· Capítulo 16 ·

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Una semana antes de irme. No vi más a Minseok, estaba muy triste pero era casi obvio que él no me quería de la misma forma.

El viaje se acercaba cada vez más, las ansias crecían sin parar. Extrañaría tanto todo, pasar de mi hogar a otro lugar extraño por quién sabe cuanto era demasiado para mí.

– ¡Candela arriba! ¡Ya son las 12 de la tarde! – miré a la puerta con cara de sueño, mi abuela se encontraba allí mirándome enojada – Vamos nenita, ayúdame a cocinar.

– No te veré más en una semana y me tratas mal – fingí llanto.

Mi abuela me ignoró y me obligó a levantarme. Ya en la cocina, mis primas se encontraban picando la verdura y varias ensaldas, esta gente es muy saludable.

Ayudé a mi abuela con las milanesas y finalmente las 5 nos dispusimos a almorzar. Pero justo antes de sentarme, tocaron timbre.

– Yo voy – dijo Agostina levantándose rápidamente. Al cabo de unos minutos volvió a asomarse al comedor – Cande, es para ti.

Fruncí el ceño ¿Quién podría ser? Me levanté y me dirigí a la puerta. Un bello Seokjin con una caja de chocolates me esperaba apoyado en el marco.

– Qué haces bobo – reí – ¿Y eso?

– Sé que dijiste que lo nuestro acabo y lo sé, pero quiero mimarte un poco antes de que te vayas ¿Aceptarías?

– ¿Cómo no? Espera que me vista.

Me vestí así:

Y me fui junto a Seokjin

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Y me fui junto a Seokjin.

–¿Qué vamos a hacer?

– Te llevaré a cenar, te compraré lo que desees y después, te llevaré por una película.

El almuerzo con Seokjin fue asombroso (y caro) Tampoco entendía su repentino interés en consentirme. Ah sí, no nos veríamos más.

– ¡Vamos allí! – habló emocionado – Compremos ropa de parejas.

– Ropa de... ¿Parejas? – comencé a reír – Pero si mi vestido es asombroso – dije dando una vuelta.

– Tienes un estilo... Peculiar. Pero por favooooor compremos uno.

– Está bien... Si quieres.

Al final fue mejor de lo que esperaba, Seokjin tiene un gran gusto para la moda.

Al final fue mejor de lo que esperaba, Seokjin tiene un gran gusto para la moda

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– Ahora estamos combinados, déjame pagar todo – habló Seokjin.

– ¿Pero de dónde sacas tanto dinero? ¿Acaso eres un mafioso?

– Tal vez ¿Te gustaría que lo fuera?

– No, porque te matarían – comencé a reír y juntos nos dirigimos a pagar.

El vendedor comenzó a hacerle ojitos e inexplicablemente me subió una horda de celos a la cabeza ¡Pero él ni siquiera es mi novio!

Ok, no empieces ahora Candela, estás a nada de irte es momento de superar a Jinie.

Después ambos no subimos al automóvil y nos dirigimos al lugar especial al que alguna vez me llevó.

– Cande ¿Me darías tu mano?

– ¿Por qué haría eso? – reí nerviosa mientras veía su expresión seria.

– Porque extraño tu calor – dio un beso en mi diestra – Y me lamento cada día porque ya no voy a poder tenerte. Y ahora cierra tus ojos

Pensé que me iba a besar, estábamos a nada de hacerlo lo presentía. Pero ciertas personas salieron de la nada.

– ¡Sorpresa! – gritaron todos. Abrí los ojos asombrada. Había un gran picnic estaban todos mis amigos, mi familia y hasta mis profesores de baile ah y también Seung Hyun.

Era todo para mí. Me sentí muy querida en ese momento. Había un gran pastel con mi nombre y mucha comida deliciosa. Todos me llenaron de regalos preciosos como comida y ropa y... Comida y ropa, también ropa y comida.

– Muchas gracias – dije al borde de las lagrimas – Los amo mucho.

🐆

Día de la partida.

– ¿Ya están las maletas? – preguntó Carla asomándose a mi cuarto ¿Cande?

– Extrañaré mucho todo... ¿En serio debemos irnos?

– Es momento de soltar y dejar todo de lado – habló mi sabia prima – ¿Estás lista?

Nos dirigimos al Uber, una última mirada a mi hogar.

El abordaje se hizo muy corto, observé todo desde las nubes. Adiós mi amada ciudad. Adiós mis amigos. Adiós amor de mi vida. Adiós Corea.

Hola Argentina.

Los micrófonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora