Capítulo 8 "Trampas"

1K 103 12
                                    


Miró discretamente por encima del microondas y le siguió con la mirada, Donghae no era esencialmente un acosador, pero le había sorprendido que aquel sujeto le ayudara sin siquiera conocerlo, especialmente porque había sentido un aura mucho más inquietante que la de Kibum y eso era decir bastante siendo que este último era bastante pesado en su trato con él.

En la naturaleza los corderos debían huir de los depredadores, pero las cosas funcionaban de una manera distinta cuando pertenecías a un grupo reducido de la población que tenía la extraña capacidad de cambiar de forma, así que le siguió discretamente, mientras se preguntaba qué clase de persona sería, aunque estaba seguro de que debía de ser amable si le había ayudado sin siquiera conocerlo.

Le vio detenerse en medio del pasillo y antes de que pudiera esconderse entre tanto pensaba en algo para iniciar una conversación, le escuchó hablar.

–No debería seguir a las personas de esa manera–dijo–, en especial cuando es solo un cordero –su voz le había provocado un escalofrío, similar a aquellas ocasiones en que Kibum aparecía en escena y aunque creyó ver un par de ojos brillantes cuando giró a mirarlo, supo que se había confundido porque una persona así no decía "lo siento" con una expresión apenada como esa.

–No, tiene razón, no debería seguir a otra persona así –dijo sabiendo que podría parecer extraño o sospechoso al actuar así–. Solo quería darle las gracias por lo del otro día.

–No hay nada que agradecer, cualquiera lo habría hecho.

–Estoy seguro de que no serían muchos, pero gracias –dijo con una pequeña sonrisa–, pero... ¿cómo supo que era un cordero?

–No lo sé, ¿intuición? –mintió, sabiendo que los genes de su abuela estaban jugando en su contra en ese momento al igual que habían hecho en otros.

–Debe ser genial con los juegos de azar –comentó con ingenuidad y Jonghoon solo sonrió al notar que el castaño parecía ser fiel a su parte animal.

***

Las reuniones y juntas durante la mañana siempre se alargaban por alguna razón y aunque estaba acostumbrado a lidiar con asuntos similares, no significaba que disfrutara pasar la mayor parte de su día con sujetos mayores y ancianos, especialmente siendo alfas porque a diferencia de los más jóvenes, los años les volvían mucho más astutos, lo que significaba que debía ser mucho más cuidadoso para que no sospecharan nada sobre su verdadera condición de nacimiento.

Había pensado en lo que el coordinador Kim mencionara, ese asunto de seducir y aunque nunca había tenido problemas para lograr sus objetivos cuando deseaba un compañero para satisfacer sus necesidades en la cama, pocas veces se relacionó con un alfa porque era demasiado arriesgado y no podía permitir que alguien le marcara, en especial porque se suponía que, ante la mirada de todos, era un alfa más de la línea de los Cho y no un omega.

Los lobos podían ser algo tímidos por naturaleza, pero también podían ser bastante agresivos cuando se sentían amenazados y tal vez eso explicara el sonido de sus dientes al apretarse luego de percatarse de la manera en que uno de los empleados le sonreía al alfa que le interesaba.

"Esto no se quedará así..."

Tal vez era abuso de poder o como sea que le llamaran, pero a pesar de ser bastante reservado y discreto, no pudo evitar hojear el expediente del que supo se llamaba Lee Donghae, un empleado del departamento de recursos humanos y que parecía también estar interesado en Kim Jonghoon.

–Buenas tardes, presidente Cho –se presentó con buenos modales después de que la secretaría le permitiera ingresar a su oficina mientras trataba de relajarse, pero la realidad era que se sentía bastante nervioso porque no todos los días te llamaban a la oficina de presidencia.

¡Mi jefe es un omega! {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora