Capítulo 15: La aparición de Carlisa

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Estuvimos en la piscina un buen rato más, ahogándonos el uno al otro cariñosamente y abrazándonos durante largos minutos. Luego, salimos del agua y me preguntó si jugábamos al voleibol. La verdad es que me apetecía mucho jugar, ya que era uno de mis deportes favoritos desde pequeña. La casa de Mike era gigante, en serio. Tenía como varias partes, la zona de la casa, la zona de la piscina, la de deporte y la de juegos que estaba justo en el sótano, donde también tenia sus instrumentos musicales si lo recordáis.

Fuimos a la zona de deporte, allí tenía tres pistas, no muy grandes, pero lo bastante como para jugar. Una de fútbol, otra de baloncesto y la última era la de voleibol, cuyo suelo era de arena. Lo que la gente suele llamar: voleiplaya.

Por mucho que fuera mi deporte favorito, hacía mucho tiempo que no jugaba, quizá demasiado. Mike me ganaba prácticamente todo el tiempo. Algún punto conseguí, pero aún sigo pensando que se dejó porque era muy mala, o por lo menos comparada con él.

Llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza sobre lo que había pasado con Carlisa... Mike no me contó nada de ella después de su ruptura. Ni siquiera me dijo cómo ni por qué cortaron. Creo que voy a aprovechar ahora, que estamos de buen rollo para preguntarle sobre ella.

- Oye, Mike. Una pregunta. Espero que no te moleste lo que te voy a decir, solo es curiosidad que me ha entrado. ¿Qué pasó con Carlisa? ¿Sabes algo de ella?

Parece que la pregunta le pilló desprevenido. Hizo una mueca de impresión y parecía nervioso. Me estaba empezando a asustar. Bueno, voy a tranquilizarme, seguro que no es nada. Sólo que no pensaría que yo fuera a preguntarle eso.

- ¿Cómo que qué pasó con Carlisa? Y no, ahora mismo no se nada de ella.

- Sí, que por qué lo dejásteis, vamos.

- Ah, pues nada. En realidad Carlisa y yo nos queríamos cuando lo dejamos. Pero ella tuvo que marcharse a Estados Unidos por cuestiones familiares. Sus abuelos estaban enfermos y no sabían cuánto les quedaría de vida. Así que decidió ir hacia allí. Estuvimos hablando durante mucho tiempo por Skype, no queríamos perder el contacto porque pensábamos volver cuando llegara aquí. Finalmente sus abuelos fallecieron, ella fue a otro instituto, conoció a otro chico y lo que pasa. La distancia hizo que fuéramos separándonos, y ella y yo empezamos a hacer cada uno nuestra vida. Después de aquello me empecé a fijar en ti como no lo había hecho antes, y ya ves, ahora estamos juntos. Creo que ya te he dicho lo que querías saber, ¿verdad?

- Sí, eso creo. Gracias por contármelo, la verdad es que no me lo habías dicho antes.

- Ya, bueno. Me afectó nuestra ruptura, y no quería aburrirte con mis gilipolleces.

- No es una gilipollez, Mike, es serio. Me lo podrías haber contado. Era tu mejor amiga por aquél entonces y no te juzgaría por nada, tonto.

- Tienes razón, pero bueno, ya lo sabes.

- Sí -dije con una amplia sonrisa-.

Bueno, por lo menos no estará Carlisa por aquí intentándo conquistarlo otra vez por quién sabe qué cosa. Puede que convenciéndole de que le hecha de menos, que no se olvida de él o cualquier cosa de esas que hace que una relación corte. Y más con las dotes de seducción de Carlisa. Soy hetero, no me gustan las chicas, pero tengo que decir que Carlisa tiene, o tenía un cuerpazo.

Seguimos jugando tranquílamente, parece que había vuelto a cogerle el truco a esto del voleibol e íbamos ahora más igualados en cuanto a la puntuación.

De repente noto que alguien me toca el hombro. Me giro y... ¡era Brad! ¡Qué sorpresa! Nos saludamos y nos abrazamos, hacía unos días que no lo veía. La verdad es que era raro. Siempre me había gustado The Vamps y era extraño que un día sea una loca fan y al día siguiente conozca al solista y pase a ser uno de mis mejores amigos.

Mike lo había llamado para venir a jugar un rato con nosotros al volei. Siempre decía que era buenísimo, incluso más que él, o eso decía. Mi novio es un poco creído, lo sé. Pero lo amo.

Brad había estado de lío con Carlisa durante bastante tiempo, antes de que Mike y ella empezaran a salir. Lo normal es que Brad se hubiera enfadado con él por salir con ella, bueno, normal no es, es lo que suele ocurrir. Pero es como que tienen un pacto de amistad en el que no se pueden pelear por chicas. Nunca he entendido ese tipo de juramentos entre tíos, pero bueno. Eso fue una de las pocas cosas que Mike me contó de Carlisa mientras estuvo con ella.

Acabámos de jugar al volei y luego fuimos al sótano a jugar a la Xbox. Yo no era muy partidaria de esos juegos pero al fin y al cabo no estaban tan mal y de vez en cuando jugaba. Es lo que tiene tener un novio que está loco por los videojuegos, entre otras cosas.

Mike y Brad estuvieron toda la tarde prácticamente jugando al Titanfall, un juego nuevo que le habían comprado sus padres.

Cuando por fin acabaron de jugar, les dije de ir a cenar a algún McDonald's. No les pareció mal la idea así que eso hicimos. No estaba muy lejos, dos o tres calles más hacia arriba desde la casa de Mike.

Llegamos y pedimos. Yo me pedí dos cheeseburger de 1,30€ y unas patatas fritas de un euro. No penséis que soy una tacaña por comprar cosas de tan poco precio, pero es que no me gusta nada la verdura que le ponen a las hamburguesas y para pedirme una, tener que quitarlo todo y encima me cobren como si lo tuviera todo... Para eso me pido esto, mejor y más barato. Mike y Brad se pidieron un Big Mac cada uno, qué brutos, yo no podría comerme eso.

Estuvimos hablando de la gira que habían comenzado Bradley y sus compañeros el mes pasado la mayoría del tiempo, ya que todo lo que decía me parecía interesante y siempre le preguntaba algo más. Sólo esperaba no parecer pesada. También tenía que pensar que si no se lo preguntaba ahora se lo iba a preguntar más adelante así que, ja,ja,ja.

No estaba fijándome en Mike mientras hablaba con Brad, hasta que cuando acabó de contarme novedades de su gira y nuevo disco me percaté de que Mike no paraba de mirar hacia todos los lados y a acachar la cabeza. Sin hablar tampoco. No se le había escuchado en toda la cena.

No quise preguntarle qué era lo que estaba mirando, así que me limité a mirar disimuladamente por todo el McDonald's por si conseguía avistar lo que él estaba viendo.

Al momento, vi una cara que me resultaba familiar... Quise recordar quién era... Estuve pensando un buen rato hasta que descubrí que la persona que estaba allí no era otra que... Carlisa.

Siempre a tu lado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora