Capítulo 4

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Capítulo 4

Entre bocado y bocado del almuerzo, Leslie ha empezado a desvariar por la situación.

-En resumen: me ha dicho que quiere venir conmigo a la fiesta.

-Ya sabía que ibas a decir eso, al final el chaval no es tan tonto como parece.- le digo haciendo ojitos y acto seguido me da un empujón- ¡Oye! Que no lo digo a malas, pero es que todo el año estáis tirándose los dos los trastos y ya era hora que se lanzara ¿o no?

-Vale no lo niego, pero es que es tan mono si lo hubieras visto...- suspira.

Enserio me está diciendo esto a mí, sabe que me causa nauseas tanta miel.

-Por favor para de desvariar. Vamos a hablar de algo mucho más importante y que supongo que ahora lo será mucho más importante para ti que para mí.

Me mira extrañada no tiene ni idea a que me refiero. Está claro que lo de la "cita" le ha dejado un poco desorientada.

-¡Les, la fiesta! Tienes que venir a mi casa a comer, ¿te acuerdas?

-Sí. Claro que me acuerdo, se lo he dicho a mi madre y me ha dicho que vale, si esta noche te quedabas conmigo a dormir.

-Vale ¿y qué vamos a hacer?- En estas cosas es ella la que sabe cómo moverse. No es que yo no sepa arreglarme y todas esas cosas, pero ella se inventa muchas cosas raras; como mascarillas, cremas, exfoliantes...

-Tranquila Dafne que con esto hoy, justamente hoy, lo tengo muy claro. Vamos a estar radiantes en esta noche. Los chicos van hacer cola para estar con nosotras.

A ella le hace mucha ilusión todo eso de la fiesta, a mi no mucho. A ver no es que sea una aburrida, pero es que no es lo mío. A mí me gusta estar en sitios tranquilos, respirar aire limpio, ya que en la ciudad eso es imposible de hacer. Pero cuando puedo me escapo y me voy a la playa o a la montaña. ¡Eso es lo mío! Me gusta conectar con la naturaleza. Me encanta escuchar a los pájaros cantar cuando el sol se esconde tras las montañas y el cielo está completamente naranja y solo una ráfaga de aire frío te pega en la cara.

Nos quedamos en el patio hasta que toca el timbre y nos vamos otra vez a clase.

Esta es mucho más amena. El profesor nos ha organizado una pequeña despedida.

Estamos allí hablando, riendo, comentando sobre las próximas vacaciones y contando las anécdotas de todo el curso. En realidad me gusta instituto, pero ya es la hora de dejar la comodidad, aunque aun me falta todo el verano. Pero se me hace una montaña al pensar en lo que tengo que hacer el curso que viene.

-¡Pero bueno Daf, ahora no te me pongas sentimental! Vas a vivir una época preciosa este verano, vas a poder disfrutar de una nueva experiencia que te va a cambiar tu vida no puedes permitirte, bueno permitirme, esto.

Joder, ahora hablo sola!

-¿Decías algo Dafne?

-Eh... No solo... esto... Nada déjalo Les.

Les me mira extrañada, está claro que si no le hubiera pasado esto esta mañana estaría ahora haciéndome preguntas hasta reventar.

Me vuelvo a incorporar a la conversación. Esta vez estaba hablando Celia.

-¿Os acordáis de la semana pasada, cuando estábamos en el laboratorio y a la maestra se le olvidó cerrar la puerta?- se escucharon varias risas- Luego el experimento salió mal, porque alguien puso lo que no debía,-me miró de reojo- y luego todo el pasillo hacía olor a azufre.

Todos se echaron a reír. Fue culpa mía, había dos botes muy parecidos y Les estaba contándome la pelea que había tenido con su madre, así que me equivoqué. No pasó ninguna explosión ni nada parecido como pasa en las películas, pero los de ese pasillo tuvieron que aguantarse una semana ese olor, porque se había incrustado en las paredes.

Pasan las últimas horas y nos vamos a casa las dos juntas.

Cuando llegamos Leslie empieza a perpalo todo: exfoliantes, mascarillas, cremas...Pasamos la tarde preparándonos.

Me tuvo acostada en la cama mientras ella me pintaba las uñas, me masajeaba la cabeza y me depilaba. Ella dice que con la única que puede practicar es conmigo. Su madre no se fía de ella y su padre no le gusta nada de eso, siempre le dice: "prefiero estar viejo y arrugado, que antes que me pongas barro en la cara".

Nunca me ha hecho ninguna barbaridad y como todo lo que hace es con productos naturales, no me importa. Aunque hubo una vez que aparecí por casa con el flequillo cortado, a mi madre casi le entró algo. Aquello parecía una escalera en vez de estar recto. Pero después del curso que hizo estoy más tranquila y mi madre también.

Hacia las 23:30 salimos de mi casa: Leslie, Raphael y yo, y nos fuimos a casa Celia.

Desde la esquina se escuchaba la música, veremos que nos espera esta noche.


Una novata allí arriba (#Wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora