Capítulo II

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Grita peligro.

Ana.

- Aun no logro entender como le hiciste, pero me parece estupendo porque si no ya estaría de nuevo en pijamas jajaja

- Ana que aburridaa, pero la verdad es que esta vez no fui yo... yo solo me acerqué porque el de la puerta me hizo señas y cuando lo hice me preguntaron que si estaba contigo y solo dije que sí solo con eso me dijeron que podíamos pasar y pedir lo que deseemos... así que hoy fuiste tú la que deslumbró pequeña

- Oh mierda, como pudiste aceptar eso Alex, van a creer que somos unas cualquieras - miro a todos lados y no hayo razón de porque preocuparme, pero igual me da un poco de cólera la situación...

-Ana por Dios, eres hermosa, el que nos dejen entrar como gente vip solo se debe a que somos hermosas, pero que tu hoy sobresaliste y ya... no por eso tendrás que acostarte con alguien deja las tonterías... Vamos a disfrutar y bailar...

trato de no pensar, pero mientras más nos acercamos a la barra siento que me miran, volteo la mirada a todos lados más nadie se encuentra mirándome o por lo menos nadie lo hace de forma obvia... camino y sigo con el sentimiento más lo dejo pasar porque quizás son solo ideas mías...

- ¿Ana que deseas?

- Solo una limonada por favor– juntos mis manos en forma de suplica porque sé que no le gustara en nada mi petición.

- Es un chiste cierto? – su ceño se une tanto que casi creo que se le convertirá en una sola ceja...

- No Alex, por favor solo déjame ver limonadas, por favor ya vine y disfrutaremos, pero no deseo beber de verdad... por favor – le hago puchero y solo con eso me basta para que lo piense.

-Bueno está bien, solo porque realmente no puedo creer que estés aquí- se voltea y la escucho pedir mi limonada y un martini para ella...

nos sirven y mi limonada parece un trago así que no me preocupo por no encajar... de la nada suena salsa y ahí sí que me dan ganas de bailar - Alex, bailemos como te he enseñado plis

- Oh por supuesto que si nena – me sonríe y de esa forma todo mejora muchísimo...

llegamos a la pista y como puedo me hago un poco de espacio y empiezo a guiar a Alex entre tanto reímos y hacemos uno que otro giro y piruetalas luces se hacen más tuenes, seguimos girando y de la nada alguien me toma de la cintura... me hace girar un poco más y cuando quedamos de frente logro detallar unos ojos verdes olivas, una nariz perfilada y unos labios finos muy rosados, trato de fijar mi mirada en sus ojos pero percibo como él solo mira mi boca... sus manos se ciñen a mi cintura y me hace girar de nuevo, me hace bailar y me relajo en unos escasos minutos... miro el hombre que me sostiene y sonríe ...es un poco alto, delgado con un poco de musculatura, aspecto de atleta, me tenso un poco cuando se inclina y noto en sus intenciones besarme pero como si de un pestañeo se tratará otra persona me ha tomado de la cintura y me lleva cargada como un costal de papas a no sé dónde ...así que...empiezo a gritar...

- Que le ocurre, bájeme yaaaaaaa... ¿quién es usted?... ¿qué hace?... ¿porque me carga?... ¡¡suélteme ya por favor!!... desesperada busco con la mira a todos lados más por ningún lado veo a Alex... grito y es como si nadie me escuchará... el chico con el que bailaba lo veo intentar seguirme, mas lo detuvieron otros tipos... entramos a un pasillo y grito con todas mis fuerzas pero todos se hacen los sordos... desesperada lloro, y con eso solo consigo que se me caigan las lentillas de contacto. Trato de prestar atención por donde me lleva quien sea el que me carga... el pasillo es oscuro, y solo empiezo a rogar porque no se trate de esas mafias que hacen tratas de personas, noto muy pocas luces pero de la nada entramos a una oficina con luces blancas muy fuertes, resplandeciente... y mis ojos por reacción tardan en procesar el lugar, siento como me sientan e intento correr pero me sostiene de los brazos mi verdugo... volteo mi rostro... no lo miro... solo suplico que me deje de ir... que por favor me libere. .. y cuando pensé que lo haría alguien más entro por la puerta....

ALAS DE HIERRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora