...-le pidió bajamente a su hermano mayor, sin obtener mayor reacción de su parte, volteando con una leve mueca de indiferencia y emprender el vuelo por los aires perdiéndose de la vista de todos

-que me preocupe de su cachorro ¿Qué se ha creído este imbécil?-pensó mientras volaba, regresando las tierras de su madre, sintiendo algo extraño en el ambiente -¿Qué esta pasando aquí?-pregunto al ingresar a la habitación de su protegida, mientras podía escuchar a Rin llorar descontroladamente, mientras algunas youkais trataban de contenerla, pero su fuerza superaba a las demonesas lanzándolas lejos de allí -¿Rin?

-le dieron de comer el loto prohibido-intervino su madre mirando seriamente la situación, mientras sostenía a la bebe en sus brazos

-¿loto prohibido?

-es una flor que crece, en los limites de este mundo con el otro, hacen que a sus victimas tengan alucinaciones perturbadoras de su pasado y lo que quieran olvidar, o sus peores miedos

-hmp! –no paso ni un segundo cuando tomo con fuerza el cuello de su madre-¿Quién le dio de comer eso?

-¿me crees estúpida?-lentamente la fue soltando liberándola de sus garras

-¿Cómo puedo ayudarla?

-señor Sesshomaru! ayúdeme!

-Rin!-giro de inmediato al verla sacudiéndose violentamente en la cama

-por favor! Ayuda!!!

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Holaaa lamento la demora, muchas gracias por esperarme y la paciencia, tratare de actualizar mas seguido, solo nesecito un poco de inspiracion, gracias por la paciencia 

proximamente.......................................................Pagina 33 El miedo de Rin 

Mi Diario...(SesshomaruxRin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora