La Saga Del Mal

20-. Nueva Vida

*-.-* Día de la Ejecución *-.-*

La "princesa" se encontraba observando a través de la ventana los pies de las personas apuradas. Las aves cantaban alegremente. Cerró sus ojos tan solo imaginarse a su hijo crecer sin siquiera poder conocer a su madre y a su hermana.

Escuchó unos pasos y luego una bandeja con comida. Miró a la persona confuso.

- Come al menos algo hasta que llegue el día.

- No tienes porque hacer esto....

- Es usted mi hermana, es lo poco que puedo hacer...

- Germaine....yo....

- ¿Como sabes mi nombre?, a nadie le e dicho eso a menos que....-abrió sus ojos horrorizada-¿Allen?

- Jejeje hola....-hablo nervioso. Luego de explicar las razones del porqué estaba en prision en lugar de su hermana y de que es tía. Germaine se horrorizó al saber que fue el que por órdenes de su hermana menor, asesinó a Leonarth.

Cuando ella se calmó, lo miró.

- ¿Quien es el padre de mi sobrino?-preguntó.

- El Rey de Marlon....Kyle-respondió, pero bajo la mirada triste mientras suspiraba-....Me llevare este secreto a la tumba

- No te preocupes hermano, yo le dire que tiene un hijo-fue lo que le dijo su hermana mientras se retiraba para no levantar sospechas.

*-.-*

Riliane había logrado salir del escondite temporal donde se encontraba Ney durmiendo a causa de haber hecho vigilancia durante la noche. Tenía al bebé en brazos mientras avanzaba por el bosque. Las campañas comenzaron a ser entonadas, esa sería la hora de su merienda si tan solo no hubiera hecho lo que hizo.

Llegó al pueblo y vio a todos los aldeanos gritar mientras el verdugo preparaba la guillotina. Ella se abrió paso evitando que lastimaran al bebé. Al llegar al frente, su mirada cambió a una de horro total.

*-.-*

Allen caminaba con tranquilidad a donde sería su castigo. Ignoraba el grito de la gente. Se vio obligado a arrodillarse y mantener la vista baja. Un destello dorado llamó su atención, vio a quien pertenecía y sonrió.

Riliane había ido a verlo y con su hijo en brazos. Sus ojos se llenaron de lagrimas.

- ¿Ultimas palabras, princesa?-preguntó el verdugo

Allen solo sonrió mientras sus lagrimas seguían cayendo.

[¡Oh, es hora de la merienda!]

*pongan el video*

La guillotina encontró e cuello del chico, haciendo la sangre decorar todo a su alrededor. Todos se mantuvieron en silencio comenzando a festejar. Cuando reino el silencio, se escuchó el llanto de un bebé que lloraba la pérdida de su madre a quien solo pudo conocer durante poco tiempo. Riliane de Igual modo lloraba la pérdida de su hermano, ella quería saber la verdad. Si tan solo no hubiera olvidado nada hubiera ocurrido.

*-.-* Días después *-.-*

Riliane bajo de su caballo luego de andar casi todo el día montada en el, se dirigió a una posada y entró en esta con el bebé en brazos. Se acercó al hombre u le pidió un cuarto, pagando con las monedas que logró sacar del palacio a tiempo.

Al entrar a su cuarto depósito al bebé en la cama y jugó con el un rato, sacando risillas del menor que la observaba con los ojos de diferente color; uno castaño y el otro azul. Sonrió de lado mientras las lagrimas comenzaban a salir.