El verdugo se preguntó
"Oh~, ¿Cuantas cabezas más debo de decapitar?"
El ministro se preguntó
"Cuanto tiempo debo de cumplir los caprichos de esta niña"
La única sonriente era la monarca de toda Lucifenia, una joven y linda princesa de 14 años de e...
El palacio se encontraba de luto ante la pérdida del capitán de la guardia. Los sirvientes más cercanos al hombre fueron a su entierro. Mariam se encontraba en el lugar consolando a los tres hijos del hombre que observaban con ojos vacíos la tumba del guerrero.
Allen tenía sus manos apoyadas en su plano vientre mientras las lagrimas salían de sus ojos.
Ney estaba apoyada en la tumba llorando amargamente lanzando gritos desgarradores.
Germaine, Ella se encontraba muy devastada ante la muerte de su padre. El único ejemplo a seguir de ella se había ido.
*-.-*
- Mamá....-una vocecita llamó la atención de la mujer embarazada que se encontraba sentada tejiendo.
- Zita, ¿que ocurre?-le preguntó mientras la menor se acercaba tambaleante a su progenitora y se apoyaba en las rodillas de esta.
- ¿Onde eta papá?-preguntó mirando con sus ojos carmesís a su madre, quien rio a lo bajo.
- Papá salió a ver unas cosas, no tardara en llegar-le respondió acariciando sus cortos cabellos castaños.
*-.-*
Muchos campesinos se encontraban llorando la pérdida del rey y guerrero que les daba comida a espaldas de la cruel princesa. Ninguno se acercaba a los hijos de ese hombre, los dejaban en el olvido durante corto tiempo, pero siempre recibían el pésame por la muerte de su honorable padre.
Mariam solo observaba a los tres hermano que lloraban cerca de la tumba de su padre. Se acercó a ellos palmeando la espalda de ambos. Una cabellera rosa se acercó y golpeo con fuerza la tumba mientras las lagrimas salían de sus ojos.
- Es usted un idiota, maldito imbecil. No debía usted morir-decía sin importarle ser escuchada-....ahora, con quien hablare cuando me sienta....-no pudo finalizar a causa de su llanto. Gumillia solo observaba a su maestra, ¿tan especial era ese hombre para ella?
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Luego de que la maga terminara de llorar, se retiró del sitio.
Allen solo lloraba en silencio observando la tumba de su padre.
Ney no alzó la vista en ningún momento del velorio.
Germaine, Ella ahora debía tener la carga encima de idearlas para alimentar a un pueblo que muere de hambre cada día.
*-.-*
Pasó el tiempo y la vida continuó para ambos hermanos con ese suceso que marcó sus vidas.
Cierto día, el joven sirviente fue llamado por la princesa.
- ¿Me llamaba, Majestad?-preguntó realizando una pequeña alabanza.
- Si, quiero saber todos los detalles....-hablo emocionada, el sirviente la miró confuso.
