¡Mi jefe es un omega! {YeHyun}

Capítulo 10 "Celo"

Jonghoon era consciente de que podía llegar a ser algo impulsivo, provocando con ello que las cosas se le escaparan de las manos y tal parecía que eso mismo había sucedido con su jefe; era verdad que no le había parecido algo malo dormir con él, pero tener una relación con su empleador no parecía algo muy correcto, especialmente si había intercambio de "caricias" en la oficina, lo cual podía provocarle bastantes problemas de ser atrapado. No estaba muy seguro de cómo llamar a lo que se suponía que sucedía entre ellos y, sin embargo, cada vez que pensaba en negarse, podía sentir su aroma acariciando su nariz y una voz en su interior diciéndole que no podía ser tan malo, ambos eran adultos y podían hacer lo que quisieran con sus vidas, pero no podía evitar pensar que estaba haciendo las cosas de la manera incorrecta.

–Sé que yo también he dado pie a esta situación, pero no creo que debamos seguir frecuentándonos cuando tengamos, ya sabe, ganas de tener sexo. –No era que no le gustara, sino que simplemente la informalidad de su relación no le agradaba del todo, quizás porque los alfas eran territoriales, incluyendo el tema de su pareja.

–¿Por qué no? –cuestionó el castaño mientras terminaba de abotonarse la camisa después de que hubieran pasado parte de la tarde en una habitación de hotel–. Digo, yo soy el que sale perdiendo todo el tiempo porque siempre estoy abajo, así que ¿cuál queja puedes tener tú? –Honestamente, no estaba seguro de cómo había logrado hacerle ceder hasta el punto de permitir que le dominara, pero en esos días la sola sensación de placer durante el sexo parecía suficiente como para frenar su negatividad respecto al tema de su rol en la intimidad.

Suspiró y se masajeó los párpados mientras estaba sentado en la orilla de la cama con solo sus pantalones puestos–. La verdad es que yo nunca... nunca he tenido una relación no formal que llegara a este grado, pero últimamente mi otra mitad no parece quedarse quieta y creo que por ello yo hice...

–Guarda silencio –dijo con poca sutileza–. Esto tampoco es normal para mí, en realidad nunca me he acostado con uno de mis empleados así que ya somos dos, pero si lo que necesitas es darle un nombre a lo que tenemos para poder seguir viéndonos, entonces salgamos.

Kyuhyun podía ser algo tirano y bastante caprichoso, pero tendía a ser bastante prudente con sus relaciones personales, especialmente si se trataba de un compañero ya que debía cuidar de su secreto para mantener el estatus familiar, por lo que a pesar de lo que pareciera con su actitud relajada con relación al sexo, salir de tal manera con un empleado no era algo que hiciera o hubiera hecho antes debido a lo delicado que podía resultar de salir mal.

–¿De verdad no te importaría?

–Oye, nunca había tenido sexo tan bueno con alguien, así que, si tengo que ceder un poco o más de lo que ya hice, no veo por qué no –dijo y se sorprendió cuando el rubio le abrazó.

–Gracias por escuchar –murmuró y Kyuhyun solo se dejó vencer por esa extraña muestra de afecto a la que no estaba acostumbrado.

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Para Heechul sucedía algo raro últimamente en la compañía, se suponía que tenía un trato de beneficio mutuo con el presidente, pero de un día para otro había prescindido de su presencia y consejos, además de que se le veía menos por el lugar fastidiando a todos, por lo que se comenzaba a preguntar si habría logrado poner sus garras en el alfa que le interesaba... a diferencia suya.

Sabía que los alfas eran algo complicados, pero ¿por qué Hangeng no podía simplemente aceptar la derrota y entregarse a él en cuerpo y alma?, ambos eran felinos, eran especímenes maravillosos y estaba seguro de que a los dos les gustaba el sexo, ¿qué más podía pedir ese tigre egoísta para ser su pareja?