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━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━ Si hay alguna palabra que describa a Tamaki en estos momentos, era la tristeza.
Ver caminar a ____ con otras personas que no fueran el lo hacia explotar. Saber que ella nunca se enamoraría de alguien como el. No supo como, pero terminó alojando a la pelimarrón dentro de cada rincón de su mente y corazón. Su personalidad, era lo que más le gustaba. Siempre tenía cara de culo, y a todo aquel que la molestaba lo mandaba a la mierda. Realmente admira su forma de poder expresarse libremente, sin ser juzgada por nadie. Y si lo fuera, no le importaría. A ella solo le importaba una persona, y era él. Solo que Tamaki no lo sabía. No sabía que la chica que tanto amaba se había enamorado totalmente de el, solo que no lo expresaba del todo. Aveces ella tiraba algunas indirectas, pero el no las captaba del todo.
Aunque sonará algo narcisista, la quería solo para él. No le importaba lo que los demás piensen. Tan solo le gustaría decirlo. Quiere ser libre, quiere poder hablar. Escapar de aquella cárcel que lo va absorbiendo poco a poco.
El profesor de su clase lo sacó de las nubes, pronunciando el nombre de ____ y el suyo. Escucho atento a lo que iba a decir.
...)
El timbre de la escuela sonó aturdiendo a la chica, dando a entender que era hora de irse.
Tomó sus pertenencias, y observó que delante suyo habían quedado unos libros.
Se acercó curiosa ante estos, y los abrió cuidadosamente.
Estaba lleno de dibujos muy lindos, y algunos escritos.
Observó uno de las obras, y estaba dibujado una pequeña ____.
Debajo tenía escrito, "Quiero que sepas que te quiero, ____. Algún día te lo diré."
Analizó la situación un momento, y un sonrojo leve se presentó en su rostro. Sonrió, y se llevó aquel cuaderno.
Camino hacia su departamento, y en el camino empezó a pensar todo. Tan solo quería decirle al mundo que estaba enamorada, que todos sepan que aquel chico era de su pertenencia.¿Desde cuando se enamoró así? No lo recuerda por que nunca puede hablarle. Siempre la evita y sale corriendo. Aquellas pequeñas sonrisas que emite cada tanto, mientras escribe o dibuja, son las que le alegran el día, que hacen que desaparezca todo rastro de soledad o tristeza de su alma. Lo deseaba, lo deseaba demasiado.
Sin darse cuenta, ya estaba delante de su edificio. Buscó en su mochila las llaves, y tras eso abrió con cuidado la puerta. Intentó con una, no funcionó asi que probó la otra. La puerta se abrió satisfactoriamente, y entró al pequeño living de el primer piso. No estaba tan familiarizada con aquel hogar porque se había mudado hace dos días. Tenía dos torres, ambas enfrentadas. Era muy bonito, mucho mas que su anterior departamento. Entró en el ascensor, y pulso el botón que decía "12". Si, vivía en un piso alto y le encantaba. Pero, lo malo es que aunque no lo admitiera, odiaba los ascensores. Le daban algo así como un tipo de claustrofobia rara. Mientras pensaba, la puerta de este se abrió dando a la luz los tres departamentos que habían en ese piso. Abrió con la llave el suyo, y entró cansada a su hogar. Apenas observó el gran reloj que tenía, este marcaba las 7:40 de la noche. Se dirigió a su cocina, y tomó una simple mandarina y un plato, para irse a su dormitorio. Ya hecho, se sentó en su escritorio, y observó la linda noche y su estrellado cielo. Mientras tanto, su ojo captó un movimiento en la torre de enfrente.
Observó atenta, solo para saber. Divisó a Tamaki dibujando en su escritorio. Sonrió instintivamente, y intento hacer señas para llamar su atención, y en el séptimo intento, la vió. Se sonrojo, pero ella no lo pudo ver porque estaba algo lejos. Tamaki tomó una de las hojas que estaba usando y escribió:
"hola"
Lo leíste y le saludaste sonriente.
"no sabía que vivías aquí"
Escribió el chico.
"yo tampoco"
Y continuaron hablando por horas, hasta que se les acabaron las hojas.
Solo le quedaba una, y escribió:
"se me agotaron las hojas. vení, estoy en el piso 12 B"
Le escribió por última vez.
"no quiero ser molestia"
Contestó.
Ella le hizo gestos para rogarle.
Al final, terminó aceptando.
...)
El ruido de el tocar de la puerta le hizo reaccionar, se levantó de su cama y la abrió.
—Hasta que llegas.
Pronunció la mujer con una dulce sonrisa, causando un revoltijo en la panza de el opuesto.
—Hola... ____-san..
Respondió algo sonrojado, con la misma sonrisa que siempre.
—¡Oye! ¡No tartamudeaste!
Le dijo al pelinegro enfrente suyo, mientras lo tomaba de los hombros.
—Es que... Creo que te tomé confianza..
Susurró. El era bastante confianzudo con cualquiera, a decir verdad.
—Ay, que me da diabetes.
Le dijo la chica. Seguido hubo un gesto que expresaba que se adentre en la casa.
—Bienvenido a mi pequeña cueva.
Habló la chica, mientras se sentaba en la cama. Sintió algo en su trasero, era el libro que encontró hoy.
Lo sacó, estando preparada para continuar leyéndolo.
El pelinegro, distraído con su cuarto, no se percató de esto. Giro la cabeza, y te divisó curiosa con ese libro. Tenías una sonrisa oreja a oreja.
Tamaki le sonrió a la nada como un adolescente enamorado. Hasta que se dio cuenta que, ese era su libro.
Exaltado, antes de que descubra que era suyo, quiso quitárselo.
—____-san... ¿Puedo leer eso?
Pregunto el, nervioso.
—Si, espera que lo termino.
Contestó ella aún mas feliz al ver todas las hermosas cosas que habían escritas y dibujadas de ella. Se sentía acosada, pero especial al mismo tiempo.
Llegó a la última pagina, y en esta había un dibujo de ella y el pelinegro tomados de la mano.
"Te amo"
Decía escrito, y debajo:
"Tamaki"
Sonrojada y feliz, le habló a su compañero:
—Tamaki...¿Esto es tuyo?
Preguntó ella ahora avergonzada y roja.
—Si.. Yo... ¡Lo siento!
Exclamó el a su respuesta, y salió corriendo de allí. Pero para su mala, -o buena- suerte, su enamorada lo había tomado de la muñeca.
—Tu tambien me gustas. Me encantas, Tamaki. Te amo.
Tiró de su muñeca y unió sus labios con los de el en un cálido beso. ━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
